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13 de junio de 2023

Más sobre los imperios

 

Más sobre los imperios

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 12 de junio del 2023) 

 

“¿Quién te escogió? El Maestro. ¿Lo sabía ya el Maestro cuando te escogió? ¡Ah! Ese es el enigma.” (Henrik Ibsen sobre Judas, en Emperador y Galileo). 

Imaginen ustedes a los costeños organizando un referéndum que resulte en una declaración de independencia, reconocida por una potencia que tuvo a la región del Caribe de Nicaragua como protectorado, por aquello de un probable canal interoceánico. ¿Qué sucedería? Alguien gritaría ¡el imperialismo!, pero ¿cuál? Los Estados Unidos, por medio de José Santos Zelaya, expulsaron del Caribe a los ingleses a finales del siglo XIX, quedando como potencia hegemónica en la región.

Los negros africanos, ancestros de los esclavos en América y las islas del Caribe, también conocieron imperios en su continente a partir del siglo VIII d.C., como los de Ghana, Mali y Etiopía, además del egipcio, el cartaginés y el árabe antes de la repartición de África entre las potencias europeas, en la Conferencia de Berlín de 1884-1885. Los imperios se expanden a expensas de los vecinos o más allá. ¿Es válido el pretexto de la seguridad nacional, el de la civilización que se exporta, o que es la voluntad de una deidad? Significaría que se debe ser vasallo de otro por conquista, o por la hegemonía regional o mundial impuesta por otro Estado. 

Tiempo atrás la guerra se hacía cuerpo a cuerpo. Eso significaba mutilaciones, decapitaciones o lesiones en órganos vitales. Todo normal según los tiempos. Miles morían en los campos de batalla y los cuerpos quedaban tendidos para ser devorados por los buitres. Las espadas han sido sustituidas por los fusiles, los arcos y flechas por bombas de racimo, las jabalinas y las ballestas por misiles, la caballería por carros blindados, las catapultas por la artillería, los carros tirados por caballos por tanques; ¿y qué decir del bombardeo generalizado? Se acabó el bombardeo a carpeta para ser sustituido por el selectivo. Armas inteligentes les llaman. 

¿La Rusia actual es imperialista? Pero por supuesto. Es la expresión decadente de un imperio soviético que fracasó y que desea reconquistar territorios perdidos después de su colapso en 1991, algo así como el imperio neo babilónico. Así son los imperios hasta que se topan con otras potencias que detienen su avance. Ucrania, con más de 600 mil kilómetros cuadrados de superficie y grandes extensiones de tierras planas y fértiles, fue el granero de la Rusia soviética. Hoy la Ucrania independiente no solo produce grandes excedentes de alimentos y minerales, sino que tenía acceso irrestricto al Mar Negro y por ende al Mar Mediterráneo, al Canal de Suez y al Atlántico, es decir a todos los mares del mundo. 

Rusia, desde que comenzó su expansión territorial siglos atrás, requería de puertos en aguas que no se congelaran en el invierno. De hecho, la principal base naval soviética estaba en Sebastopol, en la península de Crimea en el Mar Negro, la que Rusia le arrebató inicialmente a los turcos otomanos en el siglo XVIII, y después a Ucrania en el 2014 con un referéndum bajo ocupación. 

Ahora Rusia pretende arrebatarle a Ucrania la región del Donbas en el este, y el acceso al Mar Negro en el sur, al no poder conquistar la totalidad del país. China, India, Turquía e Irán se enriquecen aprovechando las sanciones a Rusia, triangulando el negocio de la compra y venta de petróleo y gas barato, porque Rusia no tiene más que ofrecer, vendiéndole  a su vez productos substitutos que Rusia no puede obtener de los países europeos, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Taiwán, República de Corea y Japón, países en los que la producción de bienes ha aumentado exponencialmente por la mecanización y la robótica, o sea por la tecnología de la que el Partido Comunista de China se ha apropiado por espionaje industrial. 

Las guerras son quizás inevitables. Es la condición humana. Pueden ser directas, indirectas, internas, internacionales, cibernéticas, comerciales, financieras o por socavamiento social usando medios de comunicación y propaganda, o híbridas. Estas últimas comprenden todo o parte de lo anterior, incluyendo la exportación de migrantes y de drogas. Se acepta por supuesto la legítima defensa en conformidad con el derecho internacional.

Cuando según el mito Caín mató a su hermano Abel, sus padres ya habían sido expulsados del Jardín del Edén. Yahvé, el del Génesis, los había creado inicialmente vegetarianos pero después les permitió que fueran carnívoros, está escrito. Caín cultivaba la tierra y Abel pastoreaba ganados que ofrecía a Yahvé en barbacoa, lo que era de su agrado por aquello del aroma, no las primicias agrícolas que Caín también le ofrecía en holocausto. He ahí quizás el inicio de las guerras entre los pastores nómadas y los agricultores sedentarios. ¿Cómo fue que Caín el agricultor se reprodujo y dejó descendencia? Ni idea. 

Los hunos, con Atila a la cabeza en el siglo V d.C., ocho siglos antes que los mongoles de Gengis Kan, son un ejemplo clásico de la hipótesis anterior. Los hunos, pastores nómadas, salieron de las estepas del centro de Asia por el botín que significaban las ciudades. Pero no les bastaba saquearlas, hacían todo lo demás para infundir el terror y cobrar el tributo. Atila llegó a gobernar el mayor imperio que la humanidad había conocido hasta entonces. Abel el pastor asesinado por Caín, había sido reivindicado sin que los hunos lo supiesen.


El imperio de los hunos con capital en Hungría en el siglo V 


Los interesados en estos asuntos pueden hacer sus propias investigaciones. No tienen que ir a las bibliotecas del barrio, que de hecho no existen, para que sigamos siendo presas fáciles de la manipulación y vasallos de una familia, la que ahora va contra apellidos conocidos desde mi juventud, a sabiendas que esas personas no son delincuentes. Atila está aquí de la mano de Rusia, China e Irán, y en un muy lejano cuarto lugar, de Cuba y Venezuela, por el poder y el dinero.

“¿Y ha de llegar ese reino? Está a la puerta. He calculado y calculado…La serpiente ha sido arrojada al fondo del abismo; ha vencido el Cordero; la Tierra está de fiesta.” (Henrik Ibsen sobre la esperanza, en Emperador y Galileo, el del inicio de este artículo).