¿Es
Cómplice el Ejército de Nicaragua en la Violación
de los Derechos Humanos?
Al final de mi artículo publicado el 26 de julio sobre
la violenta represión del régimen contra la población, formulé la pregunta si
el Ejército es cómplice de la violación de los Derechos Humanos (DD.HH.) en el
país. La pegunta no es retórica, no tenía la respuesta.
Daniel (el Presidente de la República) no ha cumplido y se rehúsa a cumplir
con su obligación de respetar y hacer respetar la Constitución y los convenios internacionales
sobre DD.HH. Esa obligación va dirigida también a sus subalternos, entre ellos la
Policía y el Ejército.
Las reformas constitucionales y a las leyes
de esas dos instituciones armadas para que Daniel detente el poder absoluto, han sido
hechas con la complicidad de los magistrados constitucionales de la Corte
Suprema de Justicia y de los diputados en la Asamblea Nacional, sus subalternos
de hecho.
Entre esos subalternos cómplices están también la Procuraduría de los Derechos Humanos y el Ministerio Público. Las turbas, las fuerzas de choque motorizadas
y los parapoliciales, invariablemente protegidos por la Policía Nacional, son igualmente
subordinados de hecho de Daniel.
Aquí el Ejército no entra. Ha sido por medio
de un miembro del clan familiar que Daniel ha dado la orden a la Policía y sus
parapoliciales de reprimir, intimidar, perseguir, detener, secuestrar, denigrar
y eliminar a quien se le oponga. La Fiscalía General y el Poder Judicial son cooperadores
necesarios de estos crímenes.
Si Daniel ha pretendido sugerir al Ejército que
eventualmente debe reprimir al pueblo para mantenerse en el poder, no lo
sabemos, es secreto de Estado. Pero el Ejército ha expresado públicamente que
no lo hará. ¿Por qué? ¿Para dar seguridades a la población y a los Estados
Unidos que no apoyará a la Policía en sus desmanes y evitar sanciones?
En el Ejército conocen bien las consecuencias
del desplome de la economía en los sueldos de sus filas y en sus inversiones nacionales y en el exterior para pagar las pensiones de retiro. Y es también secreto de Estado lo que
expresa el Ejército en el Sistema Nacional de Seguridad Soberana, del que es la
Secretaría Ejecutiva por medio de la Dirección General para la Defensa. Daniel
es el coordinador del sistema y la Policía es también miembro, entre otras
instituciones subalternas. En síntesis, en el Ejército lo saben todo y saben que los
crímenes de lesa humanidad cometidos por la Policía y por los parapoliciales no
prescriben, y que son perseguibles aún fuera de Nicaragua. Esos son los crímenes
que ha provocado el éxodo de los jóvenes para salvar la vida.
El Ejército no ha participado en los crímenes
de lesa humanidad, y es la única institución del Estado que puede influir en Daniel
para que pare la represión y acceda a adelantar las elecciones. ¿Es cómplice el
Ejército de la violación de los DD.HH. en Nicaragua? Moralmente.
Nota: este artículo fue publicado en el diario La Prensa el 2 de agosto de 2018.
Nota: este artículo fue publicado en el diario La Prensa el 2 de agosto de 2018.