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27 de octubre de 2019

Para no Seguir en lo Mismo



Para no Seguir en lo Mismo


 (Artículo de opinión sobre Nicaragua)


Décadas atrás me fue dicho por dos personas muy queridas y respetadas,  que nosotros los nicaragüenses como sociedad somos incapaces de ponernos de acuerdo sobre lo que queremos, porque solo sabemos lo que no queremos; y que de las cuatro tablas aritméticas solo conocemos dos, restar y dividir. Uno fue el redactor de los estatutos del Partido Liberal Independiente (PLI) original en 1944, cuando políticos e intelectuales progresistas se opusieron al continuismo de Somoza García. No para sustituir una dictadura por otra, sino para llegar al entonces ansiado liberalismo cultural y democrático, a ese enigma de lo que pudimos haber sido.

El otro había redactado un manifiesto filosófico sobre su conservatismo y sobre su  también oposición al continuismo se Somoza García. Igual, no porque debía sustituirse una dictadura por otra, sino en función de la libertad individual, de pensamiento y de la alternabilidad genuina en el poder. Ambos avanzados en sus ideologías y profundamente democráticos. No por accidente fueron perseguidos y encarcelados en sus tiempos de políticos activos. Uno fue mi padre, el otro el padre de quien fuera mi esposa.


Mi padre

El liberalismo filosófico, me dijo uno, es humanista, progresista y libertario. Carlos Fonseca llegaba desde la clandestinidad a consultar en los tiempos de Somoza Debayle,  cuando Carlos ya estaba alineado con el socialismo de Marx y Engels, ideología que consideraba superior al liberalismo. Carlos Fonseca deseaba adecuar su programa político revolucionario a la realidad histórica nacional, hasta que, según algunas hipótesis, fue enviado a morir por incómodo.

De los afectos al idealismo dialéctico o a su némesis materialista no quedan muchos. El pensamiento evoluciona cuando proviene genuinamente de la sociedad. El socialismo de la URSS colapsó desde adentro por la insostenibilidad del régimen, y se liberaron muchas naciones. El FSLN igualmente colapsó, así como el chavismo en Venezuela. China continental devino en una potencia capitalista autoritaria sin saber qué hacer con un Hong Kong libre y combativo. Vietnamn igualmente se liberó de los dogmas maoístas después de sus exitosas guerras de independencia y unificación. Corea del Norte dinástica, militarista y aislada no importa un gran qué, ni con todo y su armamento; es un teatro del que se saca provecho. Cuba es un electrón suelto, admirada un tiempo sin conocerse la verdadera naturaleza de su régimen, justificado quizás por la entonces Guerra Fría, pero hoy capaz de cualquier conspiración para mantenerse en el poder.

Los levantamientos sociales son inevitables en sociedades de todo signo. Los motivos pueden ser diversos. La diferencia es que no se resuelven con masacres ni persecuciones, como aquí en Nicaragua, principalmente desde abril del 2018.

Quien diga que el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) es el vehículo electoral hacia el futuro del país no ha comprendido que es excluyente, o quizás sí, y puede ser un enviado. De esa manera seguiríamos restando y dividiendo. Que aglutinen los azules y blanco que han puesto los muertos en las calles, y que no son excluyentes. Tienen una visión clara de lo que sí queremos por más difícil que sea el camino, sandinistas desafectos incluidos. O nos quedaremos con Hermelinda y Aniceto forever 

 Nota:  una variante del artículo  fue publicado el 6/11/2019 en el diario La Prensa.