Las Apariencias no Engañan
(Artículo de opinión sobre Nicaragua)
Las
apariencias en Nicaragua no engañan a nadie. Cada quien está definido si a favor o no
de la dictadura. Los intereses para estar a favor o en contra son los de cada quien. Los a favor porque no sabrían qué hacer si
colapsa el régimen, o por oportunismo o por la paga –que es lo mismo–, o por la esperanza de tener una colocación futura en las estructuras del régimen. Otros en contra por democráticos, o por la reacción
antiestética que produce la pareja, o porque les duelen profundamente los
muertos por órdenes de arriba, o porque miles tuvieron que emigrar para escapar
de esa demencia, o porque te apresan y te confiscan propiedades, o por la brutalidad de las recientes medidas recaudatorias del régimen. En lo personal
me identifico con la lista de los contrarios y con cualquier otro acápite que aquí
se desee agregar.
No imagino a los a favor de la dictadura por fanatismo, sería muy fácil explicarlo de
esa manera. Fanatismo, según el diccionario de la Real Academia Española, es apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u
opiniones. En otras palabras, habría que creer vehementemente que las mentiras
de la pareja son un imperativo de la verdad. Esto no tendría sentido alguno,
sería un absurdo, un anatema.
Cuando
salga Maduro de Venezuela ¿cae la pareja de aquí? Es una pregunta también sobre Cuba. No importa que mueran venezolanos o nicaragüenses mientras no
tengan que morir cubanos para preservar el gobierno en la isla. ¿Pero estarán
dispuestos los cubanos a soportar otro período especial después de los subsidios venezolanos y de las sanciones de Mr. Trump? ¿O se manifestarán masivamente en las calles para exigir la salida
del ancien régime como recientemente
en Argelia y Sudán? ¿O como en Nicaragua?
No
debería caber en mente racional alguna creer en las falsedades tan torpes de la
pareja de aquí –el golpe de estado fallido, la conspiración externa, la culpa es de la Alianza Cívica, entre otras falsedades. Y se va a las escuelas, universidades e instituciones públicas para no tener conciencia crítica, pretendiendo los mandantes del régimen que se asuman como verdades sus grandes mentiras, hasta que
el todo estalle de nuevo para ser libres, aunque haya entonces más represión desde
los que se inclinan ante los viejos baales.
Es lástima lo que se siente ante la hipocresía de adoptar constituciones
y leyes solo para aparentar legalidad, porque sabemos que no se cumplen. La pareja Ortega Murillo ha creado una
imagen vana de la realidad a la que se apegan para quedarse en el poder. Una
fantasía que la pareja pretende transformar en realidad en sus mentes retorcidas; y se desvanecerán en la ignominia como siempre sucede en la historia.
Los
de la Alianza Cívica merecen nuestro respeto al tratar de negociar por nosotros los contrarios a la dictadura. No es nada fácil dialogar con tramposos, pero la pareja ya perdió con sus diatribas contra a Alianza, porque la inocencia que la pareja aparenta con sus mentiras no engaña a nadie. Son artífices de crímenes de lesa humanidad.
La Alianza Cívica, las sanciones internacionales y las calles son nuestra última opción para deshacernos de la dictadura. Es por esto que la pareja en el poder no cumple con los acuerdos firmados de respetar la libertad de movilización y de protesta, y es por esto que demoniza a los integrantes de la Alianza Cívica.
Nota: Una variante del artículo fue publicado el 9/05/2019 en el diario La Prensa.
La Alianza Cívica, las sanciones internacionales y las calles son nuestra última opción para deshacernos de la dictadura. Es por esto que la pareja en el poder no cumple con los acuerdos firmados de respetar la libertad de movilización y de protesta, y es por esto que demoniza a los integrantes de la Alianza Cívica.
Nota: Una variante del artículo fue publicado el 9/05/2019 en el diario La Prensa.