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29 de enero de 2019

Sobre Desertores y Traidores



Sobre Desertores y Traidores


(La renuncia pública de un Magistrado de la Corte Suprema
de Justicia de Nicaragua en enero de 2019)


En el Diccionario de la RAE el vocablo desertar tiene distintas acepciones según las circunstancias, las que adapto aquí sin desviarme de su significado. Dicho de un soldado, desertar es desamparar a sus compañeros abandonando sus banderas. Desde el punto de vista social, desertar es abandonar a las personas que se solían frecuentar. En derecho, desertar es separarse de una causa o abandonarla. Y por último, desertar es abandonar las propias obligaciones o los propios ideales.

Como se notará, en todas las acepciones el verbo común es abandonar.

Traición, por otro lado, es la falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe tener con alguna persona u organización. En derecho es el delito cometido por civiles o militares que atentan contra la seguridad de la Patria. Y sobre la alta traición, en el mismo Diccionario de la RAE se expresa que es la que se hace contra la soberanía o contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado, así como actuar alevosamente faltando a la lealtad o a la confianza de alguna persona o institución.

De lo anterior se infiere que la renuncia pública de un Magistrado de la Corte Suprema de Justicia –cómplice del régimen– a principios de enero de 2019 (abandono de obligaciones), y a la militancia de su partido político (quebrantamiento de la fidelidad y lealtad a una organización), podría tener la doble implicación de deserción y de traición en dependencia de las circunstancias de la renuncia.

Si la renuncia por cualquier causa que fuese es de carácter privado –por medio escrito se entiende– ante las instancias correspondientes institucionales y políticas, estas instancias tienen a su arbitrio la potestad de coordinarse para administrar tal renuncia, guardando silencio o utilizando la manipulación y la mentira con todos sus medios afines, lo que es parte de la esencia de la actual estructura del poder en el país.

Si por otro lado la renuncia es hecha públicamente explicando el distanciamiento institucional y partidario con argumentos contundentes y veraces de orden político, habría que recibirla al menos con el beneficio de la duda, particularmente cuando se hace o se haya hecho con referencia a los informes de los organismos nacionales, regionales e internacionales de derechos humanos en los que se denuncian los distintos crímenes cometidos por el régimen en el poder –antes o después de conocerse el informe de finales de enero de 2019 de la delegación del Parlamento Europeo sobre la situación en Nicaragua.





Ser tildado de traidor a través de los medios del régimen por una renuncia pública como la descrita es muy peligroso para la integridad personal de quien la hace, en particular si se trata de un operador político del régimen en el Poder Judicial, y se justifica plenamente su exilio. Queda la interrogante si dicha renuncia sería de carácter oportunista, por las sanciones  internacionales eventuales que se aplicarán a ciertos funcionarios y sus activos con efectos tanto dentro como fuera del país, afectando además los derechos sucesorios de su descendencia, o si sería un acto de conciencia. Solo con el pasar del tiempo se llegará a saber la verdad.

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Síntesis del Informe de los Eurodiputados 
sobre la Situación en Nicaragua 01/2019


Nota: este artículo, con algunas variantes, fue publicado en el diario La Prensa el 5/02/2019 2019.

10 de enero de 2019

Premisas para el 2019



Premisa para el 2019 en Nicaragua


(Artículo de opinión publicado en el diario La Prensa 15 de enero de 2018)


Si de premisas se tratase para este 2019 en Nicaragua y poder expresar la esperanza de encontrar una salida a nuestro infortunio como país, se tendría que tomar en consideración el sufrimiento de cientos de familias rehenes de la injusticia, la impotencia y la frustración por la masacre, el encarcelamiento, las desapariciones y el éxodo de decenas de miles de jóvenes provocado por el régimen en el 2018.

Para ilustrar lo que sigue en este artículo, explico que décadas atrás le propuse matrimonio a una joven para que creciéramos y nos desarrolláramos juntos en igualdad de condiciones. Y entendimos en conjunto que la dictadura dinástica de Somoza debía terminar para que Nicaragua fuese libre y pudiese prosperar. Y contribuimos como nos fue posible desde el exterior donde nos encontrábamos, para que la dictadura fuese derrocada.

Cincuenta y cincuenta fue la propuesta que le hice a aquella joven a mediados de 1974, mucho tiempo antes que otra pareja se rindiese ante las extorsiones de la esposa por los abusos del marido; y hoy impera en el país una dictadura más feroz que la anterior.

Curiosamente un profesor de sociología en la universidad me tildó de machista en aquella época, demostrando que le interesaba la libertad de la mujer solo para su propia gratificación. Aun así sigo siendo un convencido de la igualdad y de la complementariedad entre los géneros, el masculino y el femenino, porque no conozco otros, aunque sé que existen y que tienen sus derechos.

Sobre la igualdad de género recibí hace poco el vínculo a un documental sobre “Las Sandinistas”, protagonizado por mujeres sandinistas históricas, combatientes desde su juventud, quienes expresan su inconformidad con la sociedad machista en la que aún vivimos a pesar de la “revolución”.

El vínculo al documental, que estuvo accesible solo temporalmente, me fue enviado por una joven hija de un combatiente histórico, que como sus hermanas y primas han estudiado una carrera universitaria dentro y fuera del país con financiamiento propio, han viajado y hablan distintos idiomas logrando su superación, la que hacen participativa a los miembros más jóvenes de la familia, y eso es  bueno.

Digo todo esto porque me impresionó que en el fatídico 2018 centenares de miles de mujeres jóvenes, madres y aún abuelas salieran a las calles a protestar contra la represión, la masacre y la persecución a sus hermanas, hermanos, hijas, hijos, nietas y nietos, asesinados unos  –hoy mártires– y encarcelados otros por órdenes de una pareja disfuncional, la de los discursos infantiles según el Secretario General de la OEA, después de conocer el contundente informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la criminalidad del régimen.


Por tanto, si una premisa pudiese avanzarse para el 2019, sería la de la justicia para las hermanas, madres y abuelas de los mártires y de los presos políticos del 2018 en Nicaragua.