Sobre Desertores y Traidores
(La
renuncia pública de un Magistrado de la Corte Suprema
de
Justicia de Nicaragua en enero de 2019)
En el Diccionario de la RAE el vocablo
desertar tiene distintas acepciones según las circunstancias, las que adapto
aquí sin desviarme de su significado. Dicho de un soldado, desertar es desamparar
a sus compañeros abandonando sus banderas. Desde el punto de vista social,
desertar es abandonar a las personas que se solían frecuentar. En derecho,
desertar es separarse de una causa o abandonarla. Y por último, desertar es
abandonar las propias obligaciones o los propios ideales.
Como se notará, en todas las acepciones el
verbo común es abandonar.
Traición, por otro lado, es la falta que se
comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe tener con alguna persona
u organización. En derecho es el delito cometido por civiles o militares que
atentan contra la seguridad de la Patria. Y sobre la alta traición, en el mismo
Diccionario de la RAE se expresa que es la que se hace contra la soberanía o
contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado, así como actuar
alevosamente faltando a la lealtad o a la confianza de alguna persona o
institución.
De lo anterior se infiere que la renuncia pública
de un Magistrado de la Corte Suprema de Justicia –cómplice del régimen– a principios de enero de 2019 (abandono
de obligaciones), y a la militancia de su partido político (quebrantamiento de
la fidelidad y lealtad a una organización), podría tener la doble implicación
de deserción y de traición en dependencia de las circunstancias de la renuncia.
Si la renuncia por cualquier causa que
fuese es de carácter privado –por medio escrito se entiende– ante las
instancias correspondientes institucionales y políticas, estas instancias tienen
a su arbitrio la potestad de coordinarse para administrar tal renuncia, guardando silencio o utilizando la manipulación y la mentira con todos sus medios afines, lo que es parte de la esencia de la actual estructura del poder en el
país.
Si por otro lado la renuncia es hecha
públicamente explicando el distanciamiento institucional y partidario con
argumentos contundentes y veraces de orden político, habría que recibirla al menos con
el beneficio de la duda, particularmente cuando se hace o se haya hecho con
referencia a los informes de los organismos nacionales, regionales e internacionales
de derechos humanos en los que se denuncian los distintos crímenes cometidos por
el régimen en el poder –antes o después de conocerse el informe de finales de
enero de 2019 de la delegación del Parlamento Europeo sobre la situación en
Nicaragua.
Ser tildado de traidor a través de los
medios del régimen por una renuncia pública como la descrita es muy peligroso
para la integridad personal de quien la hace, en particular si se trata de un operador político del
régimen en el Poder Judicial, y se justifica plenamente su exilio. Queda la
interrogante si dicha renuncia sería de carácter oportunista, por las sanciones internacionales eventuales que se aplicarán a ciertos funcionarios y sus
activos con efectos tanto dentro como fuera del país, afectando además los derechos sucesorios de su descendencia, o si sería un acto de conciencia. Solo con el pasar del
tiempo se llegará a saber la verdad.
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Síntesis del Informe de los Eurodiputados
sobre la Situación en Nicaragua 01/2019
sobre la Situación en Nicaragua 01/2019
Nota: este artículo, con algunas variantes, fue publicado en el diario La Prensa el 5/02/2019 2019.