La Masacre, la Corte y los Bufones
(Artículo de opinión enviado a un diario nacional
como complemento de los anteriores sobre al situación coyuntural en Nicaragua)
En el ejercicio del gobierno devaluado que aún
queda de la pareja Ortega-Murillo, y desde que regresaron al poder, no importa
el derecho, la ley, la justicia y la verdad, mucho menos la moral. Esos son conceptos
que se complementan en un Estado de Derecho donde los contenidos de la ley y el
respeto a la misma evolucionan de manera natural, como en cualquier sociedad
sana, aunque no exista sociedad perfecta. Pero hay unas mejores que otras, como
ésas hacia donde se desplazan los nicaragüenses para ponerse a salvo de la masacre
y de la furibunda persecución desatadas por oponerse al régimen.
Sociedad sana es la que evoluciona hacia su futuro
porque ha desarrollado instituciones públicas y privadas legítimas, libres, deliberativas
y sólidas. Lo contrario es la regresión que nos ha llevado a la rebelión para cambiar
un régimen autocrático, falso, corrupto y plagado de mentiras, y para trazar la
ruta hacia un Estado de Derecho. De ahí a que desde El Carmen se le llame conspiración
golpista y satánica al derecho legítimo de rebelión es descabellado, aunque no
para los creyentes. Perseguir, encarcelar y matar a los que se rebelan por
querer construir una sociedad sana bien puede ser inspiración del triple seis del
Apocalipsis. Pero si en el libro la Bestia fue vencida por legiones cósmicas
del bien, aquí en la tierra ha sido vencida por legiones de jóvenes libres.
Porque la veo envejecida, decadente, moviendo la
cabeza de manera incesante, dando saltos, atacando con virulencia a quien se le
opone. En su cara, cuello y manos se arruga la piel, el cuerpo consumido por la
angustia de ser la madre de todos. ¡Qué desgaste tener tantos hijos ingratos! En
rescate de su antigua juventud ofrece sangre en el altar de sus deidades; y
entregó en su momento a la primogénita en vana ilusión de potestades perdidas.
Tres veces seis es el número de la Bestia conocida desde tiempos lejanos,
seductora de ilusiones que se desvanecen: el poder, el poder, el poder.
Por nuestra tragedia, esa que va más allá de la de
los griegos antiguos, los bufones ya no entretienen a la corte en El Carmen, salvo uno quizás, que obedeciendo órdenes de mentir, hace de hazmerreír en el mundo
entero. Los otrora bufones han sido proscritos de la corte colapsada. Ya no
hacen reír a la pareja real, pero continúan en silencio y sin vergüenza alguna cobrando
los sueldos pagados con la sangre de los sacrificados.
Y como cada quien se expresa según su historia todo
incluido y nadie escapa a esa máxima, desprecio a los cínicos, a los mentirosos
y a los bufones de corte que desde un Estado Criminal pretenden hacernos creer
que vivimos en una sociedad feliz.
Nota: una versión revisada del artículo fue publicado el 25/08/2018 de 2018 en el diario La Prensa con el título "Nicaragua no está sola".