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19 de diciembre de 2020

La batalla de los comunicados

 

La batalla de los comunicados

(Artículo sobre Nicaragua publicado originalmente en el diario La Prensa el 18/12/2020)

 

“Si no sabes qué hacer no saques un comunicado”


Dicen que aquí existe el síndrome de Pedrarias por lo de la proliferación de déspotas. Pedrarias fue un malvado en sus ambiciones de fama y fortuna, y no tuvo escrúpulo alguno para reventar a los indios cuando ejerció la gobernación de Nicaragua a inicios de la colonia. Ya antes había decapitado al fundador de León y Granada por considerarlo un rival, emitiendo un comunicado acusándolo de traición. Así justificó el ajusticiamiento de Hernández de Córdoba, cosa que también hizo en Panamá con Núñez de Balboa (su yerno), el descubridor del Océano Pacífico para ellos. 

He ahí el llamado síndrome de Pedrarias. Eliminar a quien se interponga en el camino hacia el poder y las riquezas para sí y la familia, y ser constante en la cruenta supresión de los rebeldes, porque desde entonces se suceden los abriles. 

Pero quizás el primer comunicado (escrito) que se conoce sobre la traición, es el siguiente: “Si un oficial o un especialista militar que había recibido la orden de partir para una misión del [déspota] y no fuese, ese oficial o ese especialista militar recibirá la muerte; el denunciante del hecho [el sapo] tomará su hacienda [la recompensa].” ¿Suena familiar? 

Ese texto es parte de un código que data del siglo XVIII a.c. y procede de la Babilonia del rey Hammurabi (hoy Irak). Está labrado en caracteres cuneiformes en una estela de basalto que lleva su nombre y que le fue revelado por el dios Marduk, según consta en la introducción. El código es anterior en más de quinientos años a las Tablas reveladas por Yahvé a Moisés en un idioma derivado del egipcio, en el que Moisés fue educado según se dice en el Libro del Éxodo





De esas Tablas y otras revelaciones se derivó igualmente la pena de muerte por traicionar a Yahvé. Quien lo niegue que vaya al Pentateuco. El Nuevo Testamento por su parte se refiere a una nueva religión, de tal manera que los judíos, los del pueblo escogido, no la aceptan como propia. Si el judaísmo desde sus inicios fue una religión tribal minoritaria, hoy cuenta con un poderoso aliado, por lo que Yahvé, amparado en el Mossad y los U.S.A., sigue venciendo a Marduk en la batalla de los comunicados. 

La estela con el Código de Hammurabi se encuentra en un museo en París. Las Tablas de Moisés no se sabe dónde fueron a parar. Los franceses han sido colonizadores como cualquier potencia imperial en algún momento de su historia, y se apropiaron de la estela como símbolo de una civilización milenios más antigua que la suya. 

¿Pero qué puede importar hoy en Nicaragua una batalla de comunicados? Por allá lejos sigue habiendo musulmanes, judíos, hinduistas, budistas, minorías cristianas y zoroástricas mientras no sean suprimidas por fanáticos religiosos, o por los chinos continentales (reducción de los uigures musulmanes). En occidente tenemos confesiones cristianas de distinto signo que en el pasado se han descalificado unas a otras a punta de ex comunicados y de fogatas humanas. 



Símbolo zoroástrico 

Pedrarias de Nicaragua solo siguió el patrón de los conquistadores provenientes de la España de entonces (haciendo caso omiso a los comunicados de Bartolomé de las Casas): someter a los nativos, imponerles su religión, sacarles todo provecho imaginable e inimaginable, reducir a los rebeldes y emitir comunicados justificando las matanzas de los infieles golpistas. Algo así como los comunicados diarios de la esposa del Pedrarias de hoy. (Por ahí viene el asunto).

¿Y los opositores al régimen? Tómese el presente como un comunicado rebelde para que los que han dejado de emitir los propios no vuelvan a hacer el ridículo, aunque después de todo, lo último que se pierde en este desdichado país es el sentido del humor. ¿Y en el 2021?, “depende, todo depende (Pau Donés, Jarabe de Palo).