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16 de enero de 2017

Caso, Mi Poema de Rubén Darío



[Poema de Rubén Darío en el centenario de su fallecimiento, porque así me siento yo mismo cien años después de la muerte del poeta; porque sin ella muero y con ella también]:



CASO


A un cruzado caballero,
garrido y noble garzón,
en el palenque guerrero
le clavaron un acero
tan cerca del corazón,

que el físico al contemplarle,
tras verle y examinarle,
dijo: Quedará sin vida
si se pretende sacarle
el venablo de la herida.

Por el dolor congojado,
triste, débil, desangrado,
después que tanto sufrió,
con el acero clavado
el caballero murió.

Pues el físico decía
que, en dicho caso, quien
una herida tal tenía, 
con el venablo moría,
sin el venablo también.

¿No comprendes, Asunción,
la historia que te he contado,
la del garrido garzón
con el acero clavado
muy cerca del corazón?

Pues el caso es verdadero;
yo soy el herido, ingrata,
y tu amor es el acero: 
¡si me lo quitas me muero;
si me lo dejas, me mata!






4 de enero de 2017

La Palabra como Praxis




LA PALABRA COMO PRAXIS

[Redactado como artículo irónico de opinión sobre asuntos de Nicaragua]


Les révolutions commencent par le mot et concluent par l’épée
(Las revoluciones comienzan con la palabra y concluyen por la espada)

Jean-Paul Marat


No soy político, dicen, y lo son porque callan. La palabra sin embargo es praxis cuando es veraz y se le teme, y esperemos que no se cumpla de nuevo en Nicaragua la máxima de Jean-Paul Marat, revolucionario duro de la Revolución Francesa, asesinado para callarlo; liberal como los más liberales de la revolución, no como algunos de aquí que se hacen pasar por tales y no son más que comparsas del señor en el poder. No han podido trascender su pequeña mentalidad entreguista. Buscan puestos y prebendas sin darse cuenta, o tal vez sí, que solo son objeto del desprecio de su amo.

Otros sin embargo no doblan la cerviz, no se amedrentan con las amenazas, con el chantaje, ni con las acusaciones falsas e infames de un régimen en el que sistemáticamente la víctima es hecha pasar por victimario. De esto no solo he sido testigo, sino que lo he vivido; y ya nada de eso me es ajeno, más ahora que he expiado los demonios, que he regresado del ínfero y que no tengo más motivos para pedir disculpas. No es cualquier cosa y no es para cualquiera.

Para erradicar la dictadura/dinastía se requiere valentía, integridad, unidad, organización, liderazgo, movilización, perseverancia, inteligencia y astucia. Pobre Luis Almagro, Secretario General de la OEA, la dictadura le hará alguna que otra concesión temporal e inicua después de la farsa electoral del 6 de noviembre para tratar de librarse de la Ley de Condicionalidad de la Inversión en Nicaragua, la Nica Act, pero que va, no va a ser tan fácil. Se conocen bien las mentiras, los trucos y triquiñuelas del régimen, la represión a la oposición y sus fraudes electorales. No engañan a nadie más que a ellos mismos.

Ni valen tampoco la pena los que no han tenido ni moral ni escrúpulos para lograr su propia gratificación, predicando hoy lo contrario. Hablan de mitos y leyendas de la más recalcitrante ortodoxia religiosa para decirles a otros cómo deben vivir sus vidas e incitándolos a oponerse al régimen. No, no es de aquí de donde saldrán los líderes del movimiento de resistencia cívica que derrotará a la dictadura, ni podrá haber elecciones legítimas y creíbles mientras seres impresentables continúen de magistrados electorales. 

La posibilidad real que se apruebe el Nica Act en los Estados Unidos le ha provocado pánico al régimen, sabiendo que ya no pueden contar con los dineros de Venezuela, ni con la exportación de productos nacionales a ese país por su insolvencia financiera, y porque países europeos han retirado su cooperación a Nicaragua por aquello de los fraudes en las elecciones generales y municipales, la ausencia de una auténtica república democrática, y el irrespeto de los derechos de las personas.

Si se aprueba el Nica Act Nicaragua no solo dejaría de recibir préstamos –para el desarrollo del país– de las instituciones financieras internacionales (IFI) en los que los Estados Unidos tienen gran influencia de decisión, sino que podría tener el efecto de reducir la inversión privada directa, por aquello que los inversionistas de los Estados Unidos podrían seguir los intereses internacionales de su gobierno, o simplemente considerar que no conviene invertir en el país por la ausencia de nuevos préstamos IFI. Grave para Nicaragua en cualquiera de los casos puesto que desaceleraría el crecimiento económico, disminuirían las reservas internacionales, se devaluaría la moneda y aumentaría el riesgo país. 

Por estas últimas razones otros actores fuera de los Estados Unidos tampoco querrán arriesgar inversiones en Nicaragua o no desearán contrariar a un aliado estratégico en la lucha contra el terrorismo internacional. No es pues tan sencillo el asunto a como lo pone algún cínico asesor presidencial. Almagro de la OEA, el entonces enemigo, ahora es el amigo; la posible tabla de salvación del régimen. Cosas de la vida.

¿La solución permanente? Que el régimen deje el poder por las buenas y que se retiren los involucrados donde quieran con sus familias y sus dineros. Pueden incluso quedarse en el país. No debería haber persecución ni confiscación de propiedades a como lo hicieron tiempo atrás los que temen que les suceda lo mismo. Porque las ideas se manifiestan con palabras, y las palabras mueven voluntades.


La Muerte de Marat por Jacques-Louis David

Nota del autor del 21/01/2017: Como dicho en este artículo, la OEA no será de asistencia alguna (por ahora) para que el régimen dinástico en Nicaragua corrija ruta. El informe conjunto OEA-Nicaragua del 20/01/2017 es un insulto a los ciudadanos que pretendemos un cambio sustantivo en los temas que se abordan en el informe, puesto que éste es solo un paliativo que pretende "oxigenar" la ilegitimidad de la pareja en el poder después de la farsa electoral pasada.

16 de noviembre de 2016

Recuento de una Vida





BREVE RECUENTO DE UNA VIDA



Los Antecedentes


Nací en Managua, Nicaragua, en febrero de 1952. Mi padre, nicaragüense, fue un prominente abogado y notario público, particularmente en materia corporativa. Se graduó con honores en LSU, Baton Rouge, Luisiana, como dicho en otra entrada, y además estudió intensamente el inglés, de tal manera que lo hablaba y lo escribía de manera impecable. Tuvo inclinación no solo por los idiomas, sino que por la historia, la geografía, la astronomía, la naturaleza, los caballos, los viajes al exterior, la lectura, el buen vino, el vodka ruso, el Johnnie Walker cinta negra y el Jack Daniels. Falleció en 1993 después de tres años de padecer un terrible cáncer. Fue imposible que pudiese sobrevivir por la magnitud y malignidad de la enfermedad, a pesar de la asistencia médica que tuvo. Se fue poco a poco. Lo viví.

Mi padre tuvo la satisfacción adicional de haberse bachillerado con máximos honores en el Colegio Centroamérica de Granada, Nicaragua, donde hizo amistades que le duraron toda su vida, las que cultivó y le dieron muchos frutos personales y profesionales por sus propia capacidad e integridad.

Mi madre es estadounidense, de Brooklyn, Nueva York, de padre irlandés-americano descendiente de inmigrantes, y de madre nicaragüense de León. Es austera y siempre honesta, igual que mi padre quien fue incorruptible. Ellos hablaban inglés entre sí en la casa cuando no deseaban que los hijos supiésemos lo que decían, por lo que desde niño lo comencé a entender hasta que les dije que buscaran otro idioma para comunicarse. Fue divertido. Ambos rieron. Mi madre vive aún en Managua, a pesar de haber también desarrollado un cáncer que le fue controlado. Ya se pueden imaginar qué me espera en el futuro.

En lo que a mi respecta estudié en el Colegio La Salle de Managua hasta cuarto grado de primaria, y posteriormente en el Colegio Centroamérica, bachillerándome en 1969. En este último colegio me matriculó mi padre cuando la Orden de los Jesuitas abrió en Managua un colegio de primaria, es decir hasta sexto grado. Después fui al internado en Granada, sede principal de los Jesuitas, donde estuve dos años hasta que el colegio cerró y se trasladó de manera definitiva a Managua. 

Tuve una niñez y una adolescencia feliz, con muchos amigos, así como una buena educación y una sólida formación en valores y principios sociales y morales. Incluso desde el tercer año de bachillerato conocí sobre la teología de la liberación puesto que algunos de los jesuitas extranjeros la diseminaban, hasta que el régimen dinástico los expulsó del país por considerarlos subversivos.

Hice mis estudios universitarios, también en Managua, en la Universidad Centroamericana. Estudié en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales por decisión propia como una opción cultural, a pesar haber recibido la oferta de una beca para estudiar en la Universidad de Michigan cuando me encontraba allá estudiando inglés después del bachillerato, y a pesar que mi padre me ofreció igualmente estudios en el extranjero. Después me arrepentí por supuesto, en particular por lo de la beca que no aproveché, la de  Michigan.

Me gradué por tanto en Managua de Doctor en Derecho en 1975, después de un proceso de evolución ideológica sustantiva debido a los estudios académicos, los personales y los de grupo, de las obras de Marx y Engels —entre otros autores— y debido a las condiciones sociales y políticas del país. Gradualmente me fui alejando de los conceptos religiosos católicos tradicionales en el que me eduqué, y después de un proceso anárquico de catarsis me acerqué a la filosofía materialista. Nada extraño en esos años, pero no dejé los valores y principios originales, aunque lo religioso me es indiferente desde hace mucho.

En diciembre de 1972 experimenté el terremoto que destruyó la ciudad de Managua, sin pérdidas en la familia, y en ningún momento había pensado ejercer la profesión de abogado después de la graduación, sabiendo de lo anacrónico y corrupto del sistema judicial de la dictadura de Somoza. Tampoco sabía qué quería hacer en el futuro, con la salvedad del interés a corto plazo de viajar al exterior a estudiar un postgrado junto con mi entonces recién esposa Virginia, por lo que acepté con gusto el ofrecimiento de mi padre de estudiar una maestría en derecho en la Universidad de Tulane en Nueva Orleáns, sin pensar en un destino práctico para esos estudios.

Desafortunadamente en el régimen actual de Nicaragua la corrupción, el servilismo y el oportunismo son mayores que en la época de la dictadura de Somoza, lo que incluye al poder judicial; y aunque estoy ejerciendo la profesión, no me relaciono con esas actitudes. Más bien las señalo y las critico abiertamente sin sufrir represalias puesto que no represento un peligro para el régimen.


Los Años en Nueva Orleáns


Sobre estos años ya me referí en la entrada correspondiente. Agrego que después de mis investigaciones para escribir mi tesis para graduarme como Master of Laws conocí y entendí muchísimo sobre la historia de Centro América, particularmente de Nicaragua, y sobre las relaciones de los Estados Unidos con la región y su injerencia como potencia imperial. Esto último me impactó de tal manera que investigué con mayor intensidad las intervenciones militares de los Estados Unidos en Nicaragua, lo que me llevó a Sandino y a comprender y simpatizar con el sandinismo

Cuando el principal líder cívico de la oposición a la dinastía somocista en Nicaragua fue asesinado en Managua a inicios de 1978, hubo una insurrección popular que capitalizó el FSLN hasta el triunfo militar a mediados de 1979. Y como dicho en la entrada sobre Nueva Orleáns, me integré a la red de solidaridad con el FSLN que se estableció en los Estados Unidos durante la guerra. Nuestro primer hijo Gonzalo había nacido en noviembre de 1978.

Regresé a Managua en el primer vuelo que salió de Nueva Orleáns en agosto de 1979 después de entregar mi tesis. A este punto no pensaba más que hacer mi contribución con lo que venía en Nicaragua, particularmente porque sabía que un buen número de mis compañeros del Colegio Centroamérica estaban involucrados con el FSLN en cargos de responsabilidad, y los consideraba íntegros. Y yo no le temía a un pensamiento y acción que cambiara las cosas en el país, aún si ese pensamiento era de izquierda. Todo lo contrario.

Una vez en Managua presencié el desorden inicial de una sociedad que sale triunfante de una guerra, lo que era más que comprensible, y busqué alguna colocación en el sector público revolucionario que fuera afín a mis estudios, investigaciones e inclinaciones. Después de un año y medio de trabajar en dos instituciones distintas me integré al servicio diplomático en el exterior, ya que descubrí que esa era mi vocación, y me integré por medio de quien fue el coordinador del sur de los Estados Unidos de la red de solidaridad con el FSLN durante la guerra. Él ya estaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Cosas de la vida.


En el Servicio Exterior 1981-1988


No imaginé que el nombramiento que se me haría en el servicio exterior sería para representar la joven revolución de Nicaragua ante los Organizaciones de las Naciones Unidas en Roma, Italia, donde me transferí con mi esposa Virginia y nuestro hijo Gonzalo, de dos años de edad. Serví en ese país siete años y medio entre 1981 y 1988 (en 1986 nació en Roma nuestro segundo hijo Mateo).

En los años mencionados, la solidaridad de los países miembros de los organismos internacionales con Nicaragua fue manifiesta en todo momento –con la salvedad de los Estados Unidos y alguno que otro aliado–, por aquello del apoyo y financiación de los Estados Unidos a la contrarrevolución, al considerar al gobierno revolucionario de Nicaragua un peligro para la región centroamericana, y por ende para la seguridad nacional de los Estados Unidos. La cercanía de Nicaragua a los gobiernos de Cuba, la URSS y demás países del entonces bloque socialista era anatema para los Estados Unidos.

Aun así, en los distintos foros de las organizaciones internacionales logré aislar la voz discordante de los Estados Unidos y promover y administrar la solidaridad con Nicaragua, no solo de los países miembros, sino que de los directores y personal en general de esas organizaciones. De esta manera Nicaragua logró la canalización de un promedio anual de US$ 25 millones de dólares en cooperación técnica y financiera, la mitad de los cuales se debió a gestiones propias. Esta es una realidad y la expreso sin ufanarme por ello, y en Nicaragua lo sabían las autoridades correspondientes.




Organizaciones de las Naciones Unidas en Roma


Durante mi estadía en Roma viajé a Nicaragua en distintas ocasiones y aprovechaba para visitar proyectos de desarrollo que contribuí a atraer hacia el país, incluso en áreas remotas donde podría haber actividad armada de la contrarrevolución; pero también comencé a realizar que no todos los problemas de Nicaragua se derivaban de la guerra, sino que también de los desaciertos de las decisiones económicas y políticas de los dirigentes del país. Esto provocó un gran descontento en el campo y el enrolamiento de miles de campesinos en las filas de la contrarrevolución. Vi incluso el alto nivel de vida que llevaban en Managua los dirigentes de la revolución frente al deterioro material y la pobreza del país, así como frente a la muerte innecesaria de tantos jóvenes obligados a servir en el ejército.

A mediados de 1985 decidí conscientemente moderar el tono contra los Estados Unidos en mis intervenciones en los foros internacionales, en parte porque ya cansaban por repetitivas; y en las reuniones de los Representantes Permanentes de los países de la región de América Latina y el Caribe me atreví a decir alguna vez que los problemas relacionados con el subdesarrollo en la región se debían tanto a factores exógenos como endógenos. Esto fue algunos meses antes del inicio de las reformas de la era Mijail Gorbachov en la URSS (país que no era miembro de los organismos internacionales en Roma), y antes del inicio del fin de la guerra fría

Intuyo que esa actitud independiente frente a la propaganda del régimen en Nicaragua se filtró al Ministerio de Relaciones Exteriores, y a mediados de 1988 fui brutalmente despedido y reemplazado sin opción a otra responsabilidad diplomática. La otra interpretación es que alguien en la Cancillería me consideró siervo de un señor feudal distinto del suyo, aunque jamás he sido siervo de nadie.

Me indignó profundamente el modo en que fui separado de mis responsabilidades diplomáticas, particularmente porque un año antes había solicitado por escrito mi reemplazo, y regresé a Nicaragua con mi familia sabiendo que no deseaba continuar formando parte del gobierno.

Lo primero que hice al regresar a Managua fue expresarle al dirigente cuya institución captaba e implementaba la cooperación de las organizaciones en Roma, las razones por las que no acepté trabajar con él. Me dijo que me había hecho el ofrecimiento cuando supo de mí mismo lo del despido, para que no me quedara de disidente en el exterior. No me conocía bien. Yo no soy ése, pero me alejé total y absolutamente de todo aquello que fuese gobierno y partido FSLN. En pocas palabras, los envié al carajo.


De Nuevo en el Servicio Exterior 1990-1997

Después de año y medio de mi despido del servicio exterior hubo elecciones libres, transparentes y observadas internacionalmente en Nicaragua, forzadas por los acuerdos de Esquipulas para terminar las guerras en Centroamérica, y en particular la de Nicaragua. El gobierno sandinista sobrestimó sus fuerzas y perdió las elecciones de 1990. No tuvieron alternativa más que dejar el gobierno para que cesara la guerra de la contra, al tiempo que algunos sandinistas se apropiaron personalmente de todo lo que pudieron que fuese del Estado: tierras, casas, empresas,  radios, periódicos, vehículos y demás. Hoy son nuevos ricos, y tienen nombres y apellidos. Lo sabemos en el país y en el exterior.

Presenté por supuesto mi interés en colaborar con el nuevo gobierno en el servicio exterior por la experiencia adquirida en los años anteriores, y porque me identificaba con las personas clave que dirigirían a Nicaragua hacia la paz. Fui de nuevo nombrado Embajador e hice bien mi trabajo. Tengo en mi posesión los reconocimientos que confirman lo dicho. 

En esta ocasión mi destino pasó por una estadía de tres meses en Berlín Oriental a mediados de 1990 como enviado especial a la República Democrática Alemana, para coordinar el regreso a Nicaragua de centenares de nicaragüenses que se encontraban estudiando en ese país en vías de reunificación con la República Federal Alemana. 

Por iniciativa propia ya había presentado en la Cancillería del nuevo gobierno lo que podría desempeñar como representante diplomático desde Viena, Austria, país neutral y con buenas relaciones con los países vecinos por razones históricas: la entonces Checoslovaquia, Hungría y Polonia, donde también se encontraban centenares de nicaragüenses haciendo estudios en razón de la alianza anterior del gobierno sandinista con el bloque soviético, con la salvedad que éste ya se había desintegrado.

Desde Viena fui por tanto Embajador no Residente ante los países mencionados, incluyendo Bulgaria. Viena es también la sede de una serie de organizaciones especializadas de las Naciones Unidas, y del Fondo de la OPEP para el desarrollo. 

Todo fue aprovechado diplomáticamente para asistir al nuevo gobierno de Nicaragua, que tuvo como uno de sus inicios la visita al país de Václav Havel al comienzo del mandato de la nueva Presidenta, por aquello de las transiciones de los regímenes totalitarios de Europa a los regímenes democráticos. 

Logramos la condonación de la deuda externa de Nicaragua a Austria así como préstamos concesionales del Fondo de la OPEP. Aquí un crédito que reivindico es el de haber elaborado un esquema de trabajo diplomático en y desde Viena que había propuesto en la Cancillería en su momento, y que había contado con aval del Director para Europa de esa época, un joven graduado en relaciones internacionales en el exterior.  El esquema propuesto fue aprobado por el Canciller puesto que él también entendió los beneficios del mismo para el país, pero no por el Vicecanciller, porque no acepté ser su enlace de negocios personales con la fábrica austriaca Steyr, y cuando llegó a ser Canciller por renuncia del anterior, me sustituyó

A mediados de 1992 por tanto fui transferido a Italia como Embajador después de cierto forcejeo ante la Presidencia, y concurrente ante Chipre; y de nuevo Representante ante los Organismos de las Naciones Unidas en Roma. Estuve en ese maravilloso país con la familia otros seis años, y desde el  inicio hice que Nicaragua fuera incluida en una lista restringida de la FAO para recibir asistencia técnica y financiera en seguridad alimentaria. 

Para las siguientes elecciones generales en Nicaragua en Octubre de 1996, el Presidente Electo me ofreció personalmente continuar en el servicio exterior. Su Ministro de Relaciones Exteriores sin embargo, por motivos de presupuesto y de su propia miopía política y terquedad, cerró distintas embajadas incluyendo la de mi asignación, y canceló mi nombramiento a mediados de 1997. Aún así me quedé en Roma con la familia a nivel privado para que los hijos culminaran su año escolar. 

A mediados de 1998 regresé a Nicaragua con mi esposa y nuestro hijo menor Mateo. El hijo mayor, Gonzalo, había ingresado a su primer año de universidad en otro país, y hube de retirarme de todo lo que significaba esa mi vocación diplomática. 

Lástima. Fui bueno en eso. 

P.S.: Una síntesis del escrito anterior fue publicado en la revista digital  Temas Nicaragüenses, No. 119, marzo de 2018, págs. 30-32.



17 de octubre de 2016

Cosas Curiosas




COSAS CURIOSAS DE LA VIDA


Tiempo atrás, en una introducción de Francesco Gazzoni a su Manuale di Diritto Privato, en la 3ra. edición de 1992 (ya va por la 17) que adquirí en la Universidad La Sapienza de Roma en 1997 cuando vivía por allá, y que consta de 1,494 páginas --el libro, no mi vida, la que puedo relatar en muchísimas menos páginas-- se atrevió a expresar de una manera muy personal los criterios que lo habían motivado a escribir semejante obracuando ya autores italianos anteriores habían publicado tratados sobre la misma materia.






Y en la introducción de la obra justificó su interioridad frente a los que lo criticaron por expresarse con conceptos propios del orden emocional más que del intelectivo --en la introducción solamente y en referencia a una edición anterior--, y no le importó. Lo hizo con mucho orgullo y a mucha honra por el trabajo realizado, y le doy la razón. Es una obra excelente y de gran rigurosidad técnica para todo estudiante o profesional que desee tener el derecho privado italiano a la mano en un solo libro, es decir, para los que conocen ese idioma. Soy uno de ellos.

Y no es cualquier cosa esa cultura jurídica a pesar de la descomposición propia de las sociedades que se corrompen en el poder por el paso del tiempo y las circunstancias. Me refiero al Imperio de Roma, las consecuencias de su disolución y a la recuperación de la tradición del Derecho Romano siglos después en la Universidad de Bolonia

El asunto de la intimidad del autor de la obra mencionada vino a mi memoria cuando me correspondió responder una llamada desde la ciudad de Miami el Viernes 14 de Octubre recién pasado (2016), de alguien que solicitaba una opinión legal de nuestra oficina. Dijo que había conocido a mi padre en Managua en 1966 cuando él (el de la llamada) trabajaba para un banco global de los Estados Unidos, y que en su opinión mi padre era el mejor abogado que había conocido en el país. 

Le agradecí por supuesto desde lo profundo, y hablamos un tanto de esos tiempos antes del terremoto de Managua de finales de 1972 (yo tenía 20 años entonces y estudiaba derecho), así como del cáncer de mi padre que se lo llevó cumpliendo apenas 70 años de edad, cuando estaba pretendiendo regresar fuerte a la profesión después de la locura de la revolución nicaraguënse de 1979-1989.






Esta es una fotografía de mi padre, Alejandro Carrión Montoya, retomada rudimentariamente de otra de un tanto antes de entrar en el cáncer que lo consumió y que se lo llevó al cabo de tres años, en Febrero de 1993, cuando yo estaba cumpliendo 41. ¡Qué desperdicio!

Y fue así como en esa conversación telefónica referida me vinieron a la mente y a mis emociones tantas cosas lindas y profundas, y a mucho orgullo, y así se lo expresé al interlocutor, y a mucha honra, puesto que lo dicho sobre el autor identificado antes me recordó que yo soy en buena medida la obra de  mi padre.  Hoy esa persona de la llamada telefónica es Vicepresidente de la Miami International Office de Merril Lynch.

Salud a todos y les deseo lo mejor.

¡Cuánta falta me hace mi padre!

P.S.: Mi padre tenía sensibilidad social y política. Se opuso a la dictadura dinástica de la familia Somoza hasta su derrocamiento en 1979, y solo puedo imaginar qué podría decir de la otra dictadura dinástica, la de otra familia en nuestro país.

9 de octubre de 2016

Música en Vivo




MÚSICA ESCUCHADA EN VIVO DESDE MI JUVENTUD 


(Hasta la Fecha de esta Entrada)



Esto es lo que recuerdo estando solo, o con mi esposa Virginia, o con mis hijos Gonzalo y Mateo, o con alguna que otra persona (no hay orden cronológico). Gonzalo me asistió en recordar algunos de los conciertos en Roma y Viena. Mateo estaba muy pequeño pero igual nos acompañó a escuchar a algunos de esos grandes grupos musicales y música sinfónica en teatros en Roma, Viena y Budapest. Gonzalo inclusive fue solo a un concierto de Guns N' Roses en Viena con un amigo del colegio. Tenía 13 años de edad, y fue por medio de él que me acerqué a ciertos géneros musicales que no conocía en esa época, y me gustan, y mucho. Igual sucedió tiempo después con Mateo. Otra generación y otra música, y ya nada me es ajeno.

Los conciertos más interesantes son los referidos en Nueva Orleáns, Viena y Roma.




Duke Ellington (Teatro Nacional)
Santana (Estadio Nacional)
Ravi Shankar (Teatro Nacional)
Kris Kristofferson (al abierto)
Alejandro Sanz (Estadio de Fútbol)
Carlos Vives (Estadio de Masaya)
Briganthya (Teatro Nacional)
Reis Demuth Wiltgen Jazz Trio (Teatro Experimental)
Uli Lenz Jazz Trio (Teatro Experimental)
Eva Kessel Jazz Quartet (Cinemateca)
Guitarra clásica (Salón de los Cristales)
Cuarteto francés de jazz (Alianza Francesa)
Dúo francés de guitarra jazz (Teatro Experimental)
Grupo danés de punk rock (al abierto)
Música de cámara (Teatro Nacional)
Música sinfónica (Teatro Nacional)
Grupos nacionales de jazz y rock (en locales)
Música popular y folklórica (Teatro Nacional)
Grupos de música bailable (en fiestas)
Grupos de mariachis (en fiestas)
Música folklórica (Santo Domingo)
DJ de música electrónica (al abierto)



MASAYA

Música y baile folklórico 
(en calles y casas)


LEÓN

Música y baile folklórico (en plaza)
Música bailable (Hotel El Convento)


PONELOYA

Música bailable (Hotel Lacayo)
Música rock (en local)


SOMOTO

Música bailable (boda en hotel)


BLUFIELDS

Música caribeña (en local)


CORN ISLAND

Música caribeña (en local)




Rock sicodélico (en la universidad)
Música folk (en la universidad)




Dave Mason (The Warehouse
Little River Band (The Warehouse) 
Eric Clapton (Teatro Municipal)
Muddy Waters (Teatro Municipal) 
Bluegrass (Student Union,Tulane) 
Carlos Santana (Teatro Municipal) 
Billy Cobhan (Auditorio de Tulane) 
Billy Joel (Auditorio de Tulane) 
B.B. King (Jazz Fest)
Dave Brubeck (Jazz Fest) 
Fats Domino (Jazz Fest) 
Andrés Segovia (Auditorio de Tulane) 
Carlos Montoya (Auditorio de Tulane) 
Profesor Longhair (Jazz Fest) 
Ballet Bolshoi (Teatro Municipal) 
Preservation Hall Jazz Band (Preservation Hall)
Grupos locales de jazz y blues (en bares )
Música celta (en local)



Miles Davis (Vienna Center) 
Joe Cocker (Stadthalle) 
Deep Purple (teatro) 
Blood, Sweat & Tears (Stadthalle) 
Carlos Santana (Arena) 
Procol Harum (teatro) 
John Scofield (festival de música) 
Arias de Mozart (Hofburg) 
Música de cámara (Belvedere) 
Música sinfónica (Musikverein) 
Luciano Pavaroti (Musikverein) 
Plácido Domingo (Rathaus) 
El Réquiem de Mozart (Catedral San Esteban) 
José Carreras (Teatro de la Ópera) 
Johann Strauss hijo (Volkstheater)
Música austríaca (en locales)



Cuartetos de Mozart (en El Castillo)



Música de Mozart (Catedral San Martín)



Ritchie Havens (Plaza Ciudad Vieja)
Música de cámara (en el hotel)



Música de Tchaikovski (Ópera Nacional)
Música de J.S. Bach (Iglesia de Matías)



Música de Chopin (Palacio Krasińskich)
Música de cámara (en el hotel)


BERLÍN

Música medieval 
(en festival al abierto sobre el medioevo)



Ópera rock Evita (Teatro Real)
Flamenco (en locales)



Ópera rock Cats (London Theater)



Dexter Gordon (Village Vangard) 
Ópera rock Los Miserables (Broadway) 
Grupos locales (en bares) 



Música y baile folklórico (Teatro Nacional)



Variedad (Hotel Riviera) 
Grupo rock local (Hotel Riviera)



(con mi padre antes de fallecer de cáncer)
Música cubana (en locales) 
Reggae (en locales)



U2 (Estadio Flaminio) 
Pearl Jam (Estadio Flaminio) 
Nirvana (Palaghiaccio 
Herbie Hancock (Testaccio)
Pink Floyd (al abierto) 
Jethro Tull (al abierto) 
Chick Corea (Teatro Tenda) 
Al Jarreau (EUR)
Jeff Healey (Testaccio) 
Joe Zawinul (EUR) 
Jeff Beck (EUR) 
Pat Metheny (Pala Sport) 
Ben Harper (EUR) 
John McLaughlin (EUR)
Bruce Springsteen (Santa Cecilia) 
Emerson, Lake & Palmer (Olímpico) 
Darius Brubeck (Celimontana) 
Ópera coreana (teatro)
Aida (Terme di Caracalla) 
La Traviata (Terme di Caracalla) 
Música de cámara (iglesias y teatros) 
Sinfónica (Auditorio de la RAI)
Piano clásico (Tempietto)
Sinfónica (Academia Santa Cecilia) 
Música brasileña (en local)
Música napolitana (en locales)
Música romana (en locales)
Música salsa (en locales)
Peña argentina (en local)




Festival de jazz 
(en plazas, calles y locales)



Festival mundial de música folklórica
(Incluyendo a Carlos Mejía y Los de Palacagüina)



Coro ortodoxo griego 
(Catedral Alejandro Nevski)
Música de cámara (en el hotel)



Country rock (en local para bailar)
Square dance (en local para bailar)



Mariachis (Plaza Garibaldi)



Grupos locales (en bares)



Tangos y milongas (Café Tortoni)



Variedad (Moulin Rouge)
Gustav Mahler (teatro)
Grupos locales (en bares)



P.S.: Escuchar lo de interés en You Tube.