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29 de abril de 2023

Sobre el imperialismo y el colonialismo

 

Sobre el imperialismo y el colonialismo 

(Publicado inicialmente en el diario La Prensa de Nicaragua el 28 de abril del 2023)

 

“En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que puede ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural”. (Julio Cortázar, Destino de las explicaciones). 

Cuando desde su tribuna el Pontifex Maximus se refiere al imperialismo y al colonialismo, no provee datos ni referencias históricas veraces, solo los condena, y solo a los Estados Unidos en particular y a Europa en general, con la salvedad de España la mala, señalada con nombre y apellido. Sin embargo algunos del círculo del Pontifex Maximus tienen propiedades en esos países, y el régimen de la Nicaragua del presente bien podría ser tildada de colonialista. Esto se entenderá si se lee la totalidad de lo que sigue, porque estoy cierto que la primera impresión del lector será de incredulidad, y está bien. 

A la tesis propuesta agrego que solo interpreto la historia y la sintetizo según mis propios conocimientos y criterio. A veces podré equivocarme en los detalles según las fuentes utilizadas, pero pienso que no en lo macro. Otra aclaración: como saben los que llevan mi expediente, al único partido al que pertenezco es al partido satírico de los bebedores de cerveza, de esos que existen en la Europa imperialista según el Pontifex Maximus, como en Polonia, Austria, Alemania y la República Checa. Históricamente los imperios han surgido por guerras de conquista (invasiones) o utilizando métodos coercitivos por ambición de poder, las riquezas, la fama, la apropiación de recursos naturales (incluyendo esclavos), el comercio, o por razones estratégicas como el interés de construir un canal interoceánico. 

Los imperios han sido y son de distinta naturaleza. Todos han llegado a serlo por conquista o por coerción como dicho, o ¿alguien espera que lleguen a su puerta a preguntarle si quiere ser el vasallo de otro en nombre de la paz? Sería una simple extorsión. Aprovecho para referirme a los neandertales, que se extinguieron por el avance de otra especie de homínidos con mejores armas de cacería, de ataque y de defensa. Igual que los neandertales, los sapiens emigraron desde el África Oriental persiguiendo las manadas de animales de los que aprovechaban la carne, los huesos y las pieles. Resultado: si se encontraban con los neandertales los eliminaban por el control del territorio. He ahí la semilla de los imperios, el homo sapiens.

El primer imperio conocido fue el acadio que data de mediados del segundo milenio a.C. por la conquista y posterior exigencia de tributos por nómadas semitas a las ciudades-estado sumerias. El segundo imperio fue el egipcio. Otros imperios, más o menos antiguos, fueron creados no solo por apropiación de territorio o para establecer fronteras, sino que para apropiarse de poblaciones enteras (imperios asirio, hitita, babilónico, persa, macedónico, romano, bizantino, carolingio, chino, indio, jemer, árabe, mongol, otomano, ruso, etíope, japonés); otros para establecer colonias con las cuales comerciar de manera exclusiva (Grecia, Fenicia, España, Portugal, Inglaterra, Francia, Bélgica, Países Bajos y Alemania hasta la Primera Guerra Mundial); otros para apropiarse de materias primas, fuerza de trabajo, crear un mercado para sus manufacturas y dominar flujos de capital y las rutas marítimas (esta es la etapa superior del imperialismo como Inglaterra, Francia y los Estados Unidos según Lenin, creo); y otros para colonizar y explotar parte de su propio territorio. Este es el caso de Nicaragua por aquello de la persecución y desalojo de poblaciones indígenas en la Costa Caribe, para sustituirlas con colonos mestizos. Esta es la explicación del basural mencionado al inicio. 

Veamos cuáles fueron los primeros imperios en América y el Caribe. El Inca al sur y el Azteca al norte, ambos truncados por el imperialismo español en el siglo XVI, que cuando fue derrotado en el norte en la segunda década del siglo XIX, se estableció el Imperio mexicano que incluyó a Centroamérica. El imperialismo portugués se apropió de Brasil, también en el siglo XVI, llegando a ser el Imperio de Brasil entre 1822 y 1889; el imperialismo británico, desde el siglo XVII, se apropió del este de los Estados Unidos, de la mitad de Canadá (después de la otra mitad), de Jamaica, de otras islas de las Antillas, y de la Costa Caribe desde Guatemala hasta Nicaragua, además de la Guayana Británica en América del Sur. Igual, en el siglo XVII el imperialismo francés se apropió de Haití, de distintas islas de las Antillas Menores, de la Guayana Francesa, de la mitad de Canadá (que después perdió ante Inglaterra), y de un tercio de los Estados Unidos, fracasando en la segunda mitad del siglo XIX cuando pretendió conquistar México. El imperialismo neerlandés se apropió de ciertas islas de las Antillas Menores y de lo que hoy es Surinam.

El imperio estadounidense es de factura posterior, es decir que desde la independencia de Inglaterra en el siglo XVIII pasó por la expansión territorial del siglo XIX hacia el oeste y el sur, por compra a Napoleón del territorio francés, por la guerra contra México y por la compra de Alaska a Rusia; y por la guerra contra España en 1898 y las dos guerras mundiales del siglo XX. Hoy los Estados Unidos, Rusia, China y la Unión Europea se contrastan entre sí por la hegemonía mundial. América Latina y el Caribe no cuentan para nada o muy poco en este juego de tronos, muchísimo menos la Nicaragua de Alicia en el país de las maravillas, a pesar de su aparente respaldo de los imperios ruso y chino.  

Por otro lado, ejemplo clásico de colonialismo interno es Italia después de su reunificación en la segunda mitad del siglo XIX, por la guerra del Reino de Cerdeña, aliada con Francia, contra Austria, los Estados Pontificios y los borbones españoles. En Italia, un norte industrial gradualmente colonizó el sur agrícola. ¿Y qué decir de otros colonialismos? ¿Por dónde empezar? Por el ChatGpt, pregunten, quizás las repuestas los deje atónitos. Pero aquí seguimos con la verdad de todas las verdades del Pontifex Maximus y su sacerdotisa consorte. Esperemos que los nuevos que eventualmente accedan al poder no sustituyan un Estado teocrático por otro.


16 de marzo de 2023

En contexto y entre líneas

 En contexto y entre líneas

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 15 de marzo del 2023)

 

No sé por qué tuvieron que enviar a un lugar que frecuento a una pareja que se hizo pasar por esposos para confirmar mi identidad. Me encuentran en internet con cualquier buscador, fotografía incluida, o solo tienen que preguntar mi nombre sin tantos rodeos. Conozco sus técnicas y no me escondo. No tengo de qué preocuparme, ¿no es así?   

Soy el mismo que escribe en este diario con nombre y apellido, expresándome mientras siga estando libre. Escribo jugando con las palabras para no ser acusado de cometer delito alguno según las leyes represivas ordenadas desde arriba, aprobadas y ejecutadas desde abajo. Basta conocer el último informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, que ya le fue presentado al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, es decir, al mundo entero, para comprender lo que digo entre líneas y en contexto. ¿Recuerdan el mito de la serpiente, llamada también Leviatán y Dragón en la Biblia? 

Hay algunos juristas que dicen que el reciente destierro y despojo de la nacionalidad de más de trecientos nicaragüenses (opositores) es un disparate jurídico. No lo creo. No es un disparate jurídico, es solo un disparate porque de jurídico no tiene nada, y le pido disculpas a todas las familias dolientes por sus muertos y a las familias de los encarcelados porque no han sido presos políticos, sino que prisioneros políticos encerrados en campos de concentración. 

Los cómplices del régimen, aquellos que no son ignaros, saben que ya perdieron, y no saben cómo deshacerse de semejante lacra o se van todos al Abismo. He ahí el origen de la paranoia de los malabaristas. “Aquel día castigará Yahveh con su espada a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa…” (Isaías 27:1). Y  “vi a un ángel que bajaba del cielo y tenía en su mano la llave del Abismo y una gran cadena. El ángel dominó al Dragón, la serpiente, que es Satanás, y lo encadenó arrojándolo al Abismo donde lo encerró…” (Apocalipsis 20: 1-3).    

Si los asesinatos no sensibilizaron en su momento a las llamadas izquierdas democráticas latinoamericanas, el destierro y el despojo de la nacionalidad de los vivos ya hizo mella en esas izquierdas que ahora gobiernan. La irracionalidad de los que quieren mantenerse en el poder a cualquier costo para los nicaragüenses, es una enfermedad que solo acelera su agonía. Los voceros aparecen vacilantes en sus medios televisivos, pretendiendo justificar lo injustificable ante los amaestrados. ¿Quién les cree? Solo los ignaros. 

Este es el ciclo actual de nuestra historia política: tomo el poder, reprimo y envío a prisión o al exilio a los opositores que representan una amenaza, los deprivo de la nacionalidad y de sus derechos civiles y políticos, confisco sus bienes, cancelo la personalidad jurídica de los partidos y organismos que promueven la libertad, cierro todo espacio de comunicación independiente e instituciones privadas de estudios superiores, culpo de todos los males a un tal imperialismo pero hago alianzas con otros imperialismos a los que llamo amigos; y aparecen así las conspiraciones desde el exterior, y de vuelta a empezar. 

Alegre según la dialéctica hegeliana, porque en algún momento de las contradicciones se va llegando a un resultado superior de la razón y del Estado. Pero esa dialéctica de las ideas fue adaptada para los alemanes en la academia desde ciertos pensadores griegos y sus sucesores. Nosotros por otro lado, somos híbridos, es decir raros, pero podemos superarnos y ser la solución de nosotros mismos con un vuelco dialéctico (realista) hacia un futuro de libertad y justicia, evitando así la ruta hacia el nazismo y la secesión de los costeños.   

Lo anterior será un tanto difícil porque somos filosóficamente impúberes y hay rencores, desconfianza, protagonismos, oportunismo y quizás odio; por lo que aquellos que ahora pretenden ser lo contrario de lo que fueron antes de 1990 deberán apartarse, aunque sean sinceros. Igual deberán apartarse los contrarios en la guerra de aquellos tiempos. Mejor es que sean solo analistas, críticos, asesores y apoyo externo de otros sin pretender liderazgo, o no va a haber sustitución funcional de gobierno alguno, solo pleitos como siempre. Ya llegará el día de reivindicarse después de la reencarnación (la justicia imparcial), y aquí me incluyo personalmente, porque aunque renuncié a todo contacto con el gobierno a mediados de 1988, sigo estando estigmatizado.   

El nuevo amanecer llegará aunque no sea al día siguiente, porque no interpretamos nuestra propia dialéctica social. Como dice aquella canción mexicana: Si nos dejan nos vamos a vivir a un mundo nuevo. Allá podremos ver el nuevo amanecer de un nuevo día. Pienso que tú y yo podemos ser felices todavía". Es por tanto imperativo romper el ciclo del eterno retorno al fracaso político, lo que se logra en los laboratorios de ingeniería social, es decir en nosotros mismos. Pero esto es otra materia. Por ahora me quedo con la canción.

Ahora vamos a los imperialismos. ¿Usted puede imaginar un debate con los detractores nacionales de los imperialismos yanqui y europeos? Para esos detractores hay imperialismos buenos e imperialismos malos. España es uno de los malos, la fundadora de San Agustín en Florida (1565), la primera y más antigua ciudad en los Estados Unidos de América, como osaron nombrarse los yanquis independentistas después de la guerra de liberación contra Inglaterra en el siglo XVIII. Curiosamente, hoy los latinoamericanos consideran al Estado de Florida como una meca en su peregrinaje hacia tierras no prometidas por Yahvé, y menos por Alá. Pero ahí están y para allá siguen yendo. 





Inútil sería ampliar sobre el Imperio yanqui y el Imperio español, que ahora es una comunidad de regiones autónomas de distinta índole e historia compartida. Son una amalgama de íberos, celtas, fenicios, vascos, hebreos, romanos, visigodos, árabes, bereberes y gitanos. ¿De dónde viene por tanto la España socialista democrática actual? De unos tales reinantes visionarios del siglo XV; y fue el primer país en ofrecerle la nacionalidad a los desterrados y desnacionalizados de por aquí en el siglo XXI, acogidos inicial y generosamente por el Imperio yanqui. Sobre los imperialismos en específico, será en otra entrega, si nos dejan.

 

13 de febrero de 2023

El jardín, la serpiente y la mentira

 

El jardín, la serpiente y la mentira

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 11/02/2023

 

Según el Libro del Génesis, Yahvé creó al hombre a su imagen y semejanza, lo que eso signifique, y lo puso en un jardín en Mesopotamia, donde podían hablarse. En qué idioma, ni idea.  

El texto bíblico inicial dice que Yahvé creó a un varón y a una mujer sin indicar el cómo ni su edad, aunque intuyo que eran muy jóvenes. Otro texto posterior dice que el varón fue formado del barro al que le dio vida, y a la mujer de un segmento óseo del varón. Como sabemos, Adán fue el varón y Eva la mujer. Ambos vivían desnudos y felices en el jardín por la prohibición de Yahvé de no comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. No les prohibió sin embargo comer el fruto del árbol de la vida, el de la inmortalidad, lo que resulta muy extraño. Adán y Eva todavía no sabían de esas cosas, eran inocentes.

Sucedió entonces, no sabemos cuánto tiempo después, que una serpiente en el jardín, que caminaba y hablaba, igual creada por Yahvé, se le acercó a Eva y le dijo algunas cosas que ella creyó. Parece que la serpiente le dijo que Yahvé estaba jugando con ella y con su pareja porque si comían del fruto del árbol del conocimiento no morirían, sino que serían sabios como los dioses (en plural). Es de suponer que el plural se refería a otros seres del reino celestial que ahora son llamados Serafines, Querubines, Arcángeles, Ángeles y demás, aunque no hay certeza de ello.  

A Eva le pareció apetitoso el fruto, y haciendo caso omiso de la prohibición lo comió y se lo llevó al ingenuo de Adán, quien también comió. Así se desbordó el todo. No murieron, pero fueron enviados a un doloroso exilio fuera del jardín, es decir al extranjero, y dejaron de ser felices. Adán culpó a Eva por el percance y Eva culpó a la serpiente por haberla seducido, alegando que la serpiente fue astuta y ella una jovencita tonta. La tradición identifica a la serpiente con Satanás, el jefe de los seres celestiales que se le rebelaron a Yahvé, y son considerados ángeles caídos. Se entiende que se rebelaron porque no estuvieron de acuerdo con la creación de Adán y Eva, es decir por celos, por considerar que ahora ellos eran los preferidos de Yahvé.



La serpiente (Satanás), por venganza, le había mentido a Eva cuando le dijo que no les sucedería nada perjudicial si desobedecían la prohibición y llegaban al conocimiento del bien y del mal. Pero Yahvé castigó tanto a Adán como a Eva por desobedecerlo, y a la serpiente por conspirar para cometer traición, a pesar que la serpiente alegó que se trataba de noticias falsas propagadas por un sapo. A la pareja la envió al exilio como dicho, y a la serpiente le hizo perder sus extremidades para obligarla a arrastrase por la tierra, y el habla para que no volviera a conspirar contra Yahvé. Al sapo lo premió, y hasta hoy sigue saltando.

Fuera del jardín había otros seres procreados por los hijos de los dioses y las hijas de los hombres, los llamados héroes. Vaya a saber qué significa esto, pero está escrito. Menos se entiende que también existían o habían existido gigantes, los llamados nefilim, lo que es muy confuso. Pero nada de lo anterior tiene importancia porque se trata solo de antiguos mitos mesopotámicos, como el diluvio. Importa la mentira, la de la maléfica serpiente, porque la mentira no es un mito sino que una realidad. Hoy la serpiente, mutada por la evolución, y con su adquirida ventriloquía pretende hacer creer que aún vivimos en el jardín, cuando la realidad es que el jardín se sigue vaciando por la persecución a los que han llegado al conocimiento de la verdad.

Nadie se salva de la persecución cuando se habla de una realidad que ya no logran negar ni los más acérrimos seguidores de la serpiente, la que más pronto que tarde llegará al curso final de los seres mortales y desaparecerá de la faz de la tierra. Inteligida esta certeza (episteme), incluso por el más tonto de los tontos que aún cree estar en el jardín, sabe que la purga ya comenzó en la batalla cósmica por la sucesión del poder, creyendo, alguno que otro despistado del entorno, que logrará mantenerse dentro de los confines del jardín sin tener que marchar él mismo al exilio. Nadie saldrá en su defensa sin embargo, y deberá huir a otras latitudes tratando de evitar la justicia terrenal, pensando que otro ángel caído lo salvará con la fuerza de sus antiguas legiones.  

Queda así expresado el creciente escepticismo y el pánico entre muchos de los pocos fieles que le quedan a la serpiente, porque según el mito, la serpiente será aplastada bajo los pies de la Inmaculada Concepción, representando a un pueblo libre que no se deberá dejar engañar nuevamente. Con el pasar del tiempo la serpiente quedará en el olvido, y así cobrará vigencia aquel bolero que dice: que raro, ayer te vi pasar y al quererte llamar, se me olvidó tu nombre.

Por eso el hijo de Yahvé, el redentor de Adán y Eva, habló en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.

 

19 de octubre de 2022

De la URSS al regreso del Imperio ruso

 

De la URSS al regreso del Imperio ruso

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 18/10/2022)

  

“Se sueña lo que no se puede hablar.” (Silvio Rodríguez).

Como dicho en un artículo anteriorel Imperio ruso duró desde 1721 hasta 1905. Los últimos intentos del imperio de expandirse hacia los Balcanes fueron frustrados en 1856 por el Reino Unido, el Reino de Cerdeña, Francia, y los turcos otomanos; y por el Reino Unido y Austria-Hungría en 1878. El Japón detuvo la expansión rusa en el Lejano Oriente en 1905, y en 1906 el Imperio ruso fue transformado en una imperfecta monarquía constitucional. 

En marzo de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, Nicolás II abdicó por las protestas masivas en su contra, y se formó un gobierno provisional. En abril Lenin pactó en secreto con los alemanes –el enemigo– para que lo trasladaran de manera clandestina de Suiza a Rusia, con el compromiso de sacar a Rusia de la guerra. En octubre los bolcheviques le dieron el golpe de Estado al gobierno provisional, convirtiéndolo en un gobierno revolucionario socialista, comenzando así la guerra civil (1917-1922). 

En marzo de 1918 el gobierno bolchevique fue obligado a suscribir un tratado de paz con Alemania, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y Bulgaria (Tratado de Brest-Litovsk), por el que Rusia concedió la independencia a Ucrania, Georgia y Finlandia, y entregó Polonia y los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) a Austria-Hungría y a Alemania respectivamente. En julio Lenin ordenó fusilar a Nicolás II, su esposa y su descendencia para evitar cualquier reclamo al trono.   

Con el fin de la Primera Guerra Mundial, por la Conferencia de Paris y el subsecuente Tratado de Versalles de 1919, Polonia, los estados bálticos, Armenia y Finlandia recuperaron su independencia, y los imperios austrohúngaro y otomano fueron disueltos. Mientras tanto la guerra civil en Rusia continuaba entre el Ejército Blanco (anti bolchevique) y el Ejército Rojo. La República de Ucrania luchó al lado de los blancos por su independencia, pero el Ejército Rojo los derrotó a pesar del apoyo de Francia, Reino Unido y los Estados Unidos. Rusia se reapropió así de Ucrania, y en el Cáucaso, de Georgia, Armenia y Azerbaiyán. La Unión Soviética (URSS) había nacido. 

A la muerte de Lenin en 1924 lo sucedió Joseph Stalin, un burócrata del partido quien comenzó a purgarlo de los dirigentes leales a su predecesor, lo mismo que a los oficiales del ejército de los que desconfiaba. Les montaba juicios políticos sumarios, los acusaba de traición y los ejecutaba. Los purgados eran sustituidos por leales a Stalin. Ni Trotsky, el héroe de la guerra civil por organizar y dirigir el Ejército Rojo, escapó de la paranoia de Stalin. Lo mandó a asesinar en su exilio en México.

Stalin colectivizó al campesinado a la fuerza y requisó sus cosechas cuando las familias en el campo se negaban a entregarlas al Estado a modo de impuestos o a precios irrisorios. Entre 1932 y 1933 la hambruna que siguió fue particularmente aguda en Ucrania, la llamada Holodomor, por la intensa campaña para rusificar a los ucranianos que se resistían a ser vasallos de Moscú. No sabemos con certeza cuantos millones de campesinos murieron por la hambruna, porque sigue siendo secreto de Estado. 

Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial la URSS pretendió recuperar los territorios perdidos con el tratado de Brest-Litovsk de 1918, firmando un pacto de no agresión con la Alemania nazi (Pacto Molotov-Ribbentrop), por el que la Unión Soviética se anexionó los estados bálticos y la zona oriental de Polonia tras la invasión nazi a ese país en septiembre de 1939. En noviembre los soviéticos iniciaron una guerra contra Finlandia para reapropiársela. No lo lograron, pero se quedaron con una franja fronteriza como el precio que pagó Finlandia por la paz y su independencia.



Hitler no honró el pacto de no agresión con Stalin e invadió Rusia en 1941. Al final de la guerra la URSS se quedó con los países del este y del centro de Europa que había liberado de los alemanes, incluyendo la mitad de Alemania, imponiendo gobiernos comunistas dependientes de Moscú, lo que dio origen a la Guerra Fría. Ucrania, que deseaba ser independiente y occidental, había colaborado con los alemanes en la guerra contra los soviéticos, lo que Putin no perdona.

Los primeros en rebelarse a la dominación rusa en Europa fueron los obreros de Alemania oriental en junio de 1953, y fueron brutalmente reprimidos por el ejército soviético de ocupación. Lo mismo sucedió en Polonia en 1956. En Hungría en ese mismo año, la insurrección la iniciaron los estudiantes universitarios de Budapest, a los que se sumó gran parte de la población de todo el país. Se crearon milicias civiles, y parte del ejército húngaro se les unió. Los soviéticos tuvieron que enviar divisiones de tanques para sofocar la rebelión. En 1968 le tocó a Praga.

Fue por la política de transparencia y reestructuración del recientemente fallecido Mijaíl Gorbachov que en 1989 cayó el Muro de Berlín, y en 1991 la URSS se desintegró. Para evitar caer nuevamente en la dominación rusa, las repúblicas democráticas occidentales que se liberaron de la Unión Soviética se han integrado a la OTAN, ese pacto militar de defensa colectiva.

Putin, el autócrata expansionista de la Federación Rusa (Georgia 2008, Crimea y el este de Ucrania 2014), ha cometido el gran error de pretender conquistar una Ucrania que se defiende para preservar su identidad, libertad e independencia, apoyada con armamento enviado por países miembros de la OTAN. Vladimir Putin no acepta que la República de Ucrania es y quiere seguir siendo europea. Está en repliegue, y en su desesperación tira misiles de largo alcance contra ciudades ucranianas para obligarlas a rendirse.

El 12 de octubre del año en curso (2022), 143 de los 183 Estados miembros de las Naciones Unidas presentes en la Asamblea General, votaron contra la invasión rusa a Ucrania, contra los plebiscitos realizados en cuatro provincias de Ucrania aun ocupadas por Rusia, y contra su anexión a este país, por violatorio del derecho internacional. Solo cuatro países votaron con Rusia a su favor y 35 se abstuvieron.

23 de septiembre de 2022

Del Imperio ruso a la Revolución de Octubre

 

Del Imperio ruso a la Revolución de Octubre

 (Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 22/09/2022)

 

“El mejor monumento a las víctimas es la ausencia de monumentos a sus verdugos.” (Anónimo).

En el artículo anterior (La Prensa del 10 de septiembre) me referí a los orígenes del Imperio ruso en clave del Rus de Kiev, y por tanto de Ucrania. Resumiendo, el escandinavo Rúrik, por acuerdo entre tribus eslavas rivales en el noreste de la Rusia actual, comenzó su gobierno en Nóvgorod, que después trasladó a Kiev por conquista, iniciando lo que llegaría a ser el primer gran reinado eslavo oriental (892-1242), que se extendió desde el Mar Báltico en el norte hasta el Mar Negro en el sur. Su sucesor Oleg fundó una dinastía que reinó tanto en principados del Rus de Kiev como posteriormente en el Principado de Moscú. “He aquí los relatos de los años pasados. De dónde salió la Tierra Rusa. Quién en Kiev empezó primero a reinar y de dónde la Tierra Rusa llegó a ser”. (La Crónica de Néstor. Reconstrucción de la crónica primaria del rus, basada en un manuscrito del 1113). 



Fue Pedro I el Grande quien fundó el imperio ruso en el año 1721 después de haber conquistado la salida al Mar Báltico cuando derrotó a Suecia, y después de haber fundado San Petersburgo como nueva capital de Rusia para acercarse a Europa y modernizar su imperio. Posteriormente Catalina II la Grande (1762-1796), se deshizo de su marido el zar Pedro III para continuar las políticas reformistas de Pedro I, siguiendo así la tradición de Iván IV el Terrible de asesinar (envenenar) a sus rivales, tradición que continúa hasta la fecha. En latitudes más cercanas los opositores son eliminados a punta de bala, de encarcelamiento o de destierro. 

Entre 1772 y 1795 Catalina II se repartió la totalidad de los territorios de la Mancomunidad Lituano-Polaca con Prusia y Austria. El Imperio austrohúngaro se quedó con una parte del oeste del Principado de Kiev (Ucrania) que antes administraba Polonia, lo que es de gran importancia como veremos en otra ocasión. En 1790 Catalina venció a los turcos otomanos logrando la salida al Mar Negro (y al Mar Mediterráneo), acercándose más a Europa y aumentando el comercio marítimo. Para entonces Rusia era la potencia hegemónica del este de Europa y los sucesores de Catalina continuaron la expansión del imperio. 

Durante el siglo XIX los zares rusos se apropiaron de Finlandia, Moldavia y del resto de Ucrania por el reparto de Europa después de la derrota de Napoleón en 1815; de territorios del Imperio otomano; del Cáucaso persa; de la totalidad de Siberia y Alaska; de los kanatos túrquicos de Asia Central derivados del Imperio mongol (adelantándose al Imperio Británico que avanzaba desde el sur); y de grandes extensiones de tierra en el noreste de un Imperio chino debilitado, para entre otras cosas establecer puertos en el Lejano Oriente. Los japoneses pararon la expansión rusa en el oriente en 1905, comenzando así Japón su propio ascenso imperial. 

Para esas fechas Rusia era el mayor imperio del mundo y había logrado algún grado de industrialización, incluyendo la industria de armamentos y naves de guerra. Rusia adoptaba gradualmente el capitalismo como sistema económico frente al feudalismo, pero sin dejar de ser políticamente autocrática. El año 1905 significó el inicio del fin del Imperio ruso. Centenares de los miles de manifestantes que pedían reformas económicas, sociales y políticas ante el Palacio de Invierno en San Petersburgo después de perder la guerra contra Japón, fueron brutalmente masacrados y perseguidos por la guardia imperial. 

El descontento, las protestas y las exigencias populares continuaron hasta que el zar Nicolás II cedió y proclamó la libertad de asociación, de formación de partidos políticos, y convocó a elecciones para una asamblea nacional (Duma), por el horror que le había causado la carnicería perpetrada por las fuerzas represivas. El resultado fue la constitución de 1906 que instituyó una débil e imperfecta monarquía constitucional con el zar, apoyado por la nobleza terrateniente, conservando ciertos poderes autocráticos y la jefatura de las fuerzas armadas. 

En 1914 Rusia entró a la Primera Guerra Mundial al lado de Francia y Gran Bretaña (a las que se unieron Serbia, Italia, Grecia, Portugal, Rumania y los Estados Unidos), contra Alemania y Austria-Hungría (a las que se unieron el Imperio otomano y Bulgaria). El desastroso desempeño de las tropas rusas contra los alemanes por la incompetencia de sus comandantes, y la del zar, creó un gran malestar entre las filas castrenses y entre la población civil por las penurias y la pobreza causadas por la guerra. En 1916 inició una huelga general en San Petersburgo. El zar pretendió obligar a los obreros a regresar al trabajo recurriendo al ejército, que se rehusó a reprimir a los trabajadores y los defendió de la policía. 

El total desprestigio del zarismo favoreció la unión de la oposición burguesa y obrera contra el régimen. El conflicto sirvió en particular para organizar los soviets (consejos de obreros) y dar un mayor relieve a los bolcheviques en los acontecimientos que seguirían. La monarquía del zar Nicolás II por otro lado, estaba en manos de su esposa y de su consejero, el monje Rasputín. 

En febrero de 1917 hubo estallidos sociales espontáneos en distintas ciudades, en especial en San Petersburgo y Moscú, y un gran levantamiento popular en marzo obligó al zar a abdicar. El Gobierno Provisional que siguió, integrado por liberales y socialistas moderados asumió la dirección del Estado, intentando gobernar desde premisas políticamente moderadas para hacer de Rusia un país democrático al estilo occidental, pero pretendió continuar con la guerra. En abril de ese mismo año Lenin pactó con los alemanes su regreso a Rusia desde Suiza, a cambio de poner fin a la guerra, para liberar al ejército alemán del frente oriental. En octubre el golpe de Estado de los bolcheviques al Gobierno Provisional haría de Rusia el primer Estado socialista del siglo XX. El Imperio ruso como se había conocido entre 1721 y 1905 había dejado de existir. De sus escombros surgiría la URSS.



P.S.: Vladimír Solovyov, presentador de un programa en la televisión estatal rusa, propuso la creación de una coalición internacional que incluya a combatientes de Nicaragua, Cuba y Venezuela para participar de los ataques que ejecuta el régimen de Vladimir Putin en contra de Ucrania tras la invasión realizada a inicios de este año. Solovyov planteó que los soldados provenientes de estos países se instalen en la región de Donetsk ocupada por militares rusos. (Reportado por el medio Nicaragua Investiga).  

 

12 de septiembre de 2022

Los orígenes del Imperio ruso

 

Los orígenes del Imperio ruso

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 10/09/2022)


¿Eres demonio plebeyo, o de los de nombre? (Luis Vélez de Guevara, siglo XVII).

Cuando en el siglo XIII los mongoles invadieron los territorios del Rus de Kiev, que había sido el primer gran reinado eslavo oriental (892-1242), Moscú era un pequeño pueblo en el Principado de Vladimir-Súzdal, uno de los principados que surgieron de la división del Rus de Kiev por herencias dinásticas, luchas entre príncipes rivales y las invasiones de la Horda de Oro.

El Rus de Kiev surgió después de que tribus eslavas del noreste de Europa acordaran poner fin a sus diferencias, nombrando como único gobernante a un varego (vikingo sueco), quien se estableció inicialmente en la ciudad de Nóvgorod, a orillas del río Vóljov. La ciudad prosperó y se expandió hacia el norte, el sur y el este en territorio de la Rusia actual, como núcleo de una importante ruta comercial fluvial.  

Por tres décadas Nóvgorod fue la capital del pueblo rus (como los eslavos llamaban a los pueblos suecos) hasta que los Varegos se expandieron más hacia el sur, el este y el oeste, conquistando Kiev a orillas del río Dniéper en la actual Ucrania. Su objetivo fue intensificar el comercio con el Imperio bizantino y de diversificarlo desde los mares Negro, Azov y Caspio hasta el Mar Báltico, vía los ríos Dniéper, Don y Volga. Kiev se convirtió así en el centro político y económico del Rus, cuya máxima extensión la alcanzó en los siglos XI y XII, siendo entonces el reinado eslavo más grande de Europa y uno de los más prósperos.


La Rus de Kiev: El perimetro en rojo corresponde a Ucrania   


A finales del siglo XIII el arzobispo de Kiev se trasladó a la ciudad de Vladimir, capital del Principado de Vladimir-Súzdal (antes Rostov-Súzdal), por aquello de la anterior toma y saqueo de Kiev por los mongoles. Iván I trasladó en 1325 la sede del arzobispado al Principado de Moscú que había heredado de su padre, quien después de la disgregación del Principado de Vladimir-Súzdal por causa de los mongoles, había asumido el gobierno de una insignificante Moscú, ganando influencia tras lograr la paz entre vecinos rivales y la obtención de territorio adicional.

A Iván I, por la alianza con Uzbeg Kan (de la Horda de Oro) por matrimonio con su hermana, el kan lo nombró Gran Príncipe de Moscú y lo autorizó a recaudar tributos de otros principados. La intención de Iván I sin embargo era la expansión de su propio principado y el aprovechamiento de la posición favorable de Moscú para el comercio entre Nóvgorod y el río Volga. 

Esos fueron los orígenes del Rus de Moscú después del Rus de Kiev, que desde el siglo X había pretendido tomar Constantinopla, la capital del Imperio bizantino. Kiev no lo logró pero posteriormente firmó un tratado de libre comercio y una alianza militar con el emperador, hasta que los cruzados tomaron, saquearon y diezmaron Constantinopla a finales del siglo XII. Kiev había ya adoptado el cristianismo ortodoxo como religión y mucho de la cultura bizantina (griega), que luego pasó al Rus de Moscú.

Con la Horda de Oro en decadencia, el Gran Principado de Moscú se liberó de la tutela mongola después que los rusos vencieran a los mongoles por primera vez en 1380. Iván III, también llamado Gran Príncipe de Moscovia (1462-1505), aumentó considerablemente la extensión territorial del principado, derrotó de manera definitiva a la Horda de Oro en el este –que se dividió en kanatos–, hizo construir suntuosos edificios civiles y religiosos en el centro de Moscú (Kremlin), adoptó el título de Soberano de Toda Rusia, y proclamó a Moscú como la Tercera Roma.


Expansión del Principado de Moscú 1390-1525


Por su parte Iván IV el Terrible (1547-1584), se hizo coronar zar de Rusia, conquistó el kanato de Siberia y los kanatos al sureste de Moscú sobre el río Volga, centralizó el poder de manera autocrática y despótica, pero no logró conquistar Livonia (Letonia y Estonia) para tener una salida al Mar Báltico y por tanto acceso al comercio marítimo; fue vencido por Suecia, Lituania y Polonia, rivales de Rusia.

Iván el Terrible se volvió paranoico y psicótico después de la muerte de su esposa, y el resultado de conspiraciones, reales o no, fueron los asesinatos, comenzando un período de terror y sangre. Mató igualmente a varios de sus amigos, volviéndose aún más psicópata. En su locura llegó a refugiarse en creencias paganas y brujeriles. En un ataque de ira mató incluso a su hijo predilecto, el heredero al trono. (Tomado de es-academic.com).

Volviendo a Kiev, los mongoles no lograron conquistar Lituania ni Polonia, y en el siglo XIII un noble lituano logró unir a diferentes tribus bálticas para conformar un ducado que llegó a ser el Gran Ducado de Lituania, al expandirse grandemente incluso por territorios  del anterior Rus de Kiev –incluyendo a Bielorrusia y a Ucrania–, después de vencer con Polonia a la Orden Teutónica en 1410. Lituania fue el último reinado pagano de Europa puesto que esa orden religiosa militar tuvo el objetivo de conquistar y cristianizar a los pueblos bálticos.


Gran Ducado de Lituania en el Siglo XV 


El Gran Ducado de Lituania alcanzó su máxima extensión en el siglo XV y rivalizó con el Zarato de Rusia, igual que el Imperio turco otomano que había sustituido al Imperio bizantino. A inicios del siglo XVII se conformó la Mancomunidad Lituano-Polaca que llegó a ser el reinado más grande de la Europa de la época, hasta que comenzó su declive por las guerras con Suecia y Rusia en los siglos XVII y XVIII. El Zarato ruso logró así quedarse con el este de Ucrania.       

De regreso a Rusia, Pedro I el Grande de la dinastía Romanov (1682-1725) se extendió al Mar Báltico tras derrotar a Suecia después de décadas de guerras, y fundó San Petersburgo como puerto marítimo, base naval y nueva capital de Rusia. Pedro I proclamó el Imperio ruso en 1721, envió una expedición a Alaska e inició las guerras –sin éxito– contra el Imperio otomano para lograr el acceso al Mar Negro, entones impedido por los turcos otomanos y su kanato de Crimea,  que ahora controlaban la totalidad de sus riberas y las del Mar de Azov.



El mérito de derrotar a los otomanos y apropiarse de territorios al sur de Rusia igual que al oeste a expensas de la Mancomunidad Lituano-Polaca, le correspondió a Catalina II la Grande (1762-1796). De esta manera los rivales del Imperio ruso pasaron a ser Prusia y Austria, que se dividieron la totalidad de la Comunidad Lituano-Polaca entre 1772 y 1795 (el Imperio austrohúngaro se quedó con una parte de Ucrania al oeste del río Dniéper). Los rivales serían después Francia y Japón. Rusia ganó la guerra contra Napoleón en 1812 y la perdió contra Japón en 1905, cuando pretendió apoderarse de Manchuria en el norte de China.

A mediados del siglo XIX el Imperio ruso comenzó a expandirse en el Asia Central islámica, donde pueblos túrquicos habían fundado kanatos en tierras que antes habían sido del Imperio mongol, adelantándose al Imperio británico que avanzada desde el sur.  


Asia Central


El resto de la historia de la Rusia imperial es conocida, y hoy los ucranianos recuerdan el Rus de Kiev como estímulo para seguir luchando por su libertad, identidad e independencia.


12 de agosto de 2022

La religión del Estado y el demonio

 

La religión del Estado y el demonio

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 11 de agosto de 2022)

 

Remontarse a la aparición de los demonios en la historia es un asunto arduo. No hay modo de saber si hubo alguno en la prehistoria por no haberse encontrado indicio al respecto. Lo que conocemos es el arte rupestre de entre 45,000 y 10,000 años a.C. representando figuras zoomorfas, antropomorfas, de cacería o geométricas, pero nada más que eso.     

Sabemos sin embargo, por estudios arqueológicos y antropológicos realizados con el patrocinio de distintas instituciones especializadas, que después de la invención de la escritura los llamados demonios son referidos como seres sobrenaturales pero no malignos. De hecho, desde los albores de las civilizaciones mesopotámica, egipcia, india o maya, los demonios eran seres (sobrenaturales) de procedencia incierta o generados por otros dioses, aunque no eran siniestros. Al contrario, podían ser espíritus protectores, y probablemente de ahí vienen las prácticas de la llamada magia blanca, distinta de la magia negra.  

La estatua del dios Marduk, protector de los babilonios, era sacado de su templo por los sacerdotes una vez al año, no la de su esposa, para colocarla en otro templo fuera de los muros de la ciudad. Días después la regresaban al templo principal tras haber afirmado su dominio y sus beneficios sobre el territorio circundante. La estatua de Marduk fue respetada por Ciro el Grande de Persia después de la conquista de Babilonia en el siglo VI a.C., y liberó a los hebreos de su cautiverio.

Por otro lado, en la evolución de su cultura y de sus mitos, los griegos inventaron a Zeus como dios supremo que tiraba rayos cuando se enfadaba, pero igual hacía cosas buenas según plegarias y ofrendas, como los babilonios a Marduk y los persas a Ahura Mazda. Una cosa es cierta según el mito, Zeus no tenía moral ni escrúpulo alguno para hacer lo que le venía en gana porque era el más poderoso de los dioses y estaba por encima de la ley. Solo su esposa Hera le cobraba sus infidelidades.

Los romanos clásicos tampoco tuvieron demonios malévolos en sus conceptos religiosos y culturales. Eso no significa que no hubiese conocimiento de la maldad, pero era considerada un acto personal y no inducida por un ser maléfico. Entonces ¿quiénes inventaron a los demonios de hoy?

En todo el mundo antiguo, incluyendo Mesoamérica y más al sur, las sequías, inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, enfermedades y demás calamidades naturales eran atribuidas a dioses según sus competencias primigenias. (Cuando el terremoto de Managua de 1972 vi a un hombre de rodillas en la calle con los brazos alzados gritando que era en castigo por nuestros pecados).

Ha sido desde el judeocristianismo que nos ha llegado la creencia en seres maléficos llamados demonios, diablos, Lucifer y en última instancia Satanás, el jefe de todos los ángeles rebeldes creados por el mismo Yahvé. “El Demonio y sus atributos maléficos se van forjando entre las paredes de monasterios, conventos y abadías. Allí, teólogos y clérigos van aislando sus particularidades y características, germinando poco a poco la imagen aterradora que del Demonio llegó a tenerse. El Demonio se convierte desde la Baja Edad Media en un obsesivo y potente símbolo evocador de pecado y perdición.” (Víctor Vacas Mora, Morfologías del mal. El demonio en el viejo y el nuevo mundo).


El demonio por ende es una invención foránea a las creencias y tradiciones ancestrales de las grandes culturas locales. El baile de Los Diablitos ejemplifica la sátira por la descrecencia de las ideas de la religión española sobre el mal. Aquí no había venido Satanás, lo trajeron de afuera, y aunque si bien es cierto que los ritos de sangre eran una constante, no tenían nada que ver con el diablo.

Ahora resulta que los sacerdotes de la religión del Estado utilizan en su liturgia al diablo ante su exigua feligresía, diciendo que los demonios son los otros, pero no están dispuestos a exponerse ante religiosos entrenados y certificados para realizar exorcismos, más bien los persiguen, los silencian, los encarcelan o los destierran.

El condecorado en la plaza en el ritual del 19 de julio pasado habló en inglés, no por los Estados Unidos sino que por Inglaterra. Es súbdito de la Corona Británica en un territorio insular de no más 400 kilómetros cuadrados y 110,000 habitantes. Son islas del Caribe que el imperio español les cedió al imperio inglés en el siglo XVIII y hoy son una monarquía constitucional (parlamentaria), como en el Reino Unido. La reina de Inglaterra es representada en las islas por un gobernador inglés nombrado por la reina misma, a quien jamás tildan de imperialista, mucho menos de demonio. Lo anterior significa que hoy cualquier otro territorio británico de ultramar, por más pequeño que sea, podría declarar su independencia con el inglés como idioma oficial y la reina de Inglaterra como su soberana, sin ser menoscabo de nada ni incitación del demonio.

Abjasia, Osetia del Sur, Crimea y dos provincias del este de Ucrania se han declarado independientes de la República de Georgia y de la República de Ucrania respectivamente, pero por incitación rusa con el ruso como idioma oficial. Ahora Rusia pretende ir a la conquista de toda Ucrania para rusificarla, pero Rusia jamás en su historia ha sido expansionista según los sacerdotes de la religión del Estado. Aparentemente para ellos los rusos invasores son ángeles no demonios.  

P.S.: El patriarca de la iglesia ortodoxa de Moscú podría ser invitado oficialmente a venir a Managua a catequizarnos sobre el origen del bien y del mal, aunque sea en ruso.

 

20 de julio de 2022

De brujas, magos, hechiceros y herejes

 

De brujas, magos, hechiceros y herejes

(Artículo de opinión publicado en el diario La Prensa el 15 de julio del 2022)

  

“¿Esta creación de dónde surgió? Quizás fue producida o quizás no. El que la vigila desde lo más alto, él sólo lo sabe. O quizás no lo sabe.” (Rig Veda, Himno de la creación, X 129, segundo milenio antes de nuestra era). 

Ese es un misterio que el hombre no puede comprender, y esa humildad de la razón tiene como versión filosófica la ironía. (Tomado de El elogio del asombro, de Juan Arnau). Para aquellos que tienen la paciencia o la curiosidad de continuar leyendo este artículo, comprenderán su sentido irónico si llegan al final del mismo, que a veces es el inicio de otro. 




Y no, no soy seguidor de ningún disociador, y menos pertenezco a las legiones de ángeles rebeldes que se insubordinaron para tentar a los mortales y llevárselos a su reino, donde quiera que ese quede. 

Creer en el Dios de la Biblia y en su hijo es un asunto de fe individual. Los discípulos de Jesús se fueron después a predicar cada quien por su lado, lejos de Pablo de Tarso, quien inventó su propia teología. Pedro no tuvo más alternativa que seguir a Pablo a Roma, la todavía capital del Imperio Romano, para que Pablo no se quedara con el mandado que Jesús le había encomendado, o al menos algo de eso dice la tradición. 

Esta es una aseveración minimalista del porqué los apóstoles no eran entusiastas de Pablo, porque también había sido fariseo, soberbio y autoritario, al menos cuando joven. Dijo que recibió el evangelio de Cristo directamente en una revelación, aunque lo más probable es que su conversión haya sido gradual al notar que su violenta persecución de los cristianos, como secta religiosa contraria a la suya, no tuvo el efecto deseado. Recuérdese además que los discípulos originales fueron partidarios de predicar solo entre los judíos, los circuncisos, los del pueblo escogido por Yahvé. 

Los judíos sin embargo siguen siendo judíos. ¿Qué pasó entonces? Que Pablo predicó sobre una nueva religión individual tanto a judíos de la diáspora como a gentiles en un mundo en decadencia política y moral, plagado de antiguos dioses y de cultos distintos incluyendo el culto divino al emperador romano. Pablo dictó (o escribió) sus epístolas años antes que los evangelistas reconocidos por la iglesia escribieran sus propios textos. En esas epístolas se encuentra plasmada la teología de Pablo, en la que se ancló. 

“Toda la prédica de Cristo [oralmente retomada por sus discípulos] está orientada hacia el perfeccionamiento del ser humano particular y no de la sociedad y del Estado...El individualismo de la nueva sociedad necesitaba también una religión privada; de ahí surge el cristianismo.” (Tomado de Alejandro Serrano, quien además cita a Georg Lukács). 

Ahora se entenderá por dónde viene el asunto. La persecución a los sacerdotes de la Iglesia Católica en nuestro país por un régimen autoritario, no es más que la expresión adicional de una dialéctica perversa para conducirnos hacia un régimen finalmente totalitario y dinástico. De ahí la necesidad de regresar a una religión del Estado basada en el sincretismo y en el culto a la personalidad (para legitimar la sucesión). 

Eso no sería posible, sin embargo, sin la complicidad de las otras confesiones o sectas religiosas cuyos pastores callan, o sin la complicidad de los que pretenden que ya regresamos al business as usual. En ese sentido recuerdo bien a alguien que en la asamblea general de una cámara empresarial dijo, antes del 2018, que la responsabilidad de los empresarios con la sociedad (RSE) era una cuestión de moda. Otros pensamos que se trata de contribuir permanentemente con la sostenibilidad de una sociedad libre, y por tanto con la construcción de un Estado de Derecho. Un anhelo de vieja data. 

Augusto Sandino es uno de esos héroes de la religión del Estado. Fue teósofo y liberal según el liberalismo de la época, y Franklin Roosevelt retiró a los marines de Nicaragua por aquello de la Política del Buen Vecino y de los recursos naturales de la región, previendo la guerra de Hitler y los suyos en Europa. 

Sandino se creyó vencedor y a mucha honra, a pesar de las atrocidades de toda guerra, pero no descifró la trampa. Pretendió una porción considerable del territorio en el norte del país bajo su administración y su ejército, y fue fusilado.

Sandino dijo que había que defender la soberanía frente a la intervención del imperialismo yanqui, pero no explicó el porqué de la misma, el de las constantes guerras y golpes de estado entre facciones sociales y políticas criollas, con la consecuente inestabilidad que invitaba a potencias extra continentales a apoderase nuevamente de territorios vecinos de los Estados Unidos, y del Canal de Panamá. Quizás Sandino esto no lo entendió, como no comprendería hoy, si viviese, por qué su legado está muerto. 

Hoy la religión del Estado tiene como héroe a Vladimir Putin, el invasor de otras soberanías, anatema de Sandino. Una de las diferencias sustantivas entre el cristianismo y la nueva religión del Estado y sus propagandistas, es que los antiguos rituales de sangre fueron trasladados en la liturgia cristiana a una transubstanciación simbólica; en la nueva religión del Estado los rituales de sangre son literales. 

Sobre brujas, magos, hechiceros y herejes, recomiendo leer la Historia de la brujería en España, de Joseph Pérez, Editorial Espasa, 2010. 

P.S.: Este artículo fue concebido, diseñado y escrito como introducción a la liturgia de la religión del Estado, del 19 de julio del 2022.