Premisa para el 2019 en Nicaragua
(Artículo de opinión publicado en el diario La Prensa 15 de enero de 2018)
Si de premisas se tratase para este 2019 en
Nicaragua y poder expresar la esperanza de encontrar una salida a nuestro infortunio
como país, se tendría que tomar en consideración el sufrimiento de cientos de
familias rehenes de la injusticia, la impotencia y la frustración por la
masacre, el encarcelamiento, las desapariciones y el éxodo de decenas de miles
de jóvenes provocado por el régimen
en el 2018.
Para ilustrar lo que sigue en este artículo, explico
que décadas atrás le propuse matrimonio a una joven para que creciéramos y nos
desarrolláramos juntos en igualdad de condiciones. Y entendimos en conjunto que
la dictadura dinástica de Somoza debía terminar para que Nicaragua fuese libre
y pudiese prosperar. Y contribuimos como nos fue posible desde el exterior
donde nos encontrábamos, para que la dictadura fuese derrocada.
Cincuenta y cincuenta fue la propuesta que le
hice a aquella joven a mediados de 1974, mucho tiempo antes que otra pareja se
rindiese ante las extorsiones
de la esposa por los abusos del marido; y hoy impera en el país una
dictadura más feroz
que la anterior.
Curiosamente un profesor de sociología en la
universidad me tildó de machista en aquella época, demostrando que le
interesaba la libertad de la mujer solo para su propia gratificación. Aun así
sigo siendo un convencido de la igualdad y de la complementariedad entre los
géneros, el masculino y el femenino, porque no conozco otros, aunque sé que
existen y que tienen sus derechos.
Sobre la igualdad de género recibí hace poco
el vínculo a un documental sobre “Las Sandinistas”, protagonizado por mujeres
sandinistas históricas, combatientes desde su juventud, quienes expresan su inconformidad
con la sociedad machista en la que aún vivimos a pesar de la “revolución”.
El vínculo al documental, que estuvo accesible solo temporalmente, me fue enviado por
una joven hija de un combatiente histórico, que como sus hermanas y primas han
estudiado una carrera universitaria dentro y fuera del país con financiamiento
propio, han viajado y hablan distintos idiomas logrando su superación, la que
hacen participativa a los miembros más jóvenes de la familia, y eso es bueno.
Digo todo esto porque me impresionó que en el
fatídico 2018 centenares de miles de mujeres jóvenes, madres y aún abuelas salieran
a las calles a protestar contra la represión, la masacre y la persecución
a sus hermanas, hermanos, hijas, hijos, nietas y nietos, asesinados unos –hoy mártires– y encarcelados otros por órdenes
de una pareja disfuncional, la de los discursos
infantiles según el Secretario General de la OEA, después de conocer
el contundente informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la criminalidad del
régimen.
Por tanto, si una premisa pudiese avanzarse
para el 2019, sería la de la justicia
para las hermanas, madres y abuelas de los mártires y de los presos políticos
del 2018 en Nicaragua.