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21 de abril de 2024

Para seguir leyendo entre líneas

 

Para seguir leyendo entre líneas

(Publicado inicialmente en el diario digital de Nicaragua La Prensa)

 

He pagado lo que debo una y otra vez. He cumplido sentencia sin un crimen, pero errores he cometido. (Freddie Mercury-Queen).

A veces pienso que estoy perdiendo el juicio, o que ya lo perdí. He sentido que me desprendo de mí mismo, y no es desdoblamiento. Trato de expulsar al último de mis demonios y de expiar el último de mis pecados.

No tengo temor de expresarme, y no hay expresión propia que no provenga de uno mismo. ¿De dónde si no? Admito la añoranza del partido de los bebedores de cerveza, por lo que hoy me encuentro en un lamentable estado de sobriedad.

Los cuentos que cuento son solo eso, sin ser piezas literarias, por favor. No hay opiniones dogmáticas, no hay sugerencias, no hay noticias falsas ni conspiraciones; y menos llamamientos al odio o a la traición de no sé a qué o a quién. Son solo eso, cuentos inocuos que cada quien interpreta leyendo entre líneas.

Hay un blog, vocablo ya aceptado por la RAE, en el que corrijo todo dato histórico, geográfico, definición o concepto después de su publicación en este diario. Es decir, que luego de una revisión de la publicación, si encuentro alguna que otra incongruencia, la compenso en el blog. Bueno, las ideas las tengo bastante claras cuando escribo, pero el lector no tiene que tener el don de leer la mente para entender el conjunto, solo debe saber leer entre líneas.

En este blog se incluyen además vínculos varios de carácter didáctico. La opción de los comentarios está deshabilitada por lo que no hay interacción con los visitantes al sitio, y por tanto no califica como red social, es decir que está fuera de las leyes represivas del derecho positivo. El derecho natural, por otro lado, es el de los Derechos Humanos, tanto en Nicaragua como en el resto del mundo. Otra meta que alcanzar.

El objetivo de este cuento es llamar a los lectores a expresarse, también entre líneas para no exponerse a las leyes represivas, interpretadas y aplicadas por la nomenclatura. Esas leyes –ilegítimas– emanadas de las estructuras del poder son una cosa, el derecho es otra, y más allá está la justicia, la del derecho natural.

No expresarse es ser rehén de la soledad impuesta por la auto censura. Expresarse entre líneas vale el riesgo de una eventual visita de algún indeseable, de lo contrario seríamos esclavos de nuestros miedos. Y es así que nos pretenden mantener sometidos, con el derecho positivo represivo, es decir sin derechos y mucho menos justicia. Pero el día de la liberación vendrá. Nadie en la historia de la humanidad ha dejado de ser esclavo hasta que decide liberarse del yugo a riesgo de su propia vida.

De aquí a que se desate la tercera guerra mundial hay tiempo para seguir contando cuentos. Los del día a día son los periodistas independientes nacionales y extranjeros, a quienes saludo, así como a los comentaristas desterrados, todos ellos. Que se sigan incinerando los tontos “opositores” por el dinero y por el poder a venir, que se jodan todos ellos y ellas, como dicen que tenemos que decir ahora. Al carajo la así llamada ideología de género desestabilizadora de sociedades.

Los imperios, como dije en otra ocasión, pueden ser unos mejores que otros, o dicho de otra manera, menos peores que otros. Hemos llegado al punto de decidir sobre la propia identidad cultural. ¿Con quién se está? Con Occidente evidentemente, aun con sus defectos ¿Qué tenemos que ver con los déspotas rusos, chinos e iraníes? Nada, y aun así se entrega a Nicaragua a los intereses de esos países para conservar el poder, atacando virulentamente a los Estados Unidos, convertido convenientemente en el enemigo, y allá se ríen de nosotros.

Hay tontitos por aquí que creen ser rusos, chinos o iraníes, cuando lo cierto es que son despreciados porque son fáciles, entregan el país entero sin que se lo pidan. Nótese que no he mencionado a Cuba hasta ahora. Ese régimen está desde hace mucho en la verdadera cloaca. No lo van a aceptar los de la nomenclatura por supuesto, ni que sea desplazada por la lucha interna por la sucesión que vendrá.  

Somos esclavos si queremos ser esclavos. Los de la nomenclatura cubana no pueden sobrevivir si no se apropian de otros países, lo que vienen intentando desde hace más de medio siglo, pretendiendo exportar su revolución fallida, creando solo zozobra en la región, seguida de brutales represiones contra el comunismo. En algunos casos han sido exitosos sin embargo. La Venezuela de hoy no es de los venezolanos sino que de los cubanos, quienes no están dispuestos a soltarla sin importar las consecuencias para Venezuela. ¿Y si los cubanos de a pie quieren ser amigos de los Estados Unidos y democratizarse? No lo permitirían los ricos de arriba, los de la lucha de clases, los de la clase comunista dominante contra el pueblo llano. Dictadura del proletariado le llamaban tiempo atrás. Hoy ya no se habla de eso, solo se ejerce, la dictadura digo, porque el proletariado en Cuba no existe. Cuba solo produce pobreza.

China ya no es marxista maoísta. Ahora son marxistas capitalistas, porque los regidores entendieron la dialéctica inversa de Marx, el equívoco sobre la evolución social. Primero socialistas y después capitalistas. Es decir, a la inversa. En síntesis, Marx se equivocó en grande, y se equivocaron en grande los comandantes de la revolución, y continuamos pagando por ello. En Cuba la evolución social ha sido del socialismo a la esclavitud. Vaya materialismo histórico.

Recuerdo los manuales del catecismo comunista de la Editorial Progreso, de Moscú. Ya nadie que yo sepa, se acuerda de ella, quizás solo el suscrito.


3 de abril de 2024

Es un mundo difícil para tomar un descanso

 

Es un mundo difícil para tomar un descanso

(Publicado originalmente en el diario digital de Nicaragua La Prensa)

 

“Es un mundo difícil para tomar un descanso. Las cosas buenas ya se han ido, pero hay maneras para hacer que se pague por ello. Aunque estoy vestido así hoy, usaré algún día la espada”. (De una canción de The Animals, de mediados de los años 60 pasados). 

Como dicho en otras ocasiones, he dejado temas sugeridos para abordarlos con posterioridad. No es fácil referirse a todos ellos, aunque iré haciendo un intento gradual para después seguir el camino trazado. No se tratará de largos artículos que aburren al escribirlos y más al leerlos. A mis edades me aburre leer largos ensayos en revistas digitales como en Foreign Affairs, Foreign Policy o Project Syndicate por más interesantes que sean. Y menciono estas publicaciones en inglés, no por esnobismo, sino que para que se entienda que deseo mantener el conocimiento de los idiomas que administro. Los otros son el italiano y el francés, además del español por supuesto. 

Un tonto dijo una vez en público que no quería aprender el inglés porque es el idioma del imperialismo. Pero tampoco habla ruso, chino mandarín y menos persa. En pocas palabras, es un ignorante superlativo. El aprendizaje de un segundo, tercer o cuarto idioma es incursionar en otras culturas. ¡Y lo que cuesta aprender un idioma distinto cuando ya no se es niño! Sé que hay quienes entienden lo que digo. 

Iré abordando los temas pendientes en párrafos que tengan sentido para quien los lee. El objetivo geopolítico de Putin, el ruso, es el de reconquistar territorios imperiales rusos y soviéticos, por aquello de las grandes planicies fronterizas con Europa y el Asia Central. Rusia no tiene barreras naturales de defensa, con la salvedad de los montes Urales al este de Moscú, las montañas del Cáucaso al sur, y Siberia. Para Putin el expansionismo es una necesidad sin poderla justificar, porque ya no existen las grandes invasiones por hordas de mongoles a caballo, o la de Napoleón con caballería, infantería y artillería, o la de Hitler con sus tanques. Hoy a los tanques se les neutraliza donde se encuentren con misiles lanzados desde la distancia. La guerra ya no es como solía ser. 

Quizás Putin esté aún bajo la influencia de la paranoia por la conquista de los rusos por los mongoles de las estepas del centro de Asia siglos atrás, o por los intentos de Napoleón o Hitler, pero todo esto es historia antigua. Lo que Putin quiere es seguir engañando a los rusos sobre una gran nación multiétnica con él a la cabeza, que la defiende del peligro hipotético de enemigos externos. Putin es solo otro déspota megalómano. Los zares fueron expansionistas y Stalin también. 

Otro megalómano, Fidel Castro, jamás dijo que los Estados Unidos impusieron el embargo comercial a Cuba (menos en alimentos y medicamentos) porque él, y sus ahora sucesores, no reconocieron compensación alguna –según el derecho internacional–, por las nacionalizaciones de los activos de los estadounidenses, quienes quiera que hayan sido. Y no solo, también fueron expropiados sin compensación los mismos cubanos quienes tuvieron que huir a la Florida, para tratar de regresar a reclamar lo suyo en 1961 (Bahía de Cochinos). De Bahía de Cochinos se aferró Fidel para decir que era marxista leninista, terminar de abolir la propiedad privada y echarse en los brazos de la URSS, ese perverso socialismo que fue. Hoy Cuba está en evidente decadencia, pero no para la cúpula en el poder que no va a admitir la estupidez del régimen que aún imponen en la isla, perecerían. Lo mío es un buen deseo. Quisiera que los cubanos estuviesen contentos como cuando los conocí en 1980. Se lo merecen después de tantas penurias y mentiras desde el colapso de la URSS, y posteriormente de Venezuela. 

El materialismo dialéctico de Marx fue una corriente filosófica que se derivó de Demócrito (el griego atomista) y de la vanidad de Hegel (idealista alemán), quien creyó que había descubierto la epistemología total. Marx rechazó  el idealismo de Hegel y se acercó al materialismo de Feurbach, el del grupo de los jóvenes  hegelianos; e incursionó igualmente en el materialismo histórico (mea culpa, lo creí por un tiempo), pero falló rotundamente en sus predicciones. No ha resultado hasta la fecha sociedad alguna que haya evolucionado desde el esclavismo al feudalismo, al capitalismo, al socialismo y en última instancia al comunismo como sociedad ideal, la utopía. Esa es la dialéctica histórica que propuso Marx desde mediados del siglo XIX. Evidentemente Marx no era un visionario. Se estancó en lo que conoció sin tener la imaginación suficiente para interpretar el futuro, como sí la tuvo Julio Verne, su contemporáneo novelista francés. 

Y hay algunos tontos por ahí que aún esperan que se cumpla la profecía de Lenin, la del marxismo leninismo. Es decir forzar la historia, a Marx y a la naturaleza humana, imponiendo el socialismo, produciendo en consecuencia pobreza material, esclavitud y pobreza moral. Cuba es el ejemplo actual. De Venezuela no me ocupo, allá la cúpula de corruptos es aún más ignorante que los filósofos de la utopía de Marx. Solo desean el poder y las riquezas que puedan sacar del país. Nada más que eso, por eso inhiben y encarcelan a opositores y a candidatos a la presidencia, siguiendo el ejemplo de otro déspota regional. Son cobardes con la marioneta de Maduro a la cabeza. ¿Qué más quieren, impunidad? Negocien irse al paraíso cubano con sus dineros, o al ruso, o al chino, o al persa, ¿o adónde? Pueden ir a la España socialista (democrática) a ser inversionistas y optar por la residencia o la ciudadanía. Por allá les gusta el dinero que una vez tuvo PDVSA, que podrían llevar en sus baúles para evitar las transferencias bancarias que no podrían hacer. ¿O a Miami o a Managua? 

Sobre el derecho que estudié hace décadas, y que sigo entendiendo, desde el primer año en la facultad nos fue dicho sobre la separación de la religión, la moral y el derecho como un proceso histórico, social y antropológico. El derecho natural, nos dijeron, es (o fue) una corriente del pensamiento jurídico basado en la naturaleza intrínseca del ser humano. Esta corriente de pensamiento, basado en la razón, comenzó a desarrollarse, aunque sin sistematicidad, desde pensadores griegos y romanos provenientes de sociedades esclavistas. Carlos Marx teorizó sobre la superestructura ideológica de las clases dominantes en cada uno de los períodos históricos que identificó. Esa comprensión hoy es obsoleta porque no llegó a ver su evolución. No ha habido ni hay tal estructuralismo según las hipótesis de Marx y sus seguidores. Y así como Marx no fue marxista, Sandino no fue sandinista. 

Hoy hablar del derecho natural tiene sentido. Tiene como base principios de convivencia social que fueron adoptados en la antigüedad, adoptados a su vez por los hebreos miles de años después. Me refiero a la ley mosaica, que no es más que la de los mandamientos escritos en las tablas del Antiguo Testamento, que venían de una tradición oral hasta ser escritos, y no fueron los hebreos los primeros en hacerlo. 

Con la salvedad de los primeros tres mandamientos de Moisés, de derecho religioso, que conllevó la comisión de atrocidades, los demás son de derecho natural. Si usted apreciado lector no los recuerda, se refieren a la vida en una sociedad nómada y arcaica: honrar a los progenitores, no mentir, no matar, no robar, no dar testimonio falso, no codiciar los bienes de otros, ni codiciar a la mujer de otro, mucho menos cometer adulterio. Estos mandamientos fueron diseñados para preservar la paz social, dirigida por hombres tribales en un desierto con un Dios tribal. 

El derecho positivo, el elaborado por instituciones legislativas, es una derivación inicial del derecho natural y del desarrollo y la complejidad de las sociedades sedentarias. El derecho natural se basa (universalmente) en el respeto a los otros, no por el respeto a ciertas deidades existentes para unos e inexistentes para otros. Tanto valieron los mandamientos mencionados de la ley mosaica como son válidos hoy. A eso se le llama el derecho natural, la de una sana convivencia bajo leyes comunitarias que respetan al ser humano, la vida, la libertad y la propiedad. Jesús dicen que que dijo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mateo 5, 27-28). Que se cuide por tanto el adúltero material dizque convertido, porque será revelado, y esa será la reivindicación. Odio me dijeron tiempo atrás que se siente. No, solo deprecio, que es peor. En la Semana Santa recién pasada, aún si no creyente, hubo por decreto una afrenta adicional a las creencias religiosas, que algún despistado ha pretendido expropiar sin compensación.


 

15 de marzo de 2024

Pezas de calzan o al entendedor por señas

 

Piezas que calzan o al entendedor por señas

(Publicado originalmente en el diario digital de Nicaragua La Prensa)

  

Pienso que de vez en cuando, cuando se escribe un artículo de opinión, cabe incluir un tanto de humanidad en el contexto de un sistema político deshumanizante. Un sistema donde las personas son tratadas y arriadas como ganado, en beneficio de una estructura de poder única y excluyente, que prohíbe aspirar a otros pastos. 

Ahora las piezas. “Como una promesa eres tú, como una mañana de verano. Como una sonrisa eres tú, toda mi esperanza. Como lluvia fresca en mis manos eres tú, como el agua de mi fuente. Como un poema eres tú, como una guitarra en la noche.” (Mocedades). 

“Ahora siéntate frente a mí. Escucha bien sin interrumpir. Hace tiempo te lo quería decir. Tratar de convivir inútil resultó. Todo sin alegría y sin una lágrima. Nada para agregar ni compartir. Tu trampa me atrapó y yo también caí.” (Ricardo Cocciante). 

“Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada errante, en las sombras te busca y te nombra”. (Carlos Gardel). 

De la adolescencia a adulto mayor, en un mosaico de vida, de acciones y omisiones cuyas piezas calzan, como calzan las cosas de la vida, no las de los ritos mistéricos escatológicos antiguos, sino que los contemporáneos. He aquí por tanto uno de esos misterios contado (nuevamente) como un cuento. 

“La revelación cristiana se funda en el obvio y misterioso principio de que el Universo implica un Dios escondido. Escondido para el hombre, que decaído por culpa del pecado desde su primitivo estado de gracia y de conocimiento, lo busca infatigablemente, y se esfuerza por encontrarlo”. (Silvio D’ Amico, Historia del Teatro Universal). 

Las citaciones anteriores podrían parecer confusas, aunque no para el lector paciente. El impaciente seguramente ya se fue a otro lado, porque estos cuentos son descartables por lo efímero de lo que se escribe en los diarios, y más aún cuando algunos son (somos) objeto de avalanchas cibernéticas de mentiras, desinformación e intentos de manipulación, es decir del blablablá de los déspotas y sus derivados. 

Que Yahvé salve a quien lo merece, pero creo que los dioses (todos) están desconcertados por el error de la creación, a pesar de las oportunidades dadas para rectificar. Como ellos en el cosmos, nosotros en la tierra nos seguimos matando por la hegemonía del yo sí pero tú no. No hemos aprendido nada. Seguimos siendo los mismos (animales) de siempre. Si se piensa que algunos de estos son criaturas del demonio, quizás deberíamos reconsiderarlo, porque el demonio son también Yahvé y Alá. Diga usted si no es así. ¿Quién creó al demonio para echarle la culpa de los males del mundo? ¿Qué diría Mafalda, la de Quino el genio argentino sobre el estado del mundo? Que está enfermo y cada vez más viejo y titubeante, como los déspotas. Pero ni los déspotas mismos, allá donde se encuentran, se creen sus mentiras, menos que las crean otros. 

Que si me voy a condenar, ni idea. Son solo conjeturas. Pregúntele usted a un cubano del régimen o de la diáspora por qué siguen en lo mismo en la isla, cuando saben que la fiesta se acabó hace mucho tiempo. ¿Por el poder y los privilegios de los de arriba? Por supuesto, y a aguantárselo porque es por el bien del pueblo y de la revolución contra los embates del imperialismo, el único e indivisible, el de los Estados Unidos. Y esta no es conjetura para la nomenclatura cubana, es un asunto de seguir mintiendo para sobrevivir, y con las remesas enviadas por los cubanos emigrados al imperio por la necesidad de comer. 

Respuesta alternativa: ¿por qué esperar la segunda venida de un ser extraterrestre? Ah bueno, por ahí se tendría algo de razón, ya ha venido y se ha ido, pero por aquí anda seguramente de nuevo, aunque no se ve. ¿Y qué se hace? Seguir esperando que se manifieste para que lleguemos al apocalipsis, la antesala de la redención, porque el reino de Yahvé jamás llegó, y eso que viene siendo predicado desde hace más de dos mil quinientos años como si estuviese a la vuelta de la esquina. 

Fue a principios de la década pasada de los años noventa que volví a ver a los mismos diplomáticos itinerantes cubanos de los años ochenta. Delgados hasta más no poder por el hambre en la isla en tiempos del período especial. La URSS ya había colapsado y los subsidios esfumados, hasta que se aferraron a los subsidios de Venezuela, que también colapsó, como todo socialismo marxista. Pero los regímenes de Cuba y Venezuela se mantienen a flote a cualquier costo (la represión). Creen que en la carrera de maratón de la historia van a prevalecer con los chinos, rusos, iranios y demás, cuando la realidad es que están hundidos en el fango. No tienen salida más que la libertad, pero no, no quieren dar el brazo a torcer, sería traicionar al terco de Fidel que ya murió, pero que algunos cubanos y otros por ahí se niegan a enterrar. 

Absurdo, pero así es. ¡Viva Chávez, otro muerto que nunca muere! Es decir, ¡vivan los muertos! ¿Qué harán los cubanos en su momento con la maga Circe? Obvio, seguir corrompiendo a los militares, seguir reprimiendo toda disidencia y seguir mintiendo (como en Venezuela), culpando de todo a los Estados Unidos. El clásico manual de sobrevivencia de los déspotas dizque anti imperialistas. 

La segunda venida en Cuba fue después del colapso de la URSS, y la tercera después del colapso económico de Venezuela. Los cubanos no aprovecharon las oportunidades que les ofrecieron los países libres, como lo hicieron los de Europa, los del Cáucaso y los del centro de Asia que se liberaron de los soviéticos y del marxismo leninismo. 

¿Bukele en El Salvador? Es su segunda venida y la primera de Milei en Argentina, veremos qué sucede. ¿Y Lula da Silva en su tercera venida en Brasil? Esperando que se manifieste a favor de elecciones libres, transparentes y sin inhibiciones de candidatos en Venezuela, en este año 2024. ¿Y los otros? A seguir esperando que se manifieste el mesías.

Bueno, a los interesados en estos cuentos, esperen el siguiente, o no si no gustan, “una cosa sí puedo decir con toda seguridad: que la vida sea corta o larga depende de la manera en que la vivamos.” (Paulo Coelho, en El demonio y la señorita Prym).

 

5 de febrero de 2024

Acotaciones al cuento anteriror

 

Acotaciones al cuento anterior

(Publicado originalmente en el diario digital de Nicaragua La Prensa)

  

El cuento anterior fue De un cuento a otro, y esto de los cuentos se me ocurrió un día cualquiera y me pareció divertido, dentro de la tragedia existencial y social que vivimos. Estos cuentos no son lineales, pero se puede pasar al siguiente sin que un lector atento pierda el sentido de lo que está leyendo porque se complementan, y permiten ser menos pesados de leer. Al menos es mi parecer. Aclaro que estos cuentos no deben ser tomados muy en serio, por lo que no encontrará en ellos rigor académico, aunque sí ciertas citaciones para darles consistencia y visos de historicidad y de hilaridad. (Mejor la burla que el llanto).

Vamos entonces a la primera acotación al cuento anterior. “Amuletos y talismanes han sido empleados desde el inicio de los tiempos como objetos de poder ritualizados mediante ceremonias con la finalidad de conseguir su protección. Los más primitivos tenían como finalidad ahuyentar el peligro y proteger de los malos espíritus. Estaban elaborados de manera rudimentaria con piedras, barro o colmillos de animales. En su evolución se volvieron más elaborados, fabricados con metales e inclusiones de piedras.” (Del sitio web Anana de Plata, joyería moderna española en la que se diferencia el amuleto del talismán).

Está demás extenderse en esta acotación, me parece que su sentido estará claro para el lector entendido, y ya no haré referencias a Zoroastro ni al zoroastrismo, al menos por un tiempo, con la salvedad que Freddie Mercury, el compositor y vocalista del grupo británico Queen fue zoroastra, proveniente de una familia parsi, es decir persa zoroastra de la India. Creyente por tanto en un solo Dios creador bueno y sabio (la luz y la verdad), frente a la oscuridad (la maldad y la mentira). Mercury no mintió sobre quién era, y creyó en la igualdad y dignidad de las personas. Fue amigo incondicional de la entonces princesa de Gales, de esa joven que entendió que debía librarse de los prejuicios de una casa real decadente. Murió dejando un heredero para la corona. Lady D la llamaban, y fue admirada en el mundo entero. ¿Capisci?

A los que tienen la suscripción activa a este diario, los remito al vínculo de los cuentos anteriores, y no existe el delito de auto exposición de personas al peligro. Otra ventaja de pasar de un cuento a otro es la oportunidad de hacer aclaraciones y correcciones de equívocos, lo que me gustaría hacer con los equívocos de mi propia vida, o “en fin de cuentas señores, es mejor no hacer nada. Es mejor una inercia consciente. ¡Así que viva el subsuelo!”. (Fiódor Dostoievski, Memorias del subsuelo). Igual, esto no es para cualquiera, menos para los borregos de la maga Circe, la de La Odisea. 

Segunda acotación. Entre la Habana socialista de 1980 y la Berlín Oriental de 1981 encontré diferencias de carácter. La Cuba de los españoles y los negros descendientes de esclavos, los mulatos y demás, frente a una Alemania Oriental germánica y étnicamente homogénea. Solo piénsese en el trópico y en la exuberancia de su vegetación, música, danza y creencias ancestrales africanas (santería y magia, que es lo mismo). En 1980 la Habana vivía un socialismo alegre, aún si los edificios se despintaban y se agrietaban. No vi miseria, solo la austeridad de los habaneros, eufemismo para la pobreza generalizada. O sea el igualitarismo, menos para los de arriba, los españoles de la nomenclatura, los criollos. Nada nuevo.

No me disculpo por mi ignorancia de aquellos tiempos. Pensé que las utopías eran realizables, al menos en parte. El idealismo y el romanticismo de entonces se esfumaron en la nada cuando realicé el peligro que eso significaba para el individuo. Así no se llega al paraíso terrenal, “te lo dice un cubano, te lo dice un amigo.” (Silvio Rodríguez, sacado de contexto).

Para ello tuve que acceder a información veraz frente a la propaganda y la desinformación. Me costó, pero llegué, iniciando con el acceso a una biblioteca universitaria en los Estados Unidos, veinte años antes de la existencia de las bibliotecas digitales. Ahí había de todo, incluyendo las obras completas de Marx, Engels y Lenin. Que Milei haga lo suyo en Argentina frente a los privilegios de los socialistas anteriores. A la mafia que se había apropiado del gobierno no le conviene que Milei, los suyos y la mayoría de los electores sean exitosos, y hará todo lo posible para desvirtuar el proceso de cambio. Pero esto sería una manifestación adicional de la estupidez del homo argentinensis, el que después de tanta evolución del cerebro y del sistema nervioso, regresó al tribalismo del enriquecimiento con los recursos del Estado, es decir de la nación, empobreciéndola para mantenerla dependiente y sumisa.

¿Berlín Oriental? Austera hasta el calificativo de ciudad gris. No había nada de color en las calles ni en los edificios, no luces de neón. Una ciudad aburrida en la que todos se comportaban según dictaminado por (el espionaje y) la represión de la Stasi, como en la Habana con su G2. Los del Estado cubano aprendieron bien de la Stasi, pero Cuba se está vaciando hacia los Estados Unidos, el mal, lo que significa que los cubanos que se quedan, porque no pueden irse, son el bien. ¿Quién puede negar esta verdad? El socialismo cubano y sus apologéticos llegarán al juicio final, mientras tanto seguirán esperando al mesías, la segunda venida de Fidel.

Tercera acotación. Bucarest en 1984, la de la pareja Ceaușescu y su descendencia, era una ciudad hermosa, hoy más aún y vibrante. Renté un vehículo, un Citroen, para recorrer la ciudad incluyendo la periferia. No vi pobreza, pero sí marginación. En italiano me entendí con los pobladores por aquello que fueron totalmente latinizados en tiempos de Trajano, el emperador romano. Ya extraviado en los suburbios pregunté como regresar al centro de la ciudad, a mi hotel. Fueron muy amables con un extranjero que les habló en un idioma que podían entender.

En el hotel no había ni periódicos ni revistas ni canales de televisión extranjeros. Todo era sobre la pareja y la familia Ceaușescu hasta la saciedad, la pareja de fusilados a finales de 1989 tratando de huir del país que habían construido. Hasta la Securitate y el ejército los abandonaron, negándose a reprimir y matar rumanos por los caprichos patológicos del poder. De regreso a Roma, por la vía aérea, sentado al lado de una joven mujer, hablamos. Me dijo en definitiva que ella era rumana y que se había casado con un italiano para huir hacia la libertad. Diez años después el socialismo de la URSS y de sus satélites colapsó. “El adiós es todo lo que tenemos”, Alison Krauss, un ángel enviado por Ahura Mazda. (English only, sorry).


( Un extra, un preferido de mi madre Mary Josephine + junio 2023)

1 de febrero de 2024

De un cuento a otro

 

De un cuento a otro

(Publicado originalmente en el diario digital de Nicaragua La Prensa)

 

Sobre el cuento anterior Para seguir opinando, agrego la siguiente acotación: “El sacrificio de sangre como una práctica esencial del culto, deriva directamente de las antiguas prácticas mágicas. La prohibición de la magia, según la ley mosaica, era causada por servir a dioses extranjeros, no por su ineficacia.” (María Verónica Sepúlveda, Antigüedad y edad media, ¿magia, brujería o religión?).  

Esta acotación la relaciono con la mención hecha en ese cuento de la leyenda de Abraham y su hijo Isaac, por la que los rabinos informaron a los hebreos sobre el paso de los sacrificios humanos a la de animales, pero de sangre igualmente. Zoroastro, por otro lado, prohibió todo rito de sangre en el Avesta, al menos seiscientos años antes de Jesús. Los cristianos a su vez, trasladaron los ritos de sangre a la simbólica transubstanciación de Jesús en la hostia consagrada, un gigantesco avance ético desde el judaísmo de entonces.

Zoroastro predicó que había un solo Dios creador bueno y sabio, Aura Mazda (la luz), y que los dioses anteriores eran emanaciones espirituales de Aura Mazda. Nietzsche en el siglo XIX escribió su irónico Así habló Zaratustra imitando los diálogos entre Zoroastro y Aura Mazda en el Avesta, la Biblia de los zoroastras, para demoler toda creencia en seres extraterrestres y otras creencias europeas. Y está bien, cada quien tiene sus ideas por las razones que fuesen. Prefiero la tolerancia religiosa actual de los cristianos a la persecución de los mismos, por ciertos desfasados que han regresado al rito de la sangre humana (la represión).  

Richard Strauss, otro alemán, en 1896 compuso su poema sinfónico Así hablo Zaratustra (el de 2001 Odisea en el Espacio), devenido de la obra de Nietzsche, pero reconociendo a Zoroastro. ¿Cómo es que no se habla de estas cosas? Es evidente la ignorancia de los receptores como borregos del culto de la maga Circe, quien transformaba, precisamente en borregos, a quienes no la seguían para que la siguieran.




Siguiente cuento. Cuando fui a la Habana en el lejano 1980, Fidel Castro era sagrado para los cubanos, y él lo sabía. Padecía de un narcisismo que pretendía ocultar. Era brillante y de memoria prodigiosa, no hay dudas, eso lo vi, lo conocí. Podría referir distintas anécdotas de los diez días que estuve en la Habana, puesto que fui en una misión diplomática de iniciación relacionada con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). El suscrito fue parte de la delegación de Nicaragua.

Siendo entonces un joven entusiasta de la revolución cubana, me interesé en conocer la Habana y a los habaneros. Fuimos libremente donde quisimos. No vale la pena mencionar los lugares icónicos visitados, pero sí que se respiraba un aire de satisfacción por ser cubanos y socialistas, o mejor dicho comunistas, como ellos se identificaban. Los cubanos sin embargo no podían acceder a los sitios reservados a los que llegaban a la isla con dólares. En ningún momento entré en conversación alguna sobre el porqué de esa satisfacción, solo la viví. Era por supuesto la época de oro de la Cuba subsidiada por la URSS.  

Todo fue bien hasta que se manifestó el espionaje del Estado en una cena, con ron por supuesto. Fue durante un espectáculo de variedad en el hotel donde estábamos alojadas varias delegaciones. Como si yo fuese su hermano ideológico, el agente me pidió que lo asistiera en el acercamiento a un miembro de la delegación de un país vecino. Consentí hasta que realicé que me estaba usando como un idiota, y me despedí para retirarme a mi cuarto. El asunto no pasó a más. Ahora Cuba sin subsidios de país alguno, está en total decadencia. El socialismo a la cubana también fracasó porque no fue ni es sostenible.

Berlín Oriental fue la siguiente parada de viajes a países socialistas. Fue a finales de 1981 cuando el Embajador de Nicaragua en la República Democrática Alemana (RDA), tío de mi entonces esposa, nos invitó a visitarlo para pasar juntos algunos días. Yo llevaba un año de haber llegado a Roma como diplomático ante la FAO, como quizás diré en otro cuento.

Me impresionó la pulcritud y la seguridad en la ciudad, y por supuesto que me impresionó el muro. El embajador sin embargo podía cruzar al lado occidental por el puesto de control Charlie, el de los Estados Unidos. Eran tiempos de la guerra fría una década antes del colapso de la Unión Soviética.

Berlín Occidental fue más de mi agrado por ser ciudad más acorde con mis expectativas de lo que debía ser una ciudad europea moderna (reconstruida después de los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial, como Berlín Oriental y Dresde, que también visité). El escaparate de occidente le llamaban los comunistas del otro lado, y ese lado colapsó en 1989. ¿Por qué? Los que querían ser libres se lo guardaban por aquello del espionaje interno y la represión, hasta cuando ya no pudo haberla. Así de fácil, así de terrible. Mérito de Mijaíl Gorbachov, el de la entonces URSS, quien no intervino dejando Alemania a los alemanes.

Regresé a Berlín a mediados de 1990 después de la caída del muro, como diplomático en misión especial y en transición hacia Viena, meses antes de la reunificación de Alemania. Me encontré con los mismos que trabajaban en la Embajada de Nicaragua en la República Democrática Alemana. Me dijeron que era un trabajo de por vida, y que estaban angustiados por lo que vendría. Uno sin embargo me expresó claramente que prefería la libertad. Me explicó ese concepto, que sigue siendo el mismo de hoy. No a las imposiciones de un Estado totalitario. Klaus se llamaba e ignoro si vive aún.

En 1984 fui a Bucarest, Rumanía, en viaje oficial unipersonal, el país de la pareja Ceausescu. Sobre esto en otra ocasión para no cansar al lector. Por lo pronto, veremos quién se disuelve primero en el cosmos para ir a saludar a los ancestros. Por lo que al suscrito se refiere, estoy preparado puesto que estoy libre de todo ocultismo, magia, brujería y de cualquier maleficio o rito de sangre. Mis protectores son más fuertes sin tener que llevar talismanes en el cuerpo, con la salvedad de un pequeño tatuaje en la cadera derecha que me identifica.

Siempre agradecido con mi hermanita quien insiste en rescatar mi alma para la salvación eterna.

 

26 de julio de 2021

Brindo por los errores

  

Brindo por los errores

(Publicado en el diario La Prensa de Nicaragua el 8/07/2021)

 

“Abre el corazón para que te hieran, así habrás vivido.” 

Mientras tenga cosas que decir lo seguiré haciendo con honestidad y sin agendas. El teclado ahora es un amigo, una extensión de la mente. Esto lo deduje de una periodista llamada Obrera de la Tecla, joven y valiente como tantos otros comunicadores sociales perseguidos por el régimen. 

Décadas atrás, antes del terremoto de Managua de 1972, frecuenté la escuela de comercio Julieta Matamoros en la Avenida Bolívar, segundo piso. Pero no pude continuar con la mecanografía porque tenía –y tengo– un impedimento en el brazo izquierdo. Fui allá con un buen amigo porque queríamos superarnos. 

Me dolía mucho administrar la mano izquierda sobre el duro teclado de la Olympia, producto de un accidente de automóvil conduciendo yo a mis 17 años de edad. El vehículo dio vueltas sobre sí mismo varias veces, y mi brazo izquierdo fue golpeado y herido contra el pavimento. No sentí nada en el momento hasta después, fue un dolor físico intenso como no he sentido hasta la fecha, pero los ocupantes salimos con vida. 

Salí del vehículo no recuerdo como, que había quedado con el techo hacia arriba y lo primero que hice fue cerciorarme de cómo estaban los acompañantes.  Un primo estaba bien y un amigo inconsciente en el asiento trasero. Para cuando llegó el primer auxilio, me desvanecí. Mi brazo izquierdo estaba sangrando y comenzaba a hincharse, pero el amigo ya había recobrado la conciencia. 

El segundo error fue haber tratado de asimilar a Carlitos Marx y a Federico Engels a principios de los años setenta, esos enormes pensadores alemanes pequeño burgueses, que nos llevaron a algunos a creer en la Cuba revolucionaria de entonces sin conocerla realmente. Hoy estamos más que claros que lo que Cuba representa hoy en día es la antítesis de lo que pudo haber sido si se hubiese permitido la libertad y el pluralismo social, y si se hubiese adoptado la democracia como régimen político después del colapso del socialismo, a como sucedió en la Europa Central y del Este. En cambio se aferraron al terco de Fidel. 

Marx y Engels no están aquí dese hace mucho, más que en la memoria de los desfasados de la historia. Los pensadores marxistas de hoy no tienen nada nuevo que proponer, pero por ahí andan, esforzándose en hacernos creer que se puede crear un mundo mejor con un estatismo fracasado. Es solo terquedad querer obviar la naturaleza humana, puesto que el experimento de ingeniaría social para crear al hombre nuevo fue una farsa grotesca. 

El tercer error fue haberme casado muy joven. Creí que podíamos crecer y desarrollarnos juntos en igualdad de condiciones pero no resultó. Ella prefirió ser superior y vivir su felicidad por momentos. No estoy cierto de quién se equivocó más, si ella o yo. En fin de cuentas hoy ni nos vemos ni nos hablamos, y así es mejor. “Te superaste demasiado” me dijo una vez en tono molesto, pero sin elaborar sobre el tema. 

El cuarto error fue haber creído – tiempo atrás– que todo en Nicaragua era culpa del imperialismo yanqui, hasta que comencé a comprender la historia en serio, y entendí ese asunto de los imperios antiguos y los modernos. En pocas palabras entendí la historia de la humanidad.

Como anécdota refiero que cuando fui a Bucarest, en la Rumanía aún socialista de 1984, en una plaza vi una réplica de la Columna de Trajano, el emperador romano conquistador de Dacia. Es un símbolo del reconocimiento de los dacios (rumanos/romanos) a la Civilización Greco Romana. De hecho, el idioma rumano es un derivado del latín, como otras lenguas romances europeas de hoy, incluyendo el español, el portugués y el francés que se habla en nuestra región. 




El quinto fue haber creído que William Walker fue un filibustero cuando fue un predestinado, para que los tontitos de aquí entendieran que fueron los costarricenses, financiados por Cornelius Vanderbilt (un yanqui), con los otros ejércitos centroamericanos, quienes nos obligaron a dejar de seguir matándonos por el poder, al menos por un tiempo. A ese período le llaman los 30 años conservadores. Walker fue fusilado en Trujillo, Honduras, entregado por el capitán de una corbeta inglesa cuando pretendía regresar a hacer lo suyo por estos lados. No fue la Batalla de San Jacinto el fin de William Walker. 

Hay más errores que contar, y grandes, pero por ahora solo brindo por ellos. ¡Salud!