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30 de abril de 2019

Las Apariencias no Engañan




Las Apariencias no Engañan



(Artículo de opinión sobre Nicaragua)


Las apariencias en Nicaragua no engañan a nadie. Cada quien está definido si a favor o no de la dictadura. Los intereses para estar a favor o en contra son los de cada quien. Los a favor porque no sabrían qué hacer si colapsa el régimen, o por oportunismo o por la paga –que es lo mismo–, o por la esperanza de tener una colocación futura en las estructuras del régimen. Otros en contra por democráticos, o por la reacción antiestética que produce la pareja, o porque les duelen profundamente los muertos por órdenes de arriba, o porque miles tuvieron que emigrar para escapar de esa demencia, o porque te apresan y te confiscan propiedades, o por la brutalidad de las recientes medidas recaudatorias del régimen. En lo personal me identifico con la lista de los contrarios y con cualquier otro acápite que aquí se desee agregar.

No imagino a los a favor de la dictadura por fanatismo, sería muy fácil explicarlo de esa manera. Fanatismo, según el diccionario de la Real Academia Española, es apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones. En otras palabras, habría que creer vehementemente que las mentiras de la pareja son un imperativo de la verdad. Esto no tendría sentido alguno, sería un absurdo, un anatema.

Cuando salga Maduro de Venezuela ¿cae la pareja de aquí? Es una pregunta también sobre Cuba. No importa que mueran venezolanos o nicaragüenses mientras no tengan que morir cubanos para preservar el gobierno en la isla. ¿Pero estarán dispuestos los cubanos a soportar otro período especial después de los subsidios venezolanos y de las sanciones de Mr. Trump? ¿O se manifestarán masivamente en las calles para exigir la salida del ancien régime como recientemente en Argelia y Sudán? ¿O como en Nicaragua?

No debería caber en mente racional alguna creer en las falsedades tan torpes de la pareja de aquí –el golpe de estado fallido, la conspiración externa, la culpa  es de la Alianza Cívica, entre otras falsedades. Y se va a las escuelas, universidades e instituciones públicas para no tener conciencia crítica, pretendiendo los mandantes del régimen que se asuman como verdades sus grandes mentiras, hasta que el todo estalle de nuevo para ser libres, aunque haya entonces más represión desde los que se inclinan ante los viejos baales.





Es lástima lo que se siente ante la hipocresía de adoptar constituciones y leyes solo para aparentar legalidad, porque sabemos que no se cumplen. La pareja Ortega Murillo ha creado una imagen vana de la realidad a la que se apegan para quedarse en el poder. Una fantasía que la pareja pretende transformar en realidad en sus mentes retorcidas; y se desvanecerán en la ignominia como siempre sucede en la historia.

Los de la Alianza Cívica merecen nuestro respeto al tratar de negociar por nosotros los contrarios a la dictadura.  No es nada fácil dialogar con tramposos, pero la pareja ya perdió con sus diatribas contra a Alianza, porque la inocencia que la pareja aparenta con sus mentiras no engaña a nadie. Son artífices de crímenes de lesa humanidad.

La Alianza Cívica, las sanciones internacionales  y  las calles son nuestra última opción para deshacernos de la dictadura. Es por esto que la pareja en el poder no cumple con los acuerdos firmados de respetar la libertad de movilización y de protesta, y es por esto que demoniza a los integrantes de la Alianza Cívica.

Nota: Una variante del artículo fue publicado el 9/05/2019 en el diario La Prensa.

17 de marzo de 2019

Argelia y Nicaragua



Argelia y Nicaragua


(Artículo de opinión de seguimiento al inmediato anterior)

Hace unos días se publicó en este diario [La Prensa] un artículo propio titulado Los Tiempos Pasan, sobre el presidente de Argelia, de 82 años de edad, quien se encuentra en silla de ruedas y sin hablar en público desde el 2013, debido a un derrame cerebral.

Abdelaziz Bouteflika es ese presidente que ha pretendido un quinto mandato consecutivo en las elecciones del próximo 18 de abril, hasta que estando internado en un hospital en Ginebra, recibió la noticia de levantamientos populares espontáneos –autoconvocados– contra su cuarta reelección –el detonante. Primero fueron docenas de miles los manifestantes, después centenares de miles y después millones.

Bouteflika envió un mensaje desconcertante a la nación por medio de uno de sus secretarios, diciendo que de ser reelecto convocaría a nuevas elecciones en el término de un año en las que él no sería candidato. El jefe del ejército por su parte, quien habla en público por el presidente, preguntó a los argelinos si deseaban regresar a los años del dolor, refiriéndose a la cruenta guerra civil contra los islamistas que duró diez años y que concluyó en el 2002. ¿Suena similar al discurso de Ortega en Nicaragua?

Bouteflika tuvo que retornar a Argelia de urgencia, sustituyó al primer ministro pretendiendo aplacar a los manifestantes, y el jefe del ejército cambió su discurso diciendo entre otras cosas que el ejército y el pueblo son lo mismo porque el ejército viene del pueblo.

De hecho los mandos históricos del ejército y las fuerzas de policía provienen del Frente de Liberación Nacional (FLN), artífice de la guerra de independencia (1954-1962) contra el dominio francés, otra similitud con lo de aquí en Nicaragua, con la salvedad que allá ni la policía ni el ejército han salido a las calles a reprimir brutalmente al pueblo, menos aún se han constituido fuerzas paramilitares asesinas afines al régimen.

Bouteflika fue respetado por los argelinos hasta hace poco. Se integró a la lucha del FLN a los 19 años de edad, y siendo presidente durante los levantamientos contra las dictaduras en los países vecinos en el 2011 –la primavera árabe–, Argelia permaneció relativamente calma.

Bouteflika perdió no solo el apoyo de los argelinos sino que también el del jefe del ejército, quien pretendió ganar tiempo mientras encontraba una solución al estado de efervescencia en el país sin recurrir a la represión, y antes que el país se desestabilizase por completo. Bouteflika tuvo que acceder a no ser candidato a la reelección, pero pretendió que se pospusiesen los comicios y quedarse en la presidencia hasta que tener un sucesor. Los argelinos, sin embargo solo querían que Bouteflika se fuera, y se fue.





Aquí la pareja en el poder, amiga de Bouteflika según El 19 Digital, continúa reprimiendo ferozmente las manifestaciones en su contra por medio de la policía orteguista y paramilitares, y pretende ganar tiempo con el diálogo para no negociar su salida. El precio a pagar por todos por su terquedad no les interesa, como en Venezuela.


La represión en Nicaragua continúa


Nota: Una variante de este artículo fue publicado el 8 de abril de 2019 en el diario La Prensa con el nombre Daniel, Rosario y Bouteflika. 

9 de marzo de 2019

Los Tiempos Pasan



Los Tiempos Pasan


(Artículo de opinión enviado a un diario nacional como seguimiento coyuntural a la situación política en Nicaragua)



Abdelaziz Bouteflika es el presidente de Argelia que desea ser reelecto para un quinto período consecutivo. Es presidente desde 1999, tiene 82 años de edad y a la fecha se encuentra internado en un hospital en Suiza por asuntos geriátricos o neurológicos, no lo sabemos, es secreto de Estado, pero sabemos que tuvo un ictus cerebral en el 2013 y que su enésima candidatura ya fue admitida por el consejo electoral.

En el 2008 Bouteflika hizo reformar la constitución para que se permitiera la reelección indefinida, la suya. El paralelo con el de aquí es evidente, aunque el de allá no tuvo que pasar por una corte constitucional incondicional, ni tiene una esposa –igualmente de la tercera edad– que le exija compartir el poder. No, el de allá fue directo a un legislativo que ya estaba a su servicio.

Independientemente de los méritos pasados de Bouteflika, los jóvenes se le están rebelando, y desde el 2013 después del ictus, se le ha visto en silla de ruedas en público, aunque sin hablar. Esto lo hace por interpósita persona, como por un vetusto general de 79 años de edad en servicio activo que lo apoya –los militares–, por haber sido una creación de ellos para salir de la guerra interna que finalizó en el 2002. Pero esos tiempos ya pasaron y Bouteflika se quedó.


Bouteflika no quiere soltar el poder, aun si decenas de miles de jóvenes –y adultos– se manifiestan contra su pretendida reelección después de 20 años como presidente, solo que en aquellas latitudes no se habla de una conspiración del imperialismo francés, del que Argelia se liberó finalmente en 1962 tras una guerra de independencia que duró ocho años. Bouteflika sabe muy bien que no puede engañar a los argelinos, de cultura milenaria. También Monimbó tiene una cultura milenaria, precolombina y posterior, y no los engaña nadie, ni con la invocación a los espíritus que ha hecho la pitonisa criolla.


Monimbó

El tiempo pasa y la pareja de edad avanzada en el poder en Nicaragua no es apta para gobernar a las jóvenes generaciones –más que a sus numerosos hijos–, ni a sus propias generaciones que igualmente se les rebelan. Pero esos pretéritos en el poder no aceptan la rebelión, no obstante sea cívica, y prefieren recurrir a la represión sin límites, a la desinformación y a la quimera de conspiraciones externas para justificarse.

Lo del diálogo en nuestro país es un eufemismo. La pareja no tiene intención alguna de salir, ni en sillas de rueda aunque sus tiempos ya hayan pasado. La pareja teme, en particular, aceptar garantes internacionales de los acuerdos a los que se podría llegar, por aquello que también deberá aceptarlos cuando tenga que acceder a que se celebren elecciones anticipadas, libres, justas, transparentes y observadas nacional e internacionalmente.


Los Pretéritos de Nicaragua

Los pretéritos en el poder son tercos hasta que dejan de serlo porque ya no están.

Nota: Este artículo, con diferencias, fue publicado el 11/03/2019 en La Prensa.

12 de febrero de 2019

La Constitución y la Canasta Básica



La Constitución Política y la Canasta Básica 
en Nicaragua


(Artículo de opinión con mucho sarcasmo enviado a un diario nacional)

Aunque mi primer título académico, que data de 1975, diga Doctor en Derecho, he leído y estudiado más esa materia desde entonces. Es más, en el exterior obtuve una maestría, también en derecho, es decir, al revés. Primero el doctorado y después la maestría. Pero bueno, vivimos en un país al revés según ésos que expresan lo contrario de la realidad queriéndola ocultar. Esto no es posible por aquello del internet, los teléfonos móviles multiuso y lo que queda de la prensa independiente, aunque sea desde el exilio y de las cárceles del país.

La realidad la vivimos cotidianamente, y los que se expresan al revés lo hacen por interés personal. Sí, por mero interés propio y de sobrevivencia en el régimen. Y no les importa si desde ese mundo al revés se envía a reprimir a los que ven la realidad como es y así se expresan.

La realidad es una, no existe otra como se pretende desde arriba. La Ley para una Cultura de Diálogo, Reconciliación, Seguridad, Trabajo y Paz, publicada el pasado 28 de enero es una verborrea falaz y seudo religiosa. Se pretende imponer el espionaje y el control social en cada escuela y barrio del país por medio del partido y la Policía Nacional.

Por otro lado, nunca he leído textos legales –o de cualquier orden– de otros países que incluyan la @ para referirse al hombre y a la mujer como igualdad de género. Pero ¿y el tercer género reconocido en otros lares que también existe aquí? ¿Quizás & en vez de @? Tomen nota legisladores. Dejen de ser siervos de la @. Vayan más allá. Libérense de ese yugo. Después será muy tarde y no valdrá el yo no fui.

Y de qué puede servir referir artículos de la Constitución Política si es papel higiénico, y sabemos para qué sirve ese papel. La Constitución pasó a ese rol por obra y gracia de una pareja de adultos mayores –y su séquito– jugando macabramente a ser jóvenes. El papel higiénico está en la canasta básica, en la lista de los productos básicos. Debajo de papel higiénico debería seguir la Constitución Política, porque para eso sirve.

Nicolás Maduro en Venezuela muestra regularmente una versión de bolsillo de la Constitución de su país cuando habla en público.  Aquí no he visto a los funcionarios del régimen haciendo algo similar con la nuestra, ¿por qué? Pregunta retórica. Saben que en Venezuela y en Nicaragua la Constitución es papel higiénico hasta nuevo aviso y hasta que ya no estén.


Nicolás Maduro sobre Venezuela

Firmo los artículos de opinión como Doctor en Derecho por lo dicho al inicio, pidiendo disculpas a todos aquellos a quienes he ofendido por estado espirituoso de la conciencia, aunque no por no ver la realidad al revés. 

Nota: El artículo no fue publicado o por ser muy sarcástico o por estar fuera de la coyuntura política.

29 de enero de 2019

Sobre Desertores y Traidores



Sobre Desertores y Traidores


(La renuncia pública de un Magistrado de la Corte Suprema
de Justicia de Nicaragua en enero de 2019)


En el Diccionario de la RAE el vocablo desertar tiene distintas acepciones según las circunstancias, las que adapto aquí sin desviarme de su significado. Dicho de un soldado, desertar es desamparar a sus compañeros abandonando sus banderas. Desde el punto de vista social, desertar es abandonar a las personas que se solían frecuentar. En derecho, desertar es separarse de una causa o abandonarla. Y por último, desertar es abandonar las propias obligaciones o los propios ideales.

Como se notará, en todas las acepciones el verbo común es abandonar.

Traición, por otro lado, es la falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe tener con alguna persona u organización. En derecho es el delito cometido por civiles o militares que atentan contra la seguridad de la Patria. Y sobre la alta traición, en el mismo Diccionario de la RAE se expresa que es la que se hace contra la soberanía o contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado, así como actuar alevosamente faltando a la lealtad o a la confianza de alguna persona o institución.

De lo anterior se infiere que la renuncia pública de un Magistrado de la Corte Suprema de Justicia –cómplice del régimen– a principios de enero de 2019 (abandono de obligaciones), y a la militancia de su partido político (quebrantamiento de la fidelidad y lealtad a una organización), podría tener la doble implicación de deserción y de traición en dependencia de las circunstancias de la renuncia.

Si la renuncia por cualquier causa que fuese es de carácter privado –por medio escrito se entiende– ante las instancias correspondientes institucionales y políticas, estas instancias tienen a su arbitrio la potestad de coordinarse para administrar tal renuncia, guardando silencio o utilizando la manipulación y la mentira con todos sus medios afines, lo que es parte de la esencia de la actual estructura del poder en el país.

Si por otro lado la renuncia es hecha públicamente explicando el distanciamiento institucional y partidario con argumentos contundentes y veraces de orden político, habría que recibirla al menos con el beneficio de la duda, particularmente cuando se hace o se haya hecho con referencia a los informes de los organismos nacionales, regionales e internacionales de derechos humanos en los que se denuncian los distintos crímenes cometidos por el régimen en el poder –antes o después de conocerse el informe de finales de enero de 2019 de la delegación del Parlamento Europeo sobre la situación en Nicaragua.





Ser tildado de traidor a través de los medios del régimen por una renuncia pública como la descrita es muy peligroso para la integridad personal de quien la hace, en particular si se trata de un operador político del régimen en el Poder Judicial, y se justifica plenamente su exilio. Queda la interrogante si dicha renuncia sería de carácter oportunista, por las sanciones  internacionales eventuales que se aplicarán a ciertos funcionarios y sus activos con efectos tanto dentro como fuera del país, afectando además los derechos sucesorios de su descendencia, o si sería un acto de conciencia. Solo con el pasar del tiempo se llegará a saber la verdad.

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Síntesis del Informe de los Eurodiputados 
sobre la Situación en Nicaragua 01/2019


Nota: este artículo, con algunas variantes, fue publicado en el diario La Prensa el 5/02/2019 2019.

10 de enero de 2019

Premisas para el 2019



Premisa para el 2019 en Nicaragua


(Artículo de opinión publicado en el diario La Prensa 15 de enero de 2018)


Si de premisas se tratase para este 2019 en Nicaragua y poder expresar la esperanza de encontrar una salida a nuestro infortunio como país, se tendría que tomar en consideración el sufrimiento de cientos de familias rehenes de la injusticia, la impotencia y la frustración por la masacre, el encarcelamiento, las desapariciones y el éxodo de decenas de miles de jóvenes provocado por el régimen en el 2018.

Para ilustrar lo que sigue en este artículo, explico que décadas atrás le propuse matrimonio a una joven para que creciéramos y nos desarrolláramos juntos en igualdad de condiciones. Y entendimos en conjunto que la dictadura dinástica de Somoza debía terminar para que Nicaragua fuese libre y pudiese prosperar. Y contribuimos como nos fue posible desde el exterior donde nos encontrábamos, para que la dictadura fuese derrocada.

Cincuenta y cincuenta fue la propuesta que le hice a aquella joven a mediados de 1974, mucho tiempo antes que otra pareja se rindiese ante las extorsiones de la esposa por los abusos del marido; y hoy impera en el país una dictadura más feroz que la anterior.

Curiosamente un profesor de sociología en la universidad me tildó de machista en aquella época, demostrando que le interesaba la libertad de la mujer solo para su propia gratificación. Aun así sigo siendo un convencido de la igualdad y de la complementariedad entre los géneros, el masculino y el femenino, porque no conozco otros, aunque sé que existen y que tienen sus derechos.

Sobre la igualdad de género recibí hace poco el vínculo a un documental sobre “Las Sandinistas”, protagonizado por mujeres sandinistas históricas, combatientes desde su juventud, quienes expresan su inconformidad con la sociedad machista en la que aún vivimos a pesar de la “revolución”.

El vínculo al documental, que estuvo accesible solo temporalmente, me fue enviado por una joven hija de un combatiente histórico, que como sus hermanas y primas han estudiado una carrera universitaria dentro y fuera del país con financiamiento propio, han viajado y hablan distintos idiomas logrando su superación, la que hacen participativa a los miembros más jóvenes de la familia, y eso es  bueno.

Digo todo esto porque me impresionó que en el fatídico 2018 centenares de miles de mujeres jóvenes, madres y aún abuelas salieran a las calles a protestar contra la represión, la masacre y la persecución a sus hermanas, hermanos, hijas, hijos, nietas y nietos, asesinados unos  –hoy mártires– y encarcelados otros por órdenes de una pareja disfuncional, la de los discursos infantiles según el Secretario General de la OEA, después de conocer el contundente informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la criminalidad del régimen.


Por tanto, si una premisa pudiese avanzarse para el 2019, sería la de la justicia para las hermanas, madres y abuelas de los mártires y de los presos políticos del 2018 en Nicaragua.

 



13 de diciembre de 2018

Ley de Circuitos Integrados


Ley de Protección a los de Circuitos Integrados


En la edición 123 de la revista Temas Nicaragüenses (RTN) me referí a la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos de 1999. Posteriormente hice algunos ajustes en el escrito para hacerlo más preciso, que publiqué íntegramente en un blog jurídico, por si hay interés de los lectores en consultarlo.

En el artículo original de la edición 123 sin embargo, de manera involuntaria quedó entre paréntesis una referencia a la Ley de Protección a los Esquemas de Trazado de Circuitos Integrados[1] (la Ley) que no expliqué, pero que son una categoría de propiedad intelectual, así como lo son los derechos de autor. Estos últimos incluyen los programas de cómputos (software) pero no los circuitos integrados (hardware); y si bien es cierto que la Ley de la referencia no tiene relación directa con la RTN y sus colaboradores, aquí remito a ciertos conceptos básicos sobre ella por responsabilidad profesional.

El Acuerdo de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC) de 1994, adoptado por Nicaragua en 1995[2], hace referencia al compromiso de los Estados Miembros de otorgar protección a los esquemas de trazado de circuitos integrados en sus respectivos países (esquemas de trazado). Esta protección se otorga por medio de leyes nacionales especiales, que según las disposiciones del ADPIC deben además incorporar algunas disposiciones adicionales del Tratado de Washington de 1989 sobre la Propiedad Intelectual Respecto de los Circuitos Integrados, conocido también como Tratado IPIC por sus siglas en inglés.  

Aún si el Tratado de Washington no ha entrado en vigencia por la ausencia de las ratificaciones o adhesiones requeridas para ese fin, incluyendo Nicaragua, las disposiciones pertinentes del mismo aceptadas en el ADPIC han sido incorporadas en las leyes nacionales sobre esquemas de circuitos integrados, por ser una obligación adquirida en ese acuerdo.

El contenido del Tratado de Washington fue negociado en el seno de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), que es un organismo de las Naciones Unidas. La OMPI cuenta con 191 Estados Miembro, las Naciones Unidas con 193, y el ADPIC[3] con 164. No es por tanto casualidad que los Estados Miembro del ADPIC aceptaran incorporar en sus leyes nacionales lo relacionado con la protección a los esquemas de trazado, excluyendo las disposiciones del Tratado de Washington que no lograron ser consensuadas[4].

Como se puede inferir del nombre de la Ley, los esquemas de trazado son una cosa y los circuitos integrados otra, pero vinculadas intrínsecamente entre sí. La Ley de Nicaragua, siguiendo el Tratado de Washington[5], define literalmente esos conceptos así:

- Circuito integrado: un producto, en su forma final o intermedia, cuyos elementos, de los cuales al menos uno es un elemento activo, y alguna o todas las interconexiones, forman parte integrante del cuerpo o de la superficie de una pieza de material semiconductor y que esté destinado a realizar una función electrónica.

- Esquema de Trazado o Topografía: la disposición tridimensional, expresada en cualquier forma de los elementos, siendo al menos uno de éstos activos, y de alguna o todas las interconexiones de un circuito integrado, así como dicha disposición tridimensional preparada para un circuito integrado destinado a ser fabricado.

Si bien es cierto que esas definiciones son técnicas, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española nos asiste con la simplificación de las mismas, de tal manera que un circuito integrado es la combinación de elementos electrónicos miniaturizados que se alojan en un único soporte de material semiconductor; y esquema de trazado se refiere a la reproducción gráfica del diseño del circuito integrado. En el mundo digital lo anterior nos refiere a los microprocesadores, llamados también microchips o simplemente chips, utilizados en las  computadoras y en dispositivos, aparatos, máquinas, instrumentos y equipos de toda índole que requieran una función electrónica. 


El objeto de la Ley en Nicaragua por tanto es establecer las normas que regulan la protección de los derechos de los creadores de los esquemas de circuitos integrados. Para esto el esquema de trazado deberá ser original, y  se considerará como tal cuando sea resultado del esfuerzo intelectual propio de su creador, y no sea común en el sector de los circuitos integrados al momento de su creación. Igualmente, un esquema de trazado será original cuando esté constituido por uno o más elementos comunes en el sector de la industria, si la combinación de los elementos es original al momento de su creación. 

Dada la gran importancia de los chips en el comercio internacional de mercancías, las leyes nacionales de protección del derecho de sus creadores han sido el resultado de los tratados de libre comercio y de propiedad intelectual. Los chips son fabricados por una empresa titular del derecho o por otra bajo licencia, y son objeto de comercio.  A su vez, los chips adquiridos por empresas en cualquier parte del mundo son incorporados en un sinnúmero de productos terminados. En otros casos el chip en sí es el producto final, como el chip de implante en los humanos.

Desde la industria civil a la militar, a la médica, a la robótica, a la espacial, el chip ha sido creado y desarrollado para facilitar el funcionamiento de las máquinas en su sentido más amplio; y en cada una de esas industrias se encuentra el componente comercial. En este sentido no solo se podrían ejercer acciones judiciales contra un productor, exportador o importador de chips fabricados sin autorización, sino que también contra los fabricantes o ensambladores de bienes, que a sabiendas de su proveniencia ilícita, los integre en sus productos terminados. En Nicaragua sin embargo estos planteamientos son hipotéticos puesto que no existen fabricantes de chips, ni productores ni ensambladores de bienes que los incorporen,  como es el caso de otros países de la región.

El límite de tiempo al derecho exclusivo de propiedad sobre los trazados de chips es de 10 años desde su registro público, siguiendo la disposición correspondiente en el Tratado de Washington adoptada en el ADPIC, que expresa que la protección no podrá ser menor de 8 años[6]. Después de ese período de tiempo (10 años) el esquema de trazado pasa a ser del dominio público y podrá ser explotado comercialmente por terceros.

Esto no significa que cada esquema de trazado registrado en cualquier país deba también registrarse en Nicaragua para estar protegido. Esto se desprende de las disposiciones del Artículo 6 (1) del Tratado de Washington que fueron adoptadas en el ADPIC, y que por tanto son ley nacional.

En el gráfico de abajo se ilustran los mayores fabricantes de chips en el mundo a enero de 2018[7] por empresas de la República de Corea, los Estados Unidos, Holanda y Japón:





Pero así como en la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos se contemplan algunas limitaciones al derecho de propiedad, en la Ley sobre esquemas de trazado de circuitos integrados también se contemplan limitaciones al derecho del titular, especialmente cuando un esquema de trazado protegido se utiliza con propósitos de análisis, investigación, experimentación o enseñanza[8]. El objetivo evidente de esta disposición es no obstaculizar el desarrollo de las ciencias, y en este caso, la física.




[1] La Ley de Protección a los Esquemas de Trazado de Circuitos Integrados fue publicada en la Gaceta N° 22 del 1° de febrero del 2000.
[2] El ADPIC fue aprobado como Anexo 1 de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La ratificación de la OMC por Nicaragua en 1995 implicó la adopción del ADPIC en ese mismo año.
[3] El ADPIC se refiere a la Organización Mundial del Comercio (OMC), que no siendo organismo de las Naciones Unidas mantiene relaciones estrechas con ella.
[4] Me refiero en particular al Artículo 6 (3) del tratado sobre las medidas relativas a la utilización de los esquemas de trazado de circuitos integrados sin consentimiento del titular, es decir a las licencias de fabricación de chips otorgadas por un Estado a un tercero sin el consentimiento del  titular de los derechos, por razones estratégicas propias.
[5] Artículo 2 (i) y (ii) del Tratado de Washington.
[6] Artículo 8 del Tratado de Washington.
[8] Ver el Artículo 9 de la Ley que sigue las disposiciones pertinentes del Tratado de Washington adoptadas en el ADPIC.



31 de octubre de 2018

Recuerdos de una Organización



Recuerdos de una Organización 


Me vino a la mente escribir este artículo cuando leí hace pocos días en un diario internacional que Staffan de Mistura (Esteban), un diplomático italo-sueco, a quien conocí en Roma en la década de los ochenta del siglo pasado, dejará el cargo de Representante de la ONU para Siria a finales de noviembre de 2o18. Lo hará después de cuatro años de mediar entre el gobierno de ese país y sus opositores, armadas ambas partes por supuesto, y con sus respectivos padrinos.

El legado de Staffan como mediador es la propuesta de una nueva constitución política y de reformas a la ley electoral para que la solución del conflicto en Siria sea negociada, con la evidente exclusión de los grupos fanáticos, y con elecciones observadas por garantes internacionales. En Afganistán, Irak y Libia esa fórmula marcha lentamente pero marcha, aún si impuesta por circunstancias propias, y de larga historia.

En las sociedades tribales, con sus características étnicas, la tribu de al lado es el enemigo, y si es difícil la convivencia en esas sociedades, no es imposible si se respetan los acuerdos para alcanzarla, en la que una etnia no se impone a la otra y se respeta a las minorías. Algo así como la hoja de ruta para la paz, la estabilidad y la sobrevivencia, es decir, para dejar de ser homo territorialis.

Pero aquí no se trata de Siria, Rusia, Turquía, Estados Unidos, Irán, Israel, Arabia Saudita, Yemen, el Estado Islámico, Al Qaeda, Hezbolá, los kurdos y resto de países y grupos radicales o no, sunitas, chiitas o similares, cuyo deporte favorito en la geopolítica del Oriente Medio, y ahora en ciertas regiones del África, es la guerra de movimientos y de posiciones y la compra y venta de armas por petróleo, diamantes, uranio, coltan y otros recursos naturales. No, no se trata de eso, se trata de la FAO.




Esteffan de Mistura por años fue el Jefe de Gabinete de Edouard Saouma, Director General de la FAO por tres períodos consecutivos entre 1976 y 1993, único director que lo ha logrado desde la creación de la organización en 1945, aunque no sin fuertes controversias; y supo retirarse cuando comprendió que había llegado su hora o dañaba a la FAO y su legado. Saouma falleció en el 2012 a los 86 años de edad. Estuvo casado con una colombiana, Inés, y este hecho de su fallecimiento también me motivó a escribir estas líneas pues lo supe al hacer una búsqueda, al conocer que de Mistura dejaba su cargo de mediador de la ONU.


Staffan de Mistura
Edourad Saouma





Edourd Saouma fue un tercermundista cabal y consecuente, aun cuando tuvo que enfrentarse a un grupo de países que se opusieron en 1987 a su reelección. Pero pesó más la coherencia del Grupo de los 77 que aglutina en las Naciones Unidas a 132 países en vías de desarrollo. En las organizaciones de las Naciones Unidas cada país es un voto, y cada voto cuenta. No existe posibilidad de fraude. Llevaría a otra guerra mundial.

Saouma era libanés, cristiano maronita y no tomó partido en la guerra civil del Líbano, la producida por motivo de la OLP, Siria, Irán, Hezbolá, Israel y los cristianos libaneses. Estuvo en Nicaragua en 1982 y se entrevistó con los otrora Comandantes de la Revolución, o con al menos dos de ellos. Ambos lo visitaron después en Roma porque en 1980 en la Habana, Fidel Castro había sido el intermediario para esos menesteres. Fui testigo. El entonces vicepresidente de Nicaragua también llegó a Roma en un momento dado, y tuvimos una cena familiar en el apartamento de Saouma y su esposa.

Curiosamente, Millicent Fenwick, la Embajadora de los Estados Unidos ante la FAO, fallecida en 1992 a los 82 años, personalmente consideró a Saouma un líder competente en los asuntos de la organización, a pesar de su apoyo sustantivo e incondicional a la Nicaragua revolucionaria frente a la política de Ronald Reagan, su presidente.

Millicent Fenwick fue política, diplomática y una gran dama. La relación fue de respeto en aquellos años en que representé a Nicaragua, igualmente ante la FAO, con los Estados Unidos como adversario. No solo, la Embajadora Fenwick me invitó a su recepción de despedida en la embajada de su país allá en Roma en 1987. Acepté y fui, lo que agradeció explícitamente frente a la sorpresa de otros tantos diplomáticos presentes.

Edouard Saouma, con su Jefe de Gabinete Staffan de Mistura contribuyeron a mover ingentes recursos técnicos y financieros a la Nicaragua de los años 80, recursos que provenían de países desarrollados y en vías de desarrollo que le brindaron su apoyo a aquella utopía perdida.

NOTA: Una versión reducida de este escrito fue publicada en un diario nacional el 22 de noviembre de 2018.