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19 de octubre de 2022

De la URSS al regreso del Imperio ruso

 

De la URSS al regreso del Imperio ruso

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 18/10/2022)

  

“Se sueña lo que no se puede hablar.” (Silvio Rodríguez).

Como dicho en un artículo anteriorel Imperio ruso duró desde 1721 hasta 1905. Los últimos intentos del imperio de expandirse hacia los Balcanes fueron frustrados en 1856 por el Reino Unido, el Reino de Cerdeña, Francia, y los turcos otomanos; y por el Reino Unido y Austria-Hungría en 1878. El Japón detuvo la expansión rusa en el Lejano Oriente en 1905, y en 1906 el Imperio ruso fue transformado en una imperfecta monarquía constitucional. 

En marzo de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, Nicolás II abdicó por las protestas masivas en su contra, y se formó un gobierno provisional. En abril Lenin pactó en secreto con los alemanes –el enemigo– para que lo trasladaran de manera clandestina de Suiza a Rusia, con el compromiso de sacar a Rusia de la guerra. En octubre los bolcheviques le dieron el golpe de Estado al gobierno provisional, convirtiéndolo en un gobierno revolucionario socialista, comenzando así la guerra civil (1917-1922). 

En marzo de 1918 el gobierno bolchevique fue obligado a suscribir un tratado de paz con Alemania, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y Bulgaria (Tratado de Brest-Litovsk), por el que Rusia concedió la independencia a Ucrania, Georgia y Finlandia, y entregó Polonia y los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) a Austria-Hungría y a Alemania respectivamente. En julio Lenin ordenó fusilar a Nicolás II, su esposa y su descendencia para evitar cualquier reclamo al trono.   

Con el fin de la Primera Guerra Mundial, por la Conferencia de Paris y el subsecuente Tratado de Versalles de 1919, Polonia, los estados bálticos, Armenia y Finlandia recuperaron su independencia, y los imperios austrohúngaro y otomano fueron disueltos. Mientras tanto la guerra civil en Rusia continuaba entre el Ejército Blanco (anti bolchevique) y el Ejército Rojo. La República de Ucrania luchó al lado de los blancos por su independencia, pero el Ejército Rojo los derrotó a pesar del apoyo de Francia, Reino Unido y los Estados Unidos. Rusia se reapropió así de Ucrania, y en el Cáucaso, de Georgia, Armenia y Azerbaiyán. La Unión Soviética (URSS) había nacido. 

A la muerte de Lenin en 1924 lo sucedió Joseph Stalin, un burócrata del partido quien comenzó a purgarlo de los dirigentes leales a su predecesor, lo mismo que a los oficiales del ejército de los que desconfiaba. Les montaba juicios políticos sumarios, los acusaba de traición y los ejecutaba. Los purgados eran sustituidos por leales a Stalin. Ni Trotsky, el héroe de la guerra civil por organizar y dirigir el Ejército Rojo, escapó de la paranoia de Stalin. Lo mandó a asesinar en su exilio en México.

Stalin colectivizó al campesinado a la fuerza y requisó sus cosechas cuando las familias en el campo se negaban a entregarlas al Estado a modo de impuestos o a precios irrisorios. Entre 1932 y 1933 la hambruna que siguió fue particularmente aguda en Ucrania, la llamada Holodomor, por la intensa campaña para rusificar a los ucranianos que se resistían a ser vasallos de Moscú. No sabemos con certeza cuantos millones de campesinos murieron por la hambruna, porque sigue siendo secreto de Estado. 

Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial la URSS pretendió recuperar los territorios perdidos con el tratado de Brest-Litovsk de 1918, firmando un pacto de no agresión con la Alemania nazi (Pacto Molotov-Ribbentrop), por el que la Unión Soviética se anexionó los estados bálticos y la zona oriental de Polonia tras la invasión nazi a ese país en septiembre de 1939. En noviembre los soviéticos iniciaron una guerra contra Finlandia para reapropiársela. No lo lograron, pero se quedaron con una franja fronteriza como el precio que pagó Finlandia por la paz y su independencia.



Hitler no honró el pacto de no agresión con Stalin e invadió Rusia en 1941. Al final de la guerra la URSS se quedó con los países del este y del centro de Europa que había liberado de los alemanes, incluyendo la mitad de Alemania, imponiendo gobiernos comunistas dependientes de Moscú, lo que dio origen a la Guerra Fría. Ucrania, que deseaba ser independiente y occidental, había colaborado con los alemanes en la guerra contra los soviéticos, lo que Putin no perdona.

Los primeros en rebelarse a la dominación rusa en Europa fueron los obreros de Alemania oriental en junio de 1953, y fueron brutalmente reprimidos por el ejército soviético de ocupación. Lo mismo sucedió en Polonia en 1956. En Hungría en ese mismo año, la insurrección la iniciaron los estudiantes universitarios de Budapest, a los que se sumó gran parte de la población de todo el país. Se crearon milicias civiles, y parte del ejército húngaro se les unió. Los soviéticos tuvieron que enviar divisiones de tanques para sofocar la rebelión. En 1968 le tocó a Praga.

Fue por la política de transparencia y reestructuración del recientemente fallecido Mijaíl Gorbachov que en 1989 cayó el Muro de Berlín, y en 1991 la URSS se desintegró. Para evitar caer nuevamente en la dominación rusa, las repúblicas democráticas occidentales que se liberaron de la Unión Soviética se han integrado a la OTAN, ese pacto militar de defensa colectiva.

Putin, el autócrata expansionista de la Federación Rusa (Georgia 2008, Crimea y el este de Ucrania 2014), ha cometido el gran error de pretender conquistar una Ucrania que se defiende para preservar su identidad, libertad e independencia, apoyada con armamento enviado por países miembros de la OTAN. Vladimir Putin no acepta que la República de Ucrania es y quiere seguir siendo europea. Está en repliegue, y en su desesperación tira misiles de largo alcance contra ciudades ucranianas para obligarlas a rendirse.

El 12 de octubre del año en curso (2022), 143 de los 183 Estados miembros de las Naciones Unidas presentes en la Asamblea General, votaron contra la invasión rusa a Ucrania, contra los plebiscitos realizados en cuatro provincias de Ucrania aun ocupadas por Rusia, y contra su anexión a este país, por violatorio del derecho internacional. Solo cuatro países votaron con Rusia a su favor y 35 se abstuvieron.

23 de septiembre de 2022

Del Imperio ruso a la Revolución de Octubre

 

Del Imperio ruso a la Revolución de Octubre

 (Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 22/09/2022)

 

“El mejor monumento a las víctimas es la ausencia de monumentos a sus verdugos.” (Anónimo).

En el artículo anterior (La Prensa del 10 de septiembre) me referí a los orígenes del Imperio ruso en clave del Rus de Kiev, y por tanto de Ucrania. Resumiendo, el escandinavo Rúrik, por acuerdo entre tribus eslavas rivales en el noreste de la Rusia actual, comenzó su gobierno en Nóvgorod, que después trasladó a Kiev por conquista, iniciando lo que llegaría a ser el primer gran reinado eslavo oriental (892-1242), que se extendió desde el Mar Báltico en el norte hasta el Mar Negro en el sur. Su sucesor Oleg fundó una dinastía que reinó tanto en principados del Rus de Kiev como posteriormente en el Principado de Moscú. “He aquí los relatos de los años pasados. De dónde salió la Tierra Rusa. Quién en Kiev empezó primero a reinar y de dónde la Tierra Rusa llegó a ser”. (La Crónica de Néstor. Reconstrucción de la crónica primaria del rus, basada en un manuscrito del 1113). 



Fue Pedro I el Grande quien fundó el imperio ruso en el año 1721 después de haber conquistado la salida al Mar Báltico cuando derrotó a Suecia, y después de haber fundado San Petersburgo como nueva capital de Rusia para acercarse a Europa y modernizar su imperio. Posteriormente Catalina II la Grande (1762-1796), se deshizo de su marido el zar Pedro III para continuar las políticas reformistas de Pedro I, siguiendo así la tradición de Iván IV el Terrible de asesinar (envenenar) a sus rivales, tradición que continúa hasta la fecha. En latitudes más cercanas los opositores son eliminados a punta de bala, de encarcelamiento o de destierro. 

Entre 1772 y 1795 Catalina II se repartió la totalidad de los territorios de la Mancomunidad Lituano-Polaca con Prusia y Austria. El Imperio austrohúngaro se quedó con una parte del oeste del Principado de Kiev (Ucrania) que antes administraba Polonia, lo que es de gran importancia como veremos en otra ocasión. En 1790 Catalina venció a los turcos otomanos logrando la salida al Mar Negro (y al Mar Mediterráneo), acercándose más a Europa y aumentando el comercio marítimo. Para entonces Rusia era la potencia hegemónica del este de Europa y los sucesores de Catalina continuaron la expansión del imperio. 

Durante el siglo XIX los zares rusos se apropiaron de Finlandia, Moldavia y del resto de Ucrania por el reparto de Europa después de la derrota de Napoleón en 1815; de territorios del Imperio otomano; del Cáucaso persa; de la totalidad de Siberia y Alaska; de los kanatos túrquicos de Asia Central derivados del Imperio mongol (adelantándose al Imperio Británico que avanzaba desde el sur); y de grandes extensiones de tierra en el noreste de un Imperio chino debilitado, para entre otras cosas establecer puertos en el Lejano Oriente. Los japoneses pararon la expansión rusa en el oriente en 1905, comenzando así Japón su propio ascenso imperial. 

Para esas fechas Rusia era el mayor imperio del mundo y había logrado algún grado de industrialización, incluyendo la industria de armamentos y naves de guerra. Rusia adoptaba gradualmente el capitalismo como sistema económico frente al feudalismo, pero sin dejar de ser políticamente autocrática. El año 1905 significó el inicio del fin del Imperio ruso. Centenares de los miles de manifestantes que pedían reformas económicas, sociales y políticas ante el Palacio de Invierno en San Petersburgo después de perder la guerra contra Japón, fueron brutalmente masacrados y perseguidos por la guardia imperial. 

El descontento, las protestas y las exigencias populares continuaron hasta que el zar Nicolás II cedió y proclamó la libertad de asociación, de formación de partidos políticos, y convocó a elecciones para una asamblea nacional (Duma), por el horror que le había causado la carnicería perpetrada por las fuerzas represivas. El resultado fue la constitución de 1906 que instituyó una débil e imperfecta monarquía constitucional con el zar, apoyado por la nobleza terrateniente, conservando ciertos poderes autocráticos y la jefatura de las fuerzas armadas. 

En 1914 Rusia entró a la Primera Guerra Mundial al lado de Francia y Gran Bretaña (a las que se unieron Serbia, Italia, Grecia, Portugal, Rumania y los Estados Unidos), contra Alemania y Austria-Hungría (a las que se unieron el Imperio otomano y Bulgaria). El desastroso desempeño de las tropas rusas contra los alemanes por la incompetencia de sus comandantes, y la del zar, creó un gran malestar entre las filas castrenses y entre la población civil por las penurias y la pobreza causadas por la guerra. En 1916 inició una huelga general en San Petersburgo. El zar pretendió obligar a los obreros a regresar al trabajo recurriendo al ejército, que se rehusó a reprimir a los trabajadores y los defendió de la policía. 

El total desprestigio del zarismo favoreció la unión de la oposición burguesa y obrera contra el régimen. El conflicto sirvió en particular para organizar los soviets (consejos de obreros) y dar un mayor relieve a los bolcheviques en los acontecimientos que seguirían. La monarquía del zar Nicolás II por otro lado, estaba en manos de su esposa y de su consejero, el monje Rasputín. 

En febrero de 1917 hubo estallidos sociales espontáneos en distintas ciudades, en especial en San Petersburgo y Moscú, y un gran levantamiento popular en marzo obligó al zar a abdicar. El Gobierno Provisional que siguió, integrado por liberales y socialistas moderados asumió la dirección del Estado, intentando gobernar desde premisas políticamente moderadas para hacer de Rusia un país democrático al estilo occidental, pero pretendió continuar con la guerra. En abril de ese mismo año Lenin pactó con los alemanes su regreso a Rusia desde Suiza, a cambio de poner fin a la guerra, para liberar al ejército alemán del frente oriental. En octubre el golpe de Estado de los bolcheviques al Gobierno Provisional haría de Rusia el primer Estado socialista del siglo XX. El Imperio ruso como se había conocido entre 1721 y 1905 había dejado de existir. De sus escombros surgiría la URSS.



P.S.: Vladimír Solovyov, presentador de un programa en la televisión estatal rusa, propuso la creación de una coalición internacional que incluya a combatientes de Nicaragua, Cuba y Venezuela para participar de los ataques que ejecuta el régimen de Vladimir Putin en contra de Ucrania tras la invasión realizada a inicios de este año. Solovyov planteó que los soldados provenientes de estos países se instalen en la región de Donetsk ocupada por militares rusos. (Reportado por el medio Nicaragua Investiga).  

 

12 de septiembre de 2022

Los orígenes del Imperio ruso

 

Los orígenes del Imperio ruso

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 10/09/2022)


¿Eres demonio plebeyo, o de los de nombre? (Luis Vélez de Guevara, siglo XVII).

Cuando en el siglo XIII los mongoles invadieron los territorios del Rus de Kiev, que había sido el primer gran reinado eslavo oriental (892-1242), Moscú era un pequeño pueblo en el Principado de Vladimir-Súzdal, uno de los principados que surgieron de la división del Rus de Kiev por herencias dinásticas, luchas entre príncipes rivales y las invasiones de la Horda de Oro.

El Rus de Kiev surgió después de que tribus eslavas del noreste de Europa acordaran poner fin a sus diferencias, nombrando como único gobernante a un varego (vikingo sueco), quien se estableció inicialmente en la ciudad de Nóvgorod, a orillas del río Vóljov. La ciudad prosperó y se expandió hacia el norte, el sur y el este en territorio de la Rusia actual, como núcleo de una importante ruta comercial fluvial.  

Por tres décadas Nóvgorod fue la capital del pueblo rus (como los eslavos llamaban a los pueblos suecos) hasta que los Varegos se expandieron más hacia el sur, el este y el oeste, conquistando Kiev a orillas del río Dniéper en la actual Ucrania. Su objetivo fue intensificar el comercio con el Imperio bizantino y de diversificarlo desde los mares Negro, Azov y Caspio hasta el Mar Báltico, vía los ríos Dniéper, Don y Volga. Kiev se convirtió así en el centro político y económico del Rus, cuya máxima extensión la alcanzó en los siglos XI y XII, siendo entonces el reinado eslavo más grande de Europa y uno de los más prósperos.


La Rus de Kiev: El perimetro en rojo corresponde a Ucrania   


A finales del siglo XIII el arzobispo de Kiev se trasladó a la ciudad de Vladimir, capital del Principado de Vladimir-Súzdal (antes Rostov-Súzdal), por aquello de la anterior toma y saqueo de Kiev por los mongoles. Iván I trasladó en 1325 la sede del arzobispado al Principado de Moscú que había heredado de su padre, quien después de la disgregación del Principado de Vladimir-Súzdal por causa de los mongoles, había asumido el gobierno de una insignificante Moscú, ganando influencia tras lograr la paz entre vecinos rivales y la obtención de territorio adicional.

A Iván I, por la alianza con Uzbeg Kan (de la Horda de Oro) por matrimonio con su hermana, el kan lo nombró Gran Príncipe de Moscú y lo autorizó a recaudar tributos de otros principados. La intención de Iván I sin embargo era la expansión de su propio principado y el aprovechamiento de la posición favorable de Moscú para el comercio entre Nóvgorod y el río Volga. 

Esos fueron los orígenes del Rus de Moscú después del Rus de Kiev, que desde el siglo X había pretendido tomar Constantinopla, la capital del Imperio bizantino. Kiev no lo logró pero posteriormente firmó un tratado de libre comercio y una alianza militar con el emperador, hasta que los cruzados tomaron, saquearon y diezmaron Constantinopla a finales del siglo XII. Kiev había ya adoptado el cristianismo ortodoxo como religión y mucho de la cultura bizantina (griega), que luego pasó al Rus de Moscú.

Con la Horda de Oro en decadencia, el Gran Principado de Moscú se liberó de la tutela mongola después que los rusos vencieran a los mongoles por primera vez en 1380. Iván III, también llamado Gran Príncipe de Moscovia (1462-1505), aumentó considerablemente la extensión territorial del principado, derrotó de manera definitiva a la Horda de Oro en el este –que se dividió en kanatos–, hizo construir suntuosos edificios civiles y religiosos en el centro de Moscú (Kremlin), adoptó el título de Soberano de Toda Rusia, y proclamó a Moscú como la Tercera Roma.


Expansión del Principado de Moscú 1390-1525


Por su parte Iván IV el Terrible (1547-1584), se hizo coronar zar de Rusia, conquistó el kanato de Siberia y los kanatos al sureste de Moscú sobre el río Volga, centralizó el poder de manera autocrática y despótica, pero no logró conquistar Livonia (Letonia y Estonia) para tener una salida al Mar Báltico y por tanto acceso al comercio marítimo; fue vencido por Suecia, Lituania y Polonia, rivales de Rusia.

Iván el Terrible se volvió paranoico y psicótico después de la muerte de su esposa, y el resultado de conspiraciones, reales o no, fueron los asesinatos, comenzando un período de terror y sangre. Mató igualmente a varios de sus amigos, volviéndose aún más psicópata. En su locura llegó a refugiarse en creencias paganas y brujeriles. En un ataque de ira mató incluso a su hijo predilecto, el heredero al trono. (Tomado de es-academic.com).

Volviendo a Kiev, los mongoles no lograron conquistar Lituania ni Polonia, y en el siglo XIII un noble lituano logró unir a diferentes tribus bálticas para conformar un ducado que llegó a ser el Gran Ducado de Lituania, al expandirse grandemente incluso por territorios  del anterior Rus de Kiev –incluyendo a Bielorrusia y a Ucrania–, después de vencer con Polonia a la Orden Teutónica en 1410. Lituania fue el último reinado pagano de Europa puesto que esa orden religiosa militar tuvo el objetivo de conquistar y cristianizar a los pueblos bálticos.


Gran Ducado de Lituania en el Siglo XV 


El Gran Ducado de Lituania alcanzó su máxima extensión en el siglo XV y rivalizó con el Zarato de Rusia, igual que el Imperio turco otomano que había sustituido al Imperio bizantino. A inicios del siglo XVII se conformó la Mancomunidad Lituano-Polaca que llegó a ser el reinado más grande de la Europa de la época, hasta que comenzó su declive por las guerras con Suecia y Rusia en los siglos XVII y XVIII. El Zarato ruso logró así quedarse con el este de Ucrania.       

De regreso a Rusia, Pedro I el Grande de la dinastía Romanov (1682-1725) se extendió al Mar Báltico tras derrotar a Suecia después de décadas de guerras, y fundó San Petersburgo como puerto marítimo, base naval y nueva capital de Rusia. Pedro I proclamó el Imperio ruso en 1721, envió una expedición a Alaska e inició las guerras –sin éxito– contra el Imperio otomano para lograr el acceso al Mar Negro, entones impedido por los turcos otomanos y su kanato de Crimea,  que ahora controlaban la totalidad de sus riberas y las del Mar de Azov.



El mérito de derrotar a los otomanos y apropiarse de territorios al sur de Rusia igual que al oeste a expensas de la Mancomunidad Lituano-Polaca, le correspondió a Catalina II la Grande (1762-1796). De esta manera los rivales del Imperio ruso pasaron a ser Prusia y Austria, que se dividieron la totalidad de la Comunidad Lituano-Polaca entre 1772 y 1795 (el Imperio austrohúngaro se quedó con una parte de Ucrania al oeste del río Dniéper). Los rivales serían después Francia y Japón. Rusia ganó la guerra contra Napoleón en 1812 y la perdió contra Japón en 1905, cuando pretendió apoderarse de Manchuria en el norte de China.

A mediados del siglo XIX el Imperio ruso comenzó a expandirse en el Asia Central islámica, donde pueblos túrquicos habían fundado kanatos en tierras que antes habían sido del Imperio mongol, adelantándose al Imperio británico que avanzada desde el sur.  


Asia Central


El resto de la historia de la Rusia imperial es conocida, y hoy los ucranianos recuerdan el Rus de Kiev como estímulo para seguir luchando por su libertad, identidad e independencia.


12 de agosto de 2022

La religión del Estado y el demonio

 

La religión del Estado y el demonio

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 11 de agosto de 2022)

 

Remontarse a la aparición de los demonios en la historia es un asunto arduo. No hay modo de saber si hubo alguno en la prehistoria por no haberse encontrado indicio al respecto. Lo que conocemos es el arte rupestre de entre 45,000 y 10,000 años a.C. representando figuras zoomorfas, antropomorfas, de cacería o geométricas, pero nada más que eso.     

Sabemos sin embargo, por estudios arqueológicos y antropológicos realizados con el patrocinio de distintas instituciones especializadas, que después de la invención de la escritura los llamados demonios son referidos como seres sobrenaturales pero no malignos. De hecho, desde los albores de las civilizaciones mesopotámica, egipcia, india o maya, los demonios eran seres (sobrenaturales) de procedencia incierta o generados por otros dioses, aunque no eran siniestros. Al contrario, podían ser espíritus protectores, y probablemente de ahí vienen las prácticas de la llamada magia blanca, distinta de la magia negra.  

La estatua del dios Marduk, protector de los babilonios, era sacado de su templo por los sacerdotes una vez al año, no la de su esposa, para colocarla en otro templo fuera de los muros de la ciudad. Días después la regresaban al templo principal tras haber afirmado su dominio y sus beneficios sobre el territorio circundante. La estatua de Marduk fue respetada por Ciro el Grande de Persia después de la conquista de Babilonia en el siglo VI a.C., y liberó a los hebreos de su cautiverio.

Por otro lado, en la evolución de su cultura y de sus mitos, los griegos inventaron a Zeus como dios supremo que tiraba rayos cuando se enfadaba, pero igual hacía cosas buenas según plegarias y ofrendas, como los babilonios a Marduk y los persas a Ahura Mazda. Una cosa es cierta según el mito, Zeus no tenía moral ni escrúpulo alguno para hacer lo que le venía en gana porque era el más poderoso de los dioses y estaba por encima de la ley. Solo su esposa Hera le cobraba sus infidelidades.

Los romanos clásicos tampoco tuvieron demonios malévolos en sus conceptos religiosos y culturales. Eso no significa que no hubiese conocimiento de la maldad, pero era considerada un acto personal y no inducida por un ser maléfico. Entonces ¿quiénes inventaron a los demonios de hoy?

En todo el mundo antiguo, incluyendo Mesoamérica y más al sur, las sequías, inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, enfermedades y demás calamidades naturales eran atribuidas a dioses según sus competencias primigenias. (Cuando el terremoto de Managua de 1972 vi a un hombre de rodillas en la calle con los brazos alzados gritando que era en castigo por nuestros pecados).

Ha sido desde el judeocristianismo que nos ha llegado la creencia en seres maléficos llamados demonios, diablos, Lucifer y en última instancia Satanás, el jefe de todos los ángeles rebeldes creados por el mismo Yahvé. “El Demonio y sus atributos maléficos se van forjando entre las paredes de monasterios, conventos y abadías. Allí, teólogos y clérigos van aislando sus particularidades y características, germinando poco a poco la imagen aterradora que del Demonio llegó a tenerse. El Demonio se convierte desde la Baja Edad Media en un obsesivo y potente símbolo evocador de pecado y perdición.” (Víctor Vacas Mora, Morfologías del mal. El demonio en el viejo y el nuevo mundo).


El demonio por ende es una invención foránea a las creencias y tradiciones ancestrales de las grandes culturas locales. El baile de Los Diablitos ejemplifica la sátira por la descrecencia de las ideas de la religión española sobre el mal. Aquí no había venido Satanás, lo trajeron de afuera, y aunque si bien es cierto que los ritos de sangre eran una constante, no tenían nada que ver con el diablo.

Ahora resulta que los sacerdotes de la religión del Estado utilizan en su liturgia al diablo ante su exigua feligresía, diciendo que los demonios son los otros, pero no están dispuestos a exponerse ante religiosos entrenados y certificados para realizar exorcismos, más bien los persiguen, los silencian, los encarcelan o los destierran.

El condecorado en la plaza en el ritual del 19 de julio pasado habló en inglés, no por los Estados Unidos sino que por Inglaterra. Es súbdito de la Corona Británica en un territorio insular de no más 400 kilómetros cuadrados y 110,000 habitantes. Son islas del Caribe que el imperio español les cedió al imperio inglés en el siglo XVIII y hoy son una monarquía constitucional (parlamentaria), como en el Reino Unido. La reina de Inglaterra es representada en las islas por un gobernador inglés nombrado por la reina misma, a quien jamás tildan de imperialista, mucho menos de demonio. Lo anterior significa que hoy cualquier otro territorio británico de ultramar, por más pequeño que sea, podría declarar su independencia con el inglés como idioma oficial y la reina de Inglaterra como su soberana, sin ser menoscabo de nada ni incitación del demonio.

Abjasia, Osetia del Sur, Crimea y dos provincias del este de Ucrania se han declarado independientes de la República de Georgia y de la República de Ucrania respectivamente, pero por incitación rusa con el ruso como idioma oficial. Ahora Rusia pretende ir a la conquista de toda Ucrania para rusificarla, pero Rusia jamás en su historia ha sido expansionista según los sacerdotes de la religión del Estado. Aparentemente para ellos los rusos invasores son ángeles no demonios.  

P.S.: El patriarca de la iglesia ortodoxa de Moscú podría ser invitado oficialmente a venir a Managua a catequizarnos sobre el origen del bien y del mal, aunque sea en ruso.

 

20 de julio de 2022

De brujas, magos, hechiceros y herejes

 

De brujas, magos, hechiceros y herejes

(Artículo de opinión publicado en el diario La Prensa el 15 de julio del 2022)

  

“¿Esta creación de dónde surgió? Quizás fue producida o quizás no. El que la vigila desde lo más alto, él sólo lo sabe. O quizás no lo sabe.” (Rig Veda, Himno de la creación, X 129, segundo milenio antes de nuestra era). 

Ese es un misterio que el hombre no puede comprender, y esa humildad de la razón tiene como versión filosófica la ironía. (Tomado de El elogio del asombro, de Juan Arnau). Para aquellos que tienen la paciencia o la curiosidad de continuar leyendo este artículo, comprenderán su sentido irónico si llegan al final del mismo, que a veces es el inicio de otro. 




Y no, no soy seguidor de ningún disociador, y menos pertenezco a las legiones de ángeles rebeldes que se insubordinaron para tentar a los mortales y llevárselos a su reino, donde quiera que ese quede. 

Creer en el Dios de la Biblia y en su hijo es un asunto de fe individual. Los discípulos de Jesús se fueron después a predicar cada quien por su lado, lejos de Pablo de Tarso, quien inventó su propia teología. Pedro no tuvo más alternativa que seguir a Pablo a Roma, la todavía capital del Imperio Romano, para que Pablo no se quedara con el mandado que Jesús le había encomendado, o al menos algo de eso dice la tradición. 

Esta es una aseveración minimalista del porqué los apóstoles no eran entusiastas de Pablo, porque también había sido fariseo, soberbio y autoritario, al menos cuando joven. Dijo que recibió el evangelio de Cristo directamente en una revelación, aunque lo más probable es que su conversión haya sido gradual al notar que su violenta persecución de los cristianos, como secta religiosa contraria a la suya, no tuvo el efecto deseado. Recuérdese además que los discípulos originales fueron partidarios de predicar solo entre los judíos, los circuncisos, los del pueblo escogido por Yahvé. 

Los judíos sin embargo siguen siendo judíos. ¿Qué pasó entonces? Que Pablo predicó sobre una nueva religión individual tanto a judíos de la diáspora como a gentiles en un mundo en decadencia política y moral, plagado de antiguos dioses y de cultos distintos incluyendo el culto divino al emperador romano. Pablo dictó (o escribió) sus epístolas años antes que los evangelistas reconocidos por la iglesia escribieran sus propios textos. En esas epístolas se encuentra plasmada la teología de Pablo, en la que se ancló. 

“Toda la prédica de Cristo [oralmente retomada por sus discípulos] está orientada hacia el perfeccionamiento del ser humano particular y no de la sociedad y del Estado...El individualismo de la nueva sociedad necesitaba también una religión privada; de ahí surge el cristianismo.” (Tomado de Alejandro Serrano, quien además cita a Georg Lukács). 

Ahora se entenderá por dónde viene el asunto. La persecución a los sacerdotes de la Iglesia Católica en nuestro país por un régimen autoritario, no es más que la expresión adicional de una dialéctica perversa para conducirnos hacia un régimen finalmente totalitario y dinástico. De ahí la necesidad de regresar a una religión del Estado basada en el sincretismo y en el culto a la personalidad (para legitimar la sucesión). 

Eso no sería posible, sin embargo, sin la complicidad de las otras confesiones o sectas religiosas cuyos pastores callan, o sin la complicidad de los que pretenden que ya regresamos al business as usual. En ese sentido recuerdo bien a alguien que en la asamblea general de una cámara empresarial dijo, antes del 2018, que la responsabilidad de los empresarios con la sociedad (RSE) era una cuestión de moda. Otros pensamos que se trata de contribuir permanentemente con la sostenibilidad de una sociedad libre, y por tanto con la construcción de un Estado de Derecho. Un anhelo de vieja data. 

Augusto Sandino es uno de esos héroes de la religión del Estado. Fue teósofo y liberal según el liberalismo de la época, y Franklin Roosevelt retiró a los marines de Nicaragua por aquello de la Política del Buen Vecino y de los recursos naturales de la región, previendo la guerra de Hitler y los suyos en Europa. 

Sandino se creyó vencedor y a mucha honra, a pesar de las atrocidades de toda guerra, pero no descifró la trampa. Pretendió una porción considerable del territorio en el norte del país bajo su administración y su ejército, y fue fusilado.

Sandino dijo que había que defender la soberanía frente a la intervención del imperialismo yanqui, pero no explicó el porqué de la misma, el de las constantes guerras y golpes de estado entre facciones sociales y políticas criollas, con la consecuente inestabilidad que invitaba a potencias extra continentales a apoderase nuevamente de territorios vecinos de los Estados Unidos, y del Canal de Panamá. Quizás Sandino esto no lo entendió, como no comprendería hoy, si viviese, por qué su legado está muerto. 

Hoy la religión del Estado tiene como héroe a Vladimir Putin, el invasor de otras soberanías, anatema de Sandino. Una de las diferencias sustantivas entre el cristianismo y la nueva religión del Estado y sus propagandistas, es que los antiguos rituales de sangre fueron trasladados en la liturgia cristiana a una transubstanciación simbólica; en la nueva religión del Estado los rituales de sangre son literales. 

Sobre brujas, magos, hechiceros y herejes, recomiendo leer la Historia de la brujería en España, de Joseph Pérez, Editorial Espasa, 2010. 

P.S.: Este artículo fue concebido, diseñado y escrito como introducción a la liturgia de la religión del Estado, del 19 de julio del 2022. 

 

22 de junio de 2022

Jamás rezar ese Rosario

 

Jamás rezar ese Rosario

(Artículo de opinión publicado en La Prensa, Nicaragua, el 22/06/2022)

 

 “La diferencia es un principio esencial del pensamiento” (Ludwig Feuerbach).

Hay quienes no representan categorías absolutas del pensamiento, quizás con la salvedad de lo dicho en el título de este artículo.  El escepticismo filosófico llega después del bachillerato, puesto que desde una universidad autónoma, cuando se tiene acceso a ella, se entra en contacto con distintas corrientes del pensamiento.

Se ponen por tanto a un lado, al menos por un tiempo, antiguos conceptos provenientes del Cercano Oriente pregonados desde los púlpitos. La excepción son los textos sobre el respeto a la dignidad humana, y Ludwig Feuerbach, un alemán del siglo XIX, entre otros, dio a entender que no se requiere de Dios para intuir y respetar la dignidad del ser humano (“Dios no es más que el espíritu humano proyectado al infinito”).

 



Como hay los que dicen saber más sobre las categorías del pensamiento, a Feuerbach lo consideraron un humanista ateo, lo que eso signifique. Después se salta invariablemente a Carlos Marx y a su compañero de aventuras Federico Engels. Inicialmente parecían convincentes pero descalificaban a cualquier otro que no estuviese de acuerdo con sus razonamientos. Se opta así por la rebeldía individual después de leer a Hermann Hesse, otro alemán, afirmada con las lecturas de los existencialistas franceses. 

Los comunistas rusos (preindustriales) encasillaron el marxismo-leninismo como dogmas en los libros de la Editorial Moscú, que también se usaban en las escuelas en Cuba. Esa editorial desapareció con la caída y disgregación de la URSS porque la nomenclatura rusa no fue dialéctica, como no lo ha sido nomenclatura socialista alguna (de Milovan Djilas, La nueva clase). Espero que no se me mal interprete, fui simpatizante de la revolución sandinista, mea culpa, hasta que ya no, y fui despedido hace tres décadas y media para no volver. 

Hoy no se sabe que es el socialismo, menos donde una señora muy mayor de edad lo pretende todo con su sincretismo religioso. Su interés último es ser presidente por cualquier medio. Es una enfermedad atávica de culturas desfasadas a la William Walker. Es por eso que la señora espera suceder a su marido mantenido en pie con alguno que otro fármaco. Así podrá colmar su ambición enfermiza, al menos por una temporada, porque su marido no le ha soltado nada del poder real, el ejército y la policía. 

A ella, como advenediza, solo se le ha permitido entrometerse en los asuntos de un partido que ya no es, y en nombramientos y destituciones de funcionarios del sector público, jueces y magistrados corruptos, para seguir colocando incondicionales en su red política. Las fuerzas paramilitares al parecer ya fueron desarticuladas, al menos por ahora, para evitar la consolidación de otro cuerpo armado fuera de su administración. A la señora le quedarían el partido y sus derivados, los incondicionales nombrados por ella, y su descendencia, hasta que probablemente le pase lo de Isabel Perón.

Fue curioso para mi descubrir tiempo atrás, que textos de pensadores griegos y latinos clásicos fueron a parar a manos de pensadores musulmanes en la España medieval, quienes los tradujeron y los comentaron. Fueron estudiosos musulmanes los que rescataron para Europa esos textos manuscritos guardados con celo en sus bibliotecas.

Me refiero en particular a Aristóteles porque los pensadores musulmanes tenían mentes inquisitivas sobre la naturaleza.  Veían tanto hacia abajo (la tierra) como hacia arriba (los astros), siglos antes de que Galileo fuese obligado por la Santa Sede a retractarse y a callar, so pena de ser condenado por hereje por afirmar que el centro del sistema solar era el sol, no la Tierra, y que el sol tenía manchas, anatema de una creación pura. Aun así, Galileo, el genio, fue enviado a arresto domiciliar, falleciendo después callado en su encierro. (Mejor callado que quemado vivo).

 



Se entiende por tanto que después de la expulsión de musulmanes (y judíos) de la España reconquistada por los católicos, los pensadores europeos se fueron apropiando de los griegos y latinos en sus universidades, gracias a la imprenta de Gutenberg de mediados del siglo XV, otro alemán, lo que permitió la impresión de textos manuscritos copiados por monjes en los monasterios.  La Santa Sede fue así perdiendo el monopolio de lo que se podía pensar y creer, llegando también a perder el último vestigio de su poder temporal en el último tercio del siglo XIX, Roma. La Iglesia Católica sin embargo, con todos sus errores humanos, históricamente, como institución, contribuyó a la preservación de la llamada civilización occidental, la nuestra.

El idioma español igualmente tiene una carga histórica y cultural que va más allá de cualquier prejuicio, y está en constante cambio bajo la supervisión de la Academia Nicaragüense de la Lengua, la recién cerrada por órdenes de la que no quiere que hablemos libremente. Pero no habrá modo de que la señora pueda seguir reprimiendo la liberad del pensamiento y la expresión escrita cuando su marido ya no esté. Su sincretismo religioso es en extremo primitivo y no habla inglés ni francés como dicen que lo hace. Solo habla un monólogo cacofónico derivado del dialecto de Castilla, el que por cierto escribe muy mal.

He aquí el porqué del título de este artículo, y algunos que ya salieron huyendo al exterior le dicen a los que nos quedamos que seamos valientes. Dan risa.

(En homenaje al tío Jorge Carrión Montoya, el último de sus hermanos, Luis, Humberto y Alejandro mi padre. No dejó de ser él mismo. Falleció en Managua el 13 de junio de este año 2022. Siempre se burló de los dirigentes sandinistas. Perdió la hacienda que le heredó su padre, mi abuelo, por expropiación de la revolución sandinista para realizar un proyecto fallido. No perdió sin embargo el sentido del humor).


18 de mayo de 2022

La retrospección

 

La retrospección

(Artículo de opinión publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 17 de mayo del 2022)

 

Retrospección: mirada o examen hacia atrás.

 

Qué difícil es la retrospección. Es como regresar en una máquina del tiempo a enmendar errores del pasado, lo que solo se puede hacer en la mente.

A veces somos injustos con nosotros mismos por haber sido jóvenes e idealistas. Esos tiempos ya pasaron para nuestra generación, y veo el futuro repitiendo lo de ayer, porque hay los que no aprenden por estar ávidos de poder y de dinero, o por atavismo cultural.

Queda depositada la esperanza en las nuevas generaciones, aunque parezca misión imposible por las actuales circunstancias del país. No se requiere repetirlas aquí, bien las conocemos, incluyendo la emigración (por necesidad) de decenas de miles de los nuestros de los que el régimen no dice una palabra, menos de los que mueren tratando de llegar al odiado imperialismo. Callan a conveniencia y despotrican a conveniencia y hay tontos que lo creen todo, no los cínicos por supuesto, los que son parte del negocio.

Suspendo por tanto desde ahora las críticas a asuntos del pasado sin haber estado en el momento y las circunstancias de los acontecimientos, a no ser que los haya investigado diligentemente (como lo he hecho en otras ocasiones). Pido por tanto humildemente disculpas a quienes hasta ahora he ofendido estando en cualquier estado de la conciencia, alterada o no, por no haber interpretado correctamente los hechos fenoménicos, los que se manifiestan a los sentidos.

Lo anterior excluye toda repugnancia que pueda sentir y por ende expresar de los hechos que se manifiestan en la actualidad, que no son más que meras opiniones en tono sarcástico, lo que no amerita pena moral ni legal según mis profundos conocimientos de la legislación represiva nacional. Aun así he comprobado que mi teléfono móvil está intervenido. El espía tenía abierto el micrófono y se escuchaba su televisor, se lo dije y se desconectó. Se lo agradezco.

Previendo lo anterior, por si mi teléfono móvil es incautado por algún agente represor en uniforme o no, decidí semanas atrás salir de los grupos de familia con los que estaba en contacto en una red social. No porque ahí se dijesen cosas que pudiesen ofender a otros, sino que para protegerlos de algún despistado del régimen.

En mi familia no se acepan ni se difunden noticias falsas ni se miente. La mentira es anatema. Mi madre, nacida en Brooklyn de padre de origen irlandés, nos ha dicho que en su casa la mentira era prohibida. Lo mismo sucedía en la casa de mi padre en Managua. El ejército de mitómanos oficiales da lástima más que desprecio, son torpes a la enésima potencia, solo deben repetir el discurso que se les envía como si nadie se diese cuenta de sus mentiras.  

Un ejemplo de lo anterior es el de un diputado perenne que desde que sus hijas, que ocupaban cargos en el servicio exterior renunciaron a ellos, vocifera más enérgicamente su lealtad a los amos. El pánico campea porque no saben hacia donde los conduce el secretismo dinástico. Ni los hijos lo saben, solo obedecen órdenes como los demás, incluyendo a aquellos empresarios a quieres les atrae más el olor del dinero que el de la justicia.

Recuerdo una cámara de comercio antes del 2018 que cuando los de la dirección dijeron que era tiempo del relevo generacional, empezaron a colocar a sus hijos en los cargos que estaban dejando. Hoy los padres les dicen a los hijos que salgan del peligro que significa ser directivo en una cámara empresarial. Así han entrado en escena otros actores que nada tienen que perder pero que desean figurar, o que son allegados al régimen. Si me equivoco pido disculpas. Ahora los empresarios van con el BCIE de la mano del régimen a la renovada persecución del dinero.

¿Y los reos políticos? ¿No merecen la vida y la tranquilidad de sus familias? ¿Que dejen de ser sometidos a tratos crueles e inhumanos? ¿No es ese acaso el objetivo del régimen, llevarlos al borde de la muerte para mantener el terror o para negociarlos? ¡Qué le puede interesar el derecho internacional a los del régimen!  Solo cuando les conviene.

En Ucrania no hay menoscabo de la soberanía nacional ni de su integridad territorial, palabra de Vladimir Putin, y Joe Biden ya está negociando con Nicolás el acceso al petróleo venezolano por las sanciones a Rusia. Díaz-Canel y Danny se quedan en la tubería de salida. ¿Maduro traidor? ¿O sálvese el que pueda? Sorry Danny, dice Maduro, agárrate del BCIE y de los empresarios vende patria porque ¡viva la patria!, tu numerosa familia digo, porque Rusia ya se fue al carajo. Te quedan Irán y la China continental, pero no vas a lograr un gran qué por ahí, lo digo por experiencia, y seguirás aumentando la deuda pública como solo tú sabes hacer.

¿El hijo predilecto canta todavía?, sigue preguntando Maduro, ¿o vas a enviar a tu general con los tanques rusos a Ucrania para apoyar a Vladimir? Si es así, para cuando los hayas enviado ya no estarán para defenderte del pueblo. ¡Amárrate con los yanquis, como yo, no está mal, y síguele mintiendo a la gente, que para mentir somos expertos!  Que Díaz-Canel se las arregle como pueda, que siga enviando migrantes por Nicaragua al odioso imperialismo para recibir remesas y mantener el régimen, igual que tú y yo Danny Boy, somos unos genios, ¡hemos superado al güegüense!

P.S.: Danny Boy es una balada celta que simboliza la independencia de los irlandeses frente al dominio inglés de siglos atrás, más ahora que el Sinn Féin (partido nacionalista irlandés) ganó las elecciones libre y transparentemente en Irlanda del Norte (Reino Unido). Imaginen ustedes elecciones libres y transparentes por estos lados, y sin necesidad de los votos en el exterior, ja,ja,ja. Digo esto antes de la aprobación de la ley de extinción de los seres libres.

Fin de esta retrospección.