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29 de abril de 2023

Sobre el imperialismo y el colonialismo

 

Sobre el imperialismo y el colonialismo 

(Publicado inicialmente en el diario La Prensa de Nicaragua el 28 de abril del 2023)

 

“En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que puede ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural”. (Julio Cortázar, Destino de las explicaciones). 

Cuando desde su tribuna el Pontifex Maximus se refiere al imperialismo y al colonialismo, no provee datos ni referencias históricas veraces, solo los condena, y solo a los Estados Unidos en particular y a Europa en general, con la salvedad de España la mala, señalada con nombre y apellido. Sin embargo algunos del círculo del Pontifex Maximus tienen propiedades en esos países, y el régimen de la Nicaragua del presente bien podría ser tildada de colonialista. Esto se entenderá si se lee la totalidad de lo que sigue, porque estoy cierto que la primera impresión del lector será de incredulidad, y está bien. 

A la tesis propuesta agrego que solo interpreto la historia y la sintetizo según mis propios conocimientos y criterio. A veces podré equivocarme en los detalles según las fuentes utilizadas, pero pienso que no en lo macro. Otra aclaración: como saben los que llevan mi expediente, al único partido al que pertenezco es al partido satírico de los bebedores de cerveza, de esos que existen en la Europa imperialista según el Pontifex Maximus, como en Polonia, Austria, Alemania y la República Checa. Históricamente los imperios han surgido por guerras de conquista (invasiones) o utilizando métodos coercitivos por ambición de poder, las riquezas, la fama, la apropiación de recursos naturales (incluyendo esclavos), el comercio, o por razones estratégicas como el interés de construir un canal interoceánico. 

Los imperios han sido y son de distinta naturaleza. Todos han llegado a serlo por conquista o por coerción como dicho, o ¿alguien espera que lleguen a su puerta a preguntarle si quiere ser el vasallo de otro en nombre de la paz? Sería una simple extorsión. Aprovecho para referirme a los neandertales, que se extinguieron por el avance de otra especie de homínidos con mejores armas de cacería, de ataque y de defensa. Igual que los neandertales, los sapiens emigraron desde el África Oriental persiguiendo las manadas de animales de los que aprovechaban la carne, los huesos y las pieles. Resultado: si se encontraban con los neandertales los eliminaban por el control del territorio. He ahí la semilla de los imperios, el homo sapiens.

El primer imperio conocido fue el acadio que data de mediados del segundo milenio a.C. por la conquista y posterior exigencia de tributos por nómadas semitas a las ciudades-estado sumerias. El segundo imperio fue el egipcio. Otros imperios, más o menos antiguos, fueron creados no solo por apropiación de territorio o para establecer fronteras, sino que para apropiarse de poblaciones enteras (imperios asirio, hitita, babilónico, persa, macedónico, romano, bizantino, carolingio, chino, indio, jemer, árabe, mongol, otomano, ruso, etíope, japonés); otros para establecer colonias con las cuales comerciar de manera exclusiva (Grecia, Fenicia, España, Portugal, Inglaterra, Francia, Bélgica, Países Bajos y Alemania hasta la Primera Guerra Mundial); otros para apropiarse de materias primas, fuerza de trabajo, crear un mercado para sus manufacturas y dominar flujos de capital y las rutas marítimas (esta es la etapa superior del imperialismo como Inglaterra, Francia y los Estados Unidos según Lenin, creo); y otros para colonizar y explotar parte de su propio territorio. Este es el caso de Nicaragua por aquello de la persecución y desalojo de poblaciones indígenas en la Costa Caribe, para sustituirlas con colonos mestizos. Esta es la explicación del basural mencionado al inicio. 

Veamos cuáles fueron los primeros imperios en América y el Caribe. El Inca al sur y el Azteca al norte, ambos truncados por el imperialismo español en el siglo XVI, que cuando fue derrotado en el norte en la segunda década del siglo XIX, se estableció el Imperio mexicano que incluyó a Centroamérica. El imperialismo portugués se apropió de Brasil, también en el siglo XVI, llegando a ser el Imperio de Brasil entre 1822 y 1889; el imperialismo británico, desde el siglo XVII, se apropió del este de los Estados Unidos, de la mitad de Canadá (después de la otra mitad), de Jamaica, de otras islas de las Antillas, y de la Costa Caribe desde Guatemala hasta Nicaragua, además de la Guayana Británica en América del Sur. Igual, en el siglo XVII el imperialismo francés se apropió de Haití, de distintas islas de las Antillas Menores, de la Guayana Francesa, de la mitad de Canadá (que después perdió ante Inglaterra), y de un tercio de los Estados Unidos, fracasando en la segunda mitad del siglo XIX cuando pretendió conquistar México. El imperialismo neerlandés se apropió de ciertas islas de las Antillas Menores y de lo que hoy es Surinam.

El imperio estadounidense es de factura posterior, es decir que desde la independencia de Inglaterra en el siglo XVIII pasó por la expansión territorial del siglo XIX hacia el oeste y el sur, por compra a Napoleón del territorio francés, por la guerra contra México y por la compra de Alaska a Rusia; y por la guerra contra España en 1898 y las dos guerras mundiales del siglo XX. Hoy los Estados Unidos, Rusia, China y la Unión Europea se contrastan entre sí por la hegemonía mundial. América Latina y el Caribe no cuentan para nada o muy poco en este juego de tronos, muchísimo menos la Nicaragua de Alicia en el país de las maravillas, a pesar de su aparente respaldo de los imperios ruso y chino.  

Por otro lado, ejemplo clásico de colonialismo interno es Italia después de su reunificación en la segunda mitad del siglo XIX, por la guerra del Reino de Cerdeña, aliada con Francia, contra Austria, los Estados Pontificios y los borbones españoles. En Italia, un norte industrial gradualmente colonizó el sur agrícola. ¿Y qué decir de otros colonialismos? ¿Por dónde empezar? Por el ChatGpt, pregunten, quizás las repuestas los deje atónitos. Pero aquí seguimos con la verdad de todas las verdades del Pontifex Maximus y su sacerdotisa consorte. Esperemos que los nuevos que eventualmente accedan al poder no sustituyan un Estado teocrático por otro.